Lucy Pereda: la chica sin tiempo
“Cuando la ves, tiene en su sonrisa el amor por esta isla. Hablas con ella y te regala la sinceridad de esa historia vivida y el triunfo ganado por esfuerzo propio”
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 8 años.
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Para el año 1967, una hermosa y cotizada modelo llamada Lucy Pereda se convirtió en la chica que daba las condiciones del tiempo en Wapa Televisión. Además de su impresionante belleza, su excelente dicción y su buen gusto para escoger el vestuario diario, algo la convertía en una mujer muy especial. Ella escribía en una pizarra de acrílico todos los grados e indicaciones usuales. Claro está, para que la cámara retratara esa pizarra, la anfitriona tenía que escribir todo al revés para que los televidentes lo vieran al derecho. Su agilidad era impresionante y la velocidad con que escribía también.
Así se fue ganado un espacio en los hogares puertorriqueños esta chica que era muy cotizada como modelo, y muchos aseguran que era “la mejor pagada” de entonces.
Lucy se enamoró y contrajo nupcias con el productor Rafael Fusaro. Unión que le permitió desarrollar todos sus talentos, como animadora, como productora, actriz y modelo. La compañía de Fusaro, Promotores Asociados, formó parte de la época dorada de las producciones independientes en la pantalla boricua. Llegaron a tener 59 horas de televisión semanal.
Por su parte, Lucy Pereda comenzó a presentar películas en lo que se llamó La primera tanda con Lucy, y que se transmitía a las dos de la tarde por el canal del gato. Nacida en Cuba, a los dieciséis años tomaba clases de ballet lo que la ayudó a desarrollar disciplina, perseverancia y una figura menuda.
Ya en Puerto Rico formó parte de varios repartos de muestras cinematográficas realizadas en la Isla. Una de ellas lo fue El curandero del pueblo, con Adalberto Rodríguez “Machuchal”. A casi cincuenta años de su debut en la televisión, podemos decir que esta increíble mujer mantiene su lozanía y belleza de siempre; por eso nunca se ha ausentado de los medios televisivos o cibernéticos.
Posee una extensa trayectoria en la industria y ha participado en producciones como Color de piel, producida por Vicky Hernández en 1988; la película Amigos, junto a Rubén Rabasa; la película Cease Fire con Don Johnson en 1985; y la obra Lucy, que en 1983 inauguró el Teatro de Bellas Artes en Miami.
Cuando se marchó de Puerto Rico comenzó una larga y fructífera carrera televisiva desde Miami, llegando a los hogares latinoamericanos con programas como Mundo latino, En casa de Lucy, TV Mujer y La vida light. De igual forma, ha sido columnista y redactora de muchas publicaciones en formato de magazín y periódicos. Se ha convertido en toda una especialista del buen comer, y las amas de casa la siguen y preparan sus recetas, muchas de ellas agrupadas en su libro De mi cocina… con poca grasa pero con mucho sabor.
Lucy siempre ha sido una mujer encantadora, luchadora, talentosa y orgullosa de su familia. Sus hijos Carlos, Danny y Lucy han sido siempre sus colaboradores, y con ellos ha realizado la mayoría de sus proyectos. Cuando la ves, tiene en su sonrisa el amor por esta isla. Hablas con ella y te regala la sinceridad de esa historia vivida y el triunfo ganado por esfuerzo propio. Si bien fue una mujer influyente, poderosa y decidida, compartió su éxito con otros y abrió puertas para la producción y presentación de propuestas interesantes en una época donde se hacía una televisión pensada, respetuosa y con mucha clase.
Por eso la nostalgia alegre de esta semana va por ella. Porque nuestra inolvidable “chica del tiempo” siempre será la hermosa mujer sin tiempo.