A luchar contra la desigualdad energética
Esta iniciativa será el modelo a seguir para la creación de otros proyectos en el país para por fin liberarnos de la esclavitud del uso del combustible.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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Cuando el huracán María azoto sin misericordia contra nuestro país, sus vientos no solo dejaron al descubierto la fragilidad del sistema energético, sino también la desigualdad que existe contra los pueblos de la montaña. Recuerdo que las expectativas de que regresara el servicio de energía eléctrica a mi pueblo de Villalba era de ocho meses, según expresado por la propia AEE. Eso era devastador no solamente para la salud de mi gente, sino que destruiría una economía ya lastimada por la aprobación del plan fiscal de la JSF y sin un plan nacional para atender toda la desigualdad que hay con los municipios del centro del país.
Gracias al plan maestro de desarrollo económico del Partido Popular, en Villalba se estableció la industria Medtronic. Desde ese entonces, ha sido verdaderamente el corazón económico de mi querido pueblo. Este representa cerca del 30% de nuestro ingreso y genera más de 1,500 empleos. Recuerdo que semanas de ser azotados por la furia del huracán María, recibí la visita de Omar S. Ishrak, en ese entonces el CEO y director de Junta de Directores de Medtronic a nivel mundial. Allí, Omar nos pidió un plan para atender la situación de falta de servicio energético, ya que eso afectaba la producción de su producto el cual su cadena de manufactura comenzaba en Villalba para distribuirse en el mundo entero. Esto representaba para ellos una pérdida billonaria.
Afortunadamente, ya habíamos tenido la visión de poner en funciones la central hidroeléctrica Toro Negro, la cual está ubicada cerca del casco urbano. Esta central podría brindarle servicio a Medtronic y de paso energizaría el 80% del área urbana, incluyendo el sector comercial y medico de la ciudad. Le pedimos a Omar que nos diera 30 días, para junto al personal de la AEE hacer los trabajos necesarios en la hidroeléctrica y de paso le pedimos asistencia con sus aviones corporativos para traer piezas importantes que no estaban en el país. Y ASÍ FUE.
Luego de un arduo trabajo, en un mes pusimos en funciones la central y la ciudad comenzó a ver la luz luego de tanta tiniebla. Eso nos hizo recordar con orgullo que Villalba fue el PRIMERO en tener energía eléctrica en el país allá para el 1893. Y más de 100 años después logramos hacer historia NUEVAMENTE. Esto también demostró la capacidad que tiene nuestro sistema hidroeléctrico, el cual junto a las nuevas tecnologías pudiera ser la solución para nuestros problemas actuales y así acabar con desigualdad energética que vive nuestro país. Es absurdo que en un país tropical donde nos sobran los recursos de agua y sol, no tengamos encaminado un plan para liberarnos del altísimo costo de generar energía por combustible. Resulta una contradicción, pues antes la excusa era que no había dinero para encaminar los proyectos y ahora “brillan” las noticias de miles de millones en fondos federales para la famosa “resiliencia.” Yo me pregunto: ¿acaso no existe algo más prioritario para este país que el construir un sistema energético realmente resiliente? Ahora con el tema de la guerra en Ucrania y el alto costo del combustible, es momento de comenzar los pasos afirmativos para promover iniciativas que fomenten el uso de energía renovable en beneficio de nuestra gente.
En Villalba, Orocovis, Ciales, Barranquitas y Morovis, sufrimos la desigualdad energética y podemos dar fe de cuanto eso afecto la salud y economía de nuestros pueblos. Es por eso que hace tres (3) años creamos el Consorcio Energético de la Montaña, una entidad aprobada unánimemente por las legislaturas municipales de los cinco municipios y que tiene como meta crear la PRIMERA mini red de energía municipal en el país. Esta iniciativa municipal utilizará la central hidroeléctrica Toro Negro como centro de operaciones y construirá un sistema de placas solares con la ultima tecnología en almacenamiento en baterías para generar más de 130 megavatios. Esto será suficiente para cumplir con la demanda energética de los cerca de 150,000 habitantes de la montaña y brindara la resiliencia energética para enfrentar un futuro fenómeno atmosférico. Este proyecto ya cuenta con un estudio de viabilidad realizado en acuerdo con el Departamento de Energía Federal y próximamente anunciará junto con el Departamento de Vivienda (HUD) el inicio de la fase de planificación, diseño y construcción mediante los fondos CDBG-DR.
Esta iniciativa será el modelo a seguir para la creación de otros proyectos en el país para por fin liberarnos de la esclavitud del uso del combustible y continuar la lucha en contra de la desigualdad energética. Así nos ayude Dios.