La práctica meditativa debe ser abordada de una manera muy personalizada. No todos pueden estar quietos por largo rato y tampoco para algunos es fácil estar sentados en posición de loto (o piernas cruzadas). Es por eso necesario explorar diferentes tipos de meditación para así encontrar la que es más viable en el momento determinado.

Se debe tener en mente que para una práctica meditativa es mejor tener calidad que cantidad. Lo que quiero decir con esto es que es mejor meditar por menos cantidad de tiempo, pero que el mismo sea de calidad meditativa versus hacer lo contrario. Al comienzo, con solo 3 a 5 minutos es suficiente. La meta es que en esos 3 a 5 minutos permanezcas enfocado en el objeto meditativo (en ese algo que decidiste que ibas a enfocar tu atención). El objeto meditativo es lo que hace que haya meditaciones diversas, ya que se puede decidir enfocar en diferentes elementos.

Antes de comenzar una meditación hay que preseleccionar el objeto de meditación. El mismo se puede seleccionar de acuerdo con los gustos y tendencias personales. Por ejemplo, si se es visual puede que funcione mejor enfocarse en una imagen versus un sonido. Lo contrario también es cierto. De esta manera es que se logra una práctica meditativa efectiva.

A continuación, comparto algunos tipos de meditación para que puedan servir de guía. Hay tipos infinitos de meditación, pero es importante comenzar por explorar algunos y así lograr identificar el que va más con el "yo" en el presente.

Estos son algunos tipos de meditación que puedes explorar:

1. Guiada: En esta meditación alguien dirige la imaginería a través de la voz. Esto puede ocurrir en presencia física de esa persona o por medio de una grabación prehecha. Es recomendado utilizar audífonos para este tipo de meditación pregrabada para que nada pueda distraer en torno al momento de la experiencia con las imágenes.

2. Con mantra: Aquí el objeto de meditación es la repetición verbal o mentalmente de una frase corta que puede ser “Yo soy”, “Me amo” o en sanscrito como “Om” o “So Hum”.

3. De sonido: Estas meditaciones solo funcionan cuando se es muy auditivo. Se puede hacer con música instrumental o vocalizaciones donde no haya construcción de un lenguaje definido. De esta manera se experimenta la meditación como trance o experiencia meramente vibracional.

4. Con un cuarzo: Al integrar un cuarzo dentro de una meditación, se puede simplemente enfocar en sentir el cuarzo en contacto con la piel (en el área del pecho o incluso la mano). También se puede mirar unos segundos el cuarzo y luego cerrar los ojos manteniendo la imagen del mismo con los ojos cerrados.

5. Con enfoque en un objeto fijo: La idea en este tipo de meditación es enfocar la mirada en un objeto fijo. Mientras más tiempo se deje la atención puesta en el objeto, más el cuerpo entra en el espacio meditativo.

6. Movimiento: Esta meditación puede hacerse mientras se hace algún tipo de ejercicio, o serie de posturas en donde el objeto meditativo se vuelve el movimiento per se. Se puede enfocar también en el cambio del ritmo respiratorio.

7. Transcendental: En este tipo de meditación el enfoque es en la naturaleza y cualquiera de los elementos. Hay un elemento contemplativo por lo que la persona escoge si se va a quedar observando con detenimiento un paisaje, un arcoiris, el mar o cualquier elemento por el periodo de tiempo determinado.

Una vez se identifique un tipo de meditación que funcione para el "yo" en el presente, entonces, la meta debe ser meditar por esos 3 a 5 minutos de manera diaria para crear la constancia necesaria. Es de esta manera que se crea el hábito saludable de meditar.