Si hablamos de nostalgia, no podemos olvidar a una de las parejas más talentosas del mundo artístico: Vilma Carbia y Tony Chiroldes. Juntos revolucionaron el mundo del entretenimiento, tanto en la televisión como en teatros y centros nocturnos.

Vilma era la mayor de las hijas de don José Carbia Miranda y doña Gloria Benítez. De este matrimonio que tuvo cinco hijos, las tres niñas resultaron ser talentosas e importantes en la farándula boricua. Vilma debutó en el Teatro Tapia a los 16 años y por la amistad que su padre tenía con Ramón Rivero “Diplo”, sumado a su innegable talento, comenzó a formar parte de las producciones del comediante más famoso de la radio en aquel entonces.  De igual forma, sus hermanas Awilda y Waleska darían sus primeros pasos en el arte junto al comediante a través de la radio.  Cada una de las niñas Carbia se llevaba diez años de edad, por lo tanto, cuando Vilma debuta, Awilda contaba con seis años y Waleska ni siquiera estaba en planes.

El talento de Vilma era más que evidente. Actuaba, cantaba, declamaba y tenía una gracia especial para la locución comercial. El productor Tommy Muñiz la integró a varios de sus programas radiales, entre ellos  La familia Pérez y Gloria y Miguel.

Mientras esto sucedía en Puerto Rico, en Cuba un cantante llamado Tony Chiroldy comenzaba a ganar popularidad y viaja a Puerto Rico en 1947 para hacer presentaciones radiales y espectáculos en centros nocturnos.  El caso es que en una de esas visitas, Tony conoce a Vilma, se enamora y decide radicarse en nuestra isla, donde allá para el 1951 se casa con ella. Tony tuvo varios éxitos como cantante entre los que destacaban La bella cubana, Nosotros, Recuerdos de Ipacaraí y otros. Cuando comenzó la televisión, su primera presentación por Wapa atrajo a cientos de fanáticos a las inmediaciones de la planta para ver actuar en persona a la famosa voz de la radio, que era ocho años mayor que la ya conocida Vilma Carbia.

El matrimonio transformó sus carreras. Tony fue abandonando su faceta como cantor y se dedicó a la producción de televisión y el manejo y presentación de artistas internacionales y locales. Comenzaron con el Show de Vilma y Tony, que se transformaría en Rendevouz nocturno y en donde Chiroldes saldría de la pantalla para dar paso a Carlos Rubén Ortiz.  A pedido del auspiciador principal del programa, pasaría a llamarse Rambler Rendevouz y cada jueves se escucharía a Vilma comenzar el programa diciendo: “Gómez Hermanos presenta y Empresas Chiroldes produce…”. 

Vilma declamaba, actuaba y llegó a crear un personaje de niña llamado “Pelusa”, y Tony producía y contrataba artistas para el espectáculo más fino que se haya presentado en la televisión nacional.  Figuras como Marisol, Rocío Durcal, Los Gemelos del Sur, el Indio Araucano, Los Hermanos Silva, Los Rufino, Los Castro, Carlos Gómez “Serraniche”, Benny Moré, Celia Cruz con la Sonora Matancera, El Trío los Panchos con Johnny Albino fueron tan sólo algunos de los nombres que engalanaban la pantalla de Wapa Televisión cada jueves. Ahí debutó Awilda Carbia y comenzó a darse a conocer en el programa de su hermana y cuñado.

En el 1966, cuando llegó el color a Wapa (dos años antes que a Telemundo), Rambler Rendevouz fue el primer programa de variedades en transmitirse con esta nueva técnica, convirtiendo a Vilma Carbia en el primer rostro a colores de la televisión boricua. 

Vilma y Tony fueron exitosos en todas sus producciones. En el canal del gato crearon además Sábado de estrellas, en donde coanimaba Ramiro Martínez.  De Wapa pasaron al canal siete (WRIK TV), donde crearon Rikavariedades y Rikalocuras. Y más adelante una nueva mudanza al canal 11 de Pérez Perry para realizar Mediodía circular junto al actor Pepe Yedra y por supuesto Rambler Rendevouz.  

Tony fue además propulsor y promotor de carreras como las de Awilda “La Mimosa”, Carmín Vega, Hugo Leonel Vaccaro y el debut en suelo boricua de La Lupe, Rolando Laserie, Tin Tan y Marcelo, Miguel Aceves Mejías, Vicentico Valdés, Tongolele y una lista interminable.

En el 1975, la pareja dio por terminado su matrimonio y, posteriormente, Vilma se casó con el comediante Leopoldo Fernández, con quien recorrió Latinoamérica como parte de su compañía artística.  Llegó a realizar dos películas. La primera, Libertad para la juventud, con Chucho Avellanet y Rosa Haydee, y otra con su entonces esposo “Trespatines” filmada en Perú.  

Vilma fue siempre una estrella, talentosa, buena amiga, buena madre y quedan sus retoños Vilmarie, Tony y Glorimar, que son una prueba irrefutable del talento de sus padres y la dedicación que hay que tener para realizar los sueños. Que bueno fue recordarla y poder traerla a esta Nostalgia Alegre. ¡Hasta pronto!