Franklin Gómez es un antivirus deportivo
La comunicadora Zacha Acosta González recuenta la carrera del luchador y tres veces olímpico.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
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La noticia de la clasificación del luchador Franklin Gómez es un antivirus deportivo ante la amenaza que enfrenta el mundo por la propagación del COVIB-19, familia de los coronavirus.
Nos aleja del ruido mediático por un instante. Nos aterriza a la reflexión de lo que ha sido la persistencia del deportista por los pasados 12 años de carrera olímpica. De una vez, aprendemos de él a través de su ejemplo.
Más que las múltiples medallas, su fortaleza espiritual nos educa a enfrentar duras batallas en la estrecha brecha que implica clasificar a unos Juegos Olímpicos. Él lo acaba de lograr por tercera ocasión para Tokio 2020, iniciando en Londres 2012 y dándole continuidad en Río de Janeiro 2016.
Brevemente. En Londres 2012 era el favorito para ganar la primera presea para el deporte de la lucha olímpica, pero un virus lo debilitó impidiéndole lograr su meta. Su hermano deportivo, Jaime Espinal, se proclamó subcampeón olímpico. Cuatro años después trabajó y ganó su espacio para Río de Janeiro, que estuvieron amenazados por el zika, y una mala jugada de arbitraje provocó que el mundo cibernético le concediera una medalla para honrarlo.
Más que las múltiples medallas, su fortaleza espiritual nos educa a enfrentar duras batallas en la estrecha brecha que implica clasificar a unos Juegos Olímpicos. Él lo acaba de lograr por tercera ocasión para Tokio 2020, iniciando en Londres 2012 y dándole continuidad en Río de Janeiro 2016
-Zacha Acosta / Comunicadora deportiva
En el presente, Franklin, sus compañeros de Puerto Rico y del mundo olímpico con espacio separado a Tokio 2020 están en alerta. Los Juegos japoneses están ante el chantaje de una nueva cepa del coronavirus. Al parecer las pruebas para nuestro abanderado de Lima 2019 no quieren cesar.
Lo que nos deja Franklin en el tintero es perseguir su historia. Emular su ideal deportivo, social y espiritual para aferrarnos a la fe de que todo estará bien. Confío en su mesura, liderazgo y sabiduría para seguir firme en su meta olímpica: la medalla.
Conociendo su amor a Dios no dudo que Franklin estará en su interior repitiendo: “Es pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” (Hebreros 11:1). En otras palabras, seguir entrenando, aprendiendo de las lecciones del pasado y emprender un camino hacia lo que se desea con la afirmación de que sucederá.
Se que usted está como yo, quiere saber el desenlace de esta trayectoria deportiva. No os desesperéis, que todo será perfecto en el tiempo de Dios.
Colaboradores de diferentes sectores de la sociedad puertorriqueña analizan sucesos noticiosos al estilo de Primera Hora
Columnista invitado
Espacio de opinión sobre temas noticiosos y de interés para el País.