Invirtiendo en el futuro de Puerto Rico
Robert Mujica, director ejecutivo de la Junta de Supervisión y Administración Financiera para Puerto Rico.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Desde que el Gobierno y la Junta de Supervisión crearon juntos el Plan Fiscal, ha habido una declaración de prioridades. Establecer prioridades exige tomar decisiones -a menudo difíciles- para garantizar que los gastos públicos se ajusten a los recursos financieros previstos. Muchas de las decisiones más difíciles han quedado atrás.
Concluida la quiebra del gobierno, el nuevo Plan Fiscal se centra en las opciones e inversiones que ayudarán a devolver el crecimiento y la prosperidad al pueblo de Puerto Rico tras el largo periodo de crisis y declive económico. El crecimiento económico es la clave para desbloquear el futuro de Puerto Rico. Cada inversión del Plan Fiscal, cada reforma, cada iniciativa y cada ley debe vislumbrarse mediante ese enfoque.
Por tal motivo, el Plan Fiscal que la Junta de Supervisión y Administración Financiera para Puerto Rico certificó a principios de este mes se centra en tres pilares: un sector público robusto y eficaz, iniciativas críticas para apoyar el desarrollo económico y la sólida administración fiscal, y una estabilidad financiera a largo plazo para evitar que Puerto Rico recaiga en la crisis.
El Plan Fiscal incluye sustanciales inversiones en la población y en el futuro de la Isla, incluyendo unos $460 millones en gastos de capital y $230 millones para reformas del servicio público y ajustes salariales.
Otra de las mayores inversiones es el Crédito Contributivo por Ingreso Devengado (“EITC”), un crédito contributivo reembolsable que alienta a las familias con ingresos bajos y moderados a radicar planillas y reclamar todos los ingresos al concederles un crédito contributivo totalmente reembolsable, independientemente de los impuestos pagados. Si cumple con los requisitos para recibir el crédito, puede utilizarlo para reducir su deuda contributiva, y tal vez aumentar su reintegro.
Expandir el EITC ha sido una prioridad del Plan Fiscal durante muchos años. Mediante su trabajo, en conjunto con el Gobierno, la Junta de Supervisión ayudó a estructurar el programa de EITC expandido para Puerto Rico y apoyó a la legislatura para que lo promulgara como ley en 2021.
Los beneficios para quienes reciben el EITC son sustanciales: En 2021, el beneficio máximo alcanzó los $6,500 y aumenta cada año en respuesta a la inflación. Sobre $646,000 contribuyentes solicitaron el crédito este año. Esto representa hogares con cerca de 1.5 millones de hombres, mujeres y niños en Puerto Rico. En 2021, lo solicitaron unos 120,000 contribuyentes que no radicaron planillas en 2019 o 2020. Es probable que muchos de estos contribuyentes, anteriormente no formaran parte de la fuerza laboral formal.
Sin embargo, el éxito del EITC se ha traducido en unos costos mucho más elevados de lo previsto inicialmente. Aunque los beneficios son evidentes, también debemos ser fiscalmente responsables y prudentes. Puerto Rico tendrá que vigilar de cerca si los beneficios se están desplegando de forma precisa y equitativa, sobre todo para los empleados por cuenta propia y quienes reclaman dependientes. Si no se ejecutan medidas de cumplimiento estrictas, puede que el gobierno tenga que hacer ajustes al programa para controlar los costos generales del mismo.
Otro elemento importante del Plan Fiscal es un enfoque colaborativo a la reforma educativa que garantiza que los miles de millones de dólares invertidos en nuestras escuelas públicas den paso a un mejor rendimiento académico. La Junta de Supervisión colaborará con el Gobierno, los líderes de las escuelas, los educadores y ciertas organizaciones no gubernamentales de Puerto Rico para desarrollar un plan que logre resultados inmediatos, concretos y medibles.
La Junta de Supervisión lleva mucho tiempo abogando por una reforma contributiva verdaderamente integral que pueda aportar a la competitividad de Puerto Rico y a su crecimiento económico. Esto se debe a que el sistema fiscal ha soportado históricamente la complejidad estructural, inestabilidad, inconsistencia interna, administración ineficaz y una ejecución deficiente.
Mientras el gobierno decide cómo evaluar una posible reforma contributiva, el Plan Fiscal esboza cinco principios clave que cualquier reforma exitosa debe tener:
- Ser asequible y proveer financiamiento para los servicios esenciales
- Centrarse en ampliar la base contributiva y reducir las tasas contributivas
- Ser sencilla de administrar y justa
- Contar con tasas, créditos, deducciones y otras alteraciones que estén firmemente establecidas en el código contributivo
- Evitar o limitar los gastos contributivos
Cualquier potencial reforma debe ser fiscalmente responsable. No debe reducir los ingresos públicos.
Estamos dejando atrás la quiebra de Puerto Rico, y ahora tenemos un Plan Fiscal que invierte en varias áreas clave para ayudar a mejorar las posibilidades de crecimiento de la Isla. Aún nos queda mucho trabajo por hacer. Al colaborar y trabajar juntos, podremos restablecer la prosperidad.