Cada año, desde el 25 de noviembre hasta el 10 de diciembre, se llevan a cabo los 16 días de activismo contra la violencia de género. Esta campaña mundial busca visibilizar y erradicar todas las formas de violencia que sufren las mujeres y niñas en el mundo. En este contexto, es fundamental abordar un tema que afecta a muchas familias: la violencia doméstica y sus implicaciones en los casos de custodia de los hijos.

La violencia doméstica es una violación grave de los derechos humanos que se manifiesta en diversas formas, incluyendo el abuso físico, emocional, psicológico y económico.

Según el Instituto de Estadísticas de Puerto Rico, durante el año 2024, 8 mujeres fueron asesinadas por sus parejas. Esta realidad no solo afecta a las víctimas directas, sino que también tiene un impacto devastador en la niñez que atestigua el abuso.

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Cuando una mujer decide dejar una relación abusiva, se enfrenta a múltiples desafíos. Uno de los más significativos es el proceso judicial relacionado con la custodia de sus hijos. En muchos casos, las mujeres temen que, al denunciar la violencia sufrida, puedan perder la custodia o los derechos sobre sus hijos. Esta preocupación es válida ya que las decisiones sobre custodia pueden ser influenciadas por estereotipos de género y percepciones erróneas sobre la capacidad materna.

Dra. Natalie J. Pérez Luna CEO de la Fundación LUNAMAR, Inc.
Dra. Natalie J. Pérez Luna CEO de la Fundación LUNAMAR, Inc. (Suministrada)

Sin embargo, la violencia doméstica no debe ser un factor que perjudique a una madre en su lucha por la custodia. Sin embargo, muchas veces ocurre lo contrario. Las mujeres víctimas son cuestionadas sobre su capacidad para cuidar a sus hijos, mientras que los agresores intentan manipular el sistema para obtener beneficios en la custodia, poniendo en riesgo la desprotección para las sobrevivientes y sus hijos.

Es crucial que durante estos 16 días de activismo se eleve la voz por aquellas mujeres que han sufrido violencia y que luchan por mantener a sus hijos seguros. La sociedad debe exigir cambios en el sistema judicial para garantizar que las decisiones sobre custodia prioricen siempre el bienestar del niño y se desarrollen planes de parentalidad seguros.

Además, es esencial proporcionar recursos adecuados para las mujeres que enfrentan estas situaciones. Por ejemplo, facilitarle recursos profesionales que viabilicen el proceso de entrega y recogido de los hijos cuando carezca de apoyo familiar. Ciertamente, la protección de las mujeres bajo el contexto de la custodia de los hijos requiere una articulación de los servicios que garantice la seguridad.

Otro aspecto para considerar en estos casos es la ejecución de la violencia a través de los hijos. En ocasiones el agresor pudiera recurrir a perpetrar la agresión emocional hacia la mujer sobreviviente utilizando estrategias tales como desprestigio, poder económico, entre otras para enajenar a los hijos de la madre.

Los 16 días de activismo son una oportunidad para reflexionar sobre cómo podemos contribuir a erradicar la violencia de género y proteger a quienes más lo necesitan: las madres e hijos. La lucha continúa, y cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar para construir un futuro libre de violencia.