Quien ha tenido una mascota sabe el amor incondicional que nos ofrece. Es totalmente cierta la frase "el perro es el mejor amigo del hombre". Nuestros canes llegan a ser parte de nuestra familia, nos llenan de felicidad, nos hacen reír y hasta se convierten en nuestro paño de lágrimas en los momentos difíciles.

Nadie en el hogar te recibe con más alegría que tu perro, salta, te busca juego, te mueve la cola sin importar que lo hayas regañado esa misma mañana.

Todos los días en algún lugar del mundo alguien pasa por el dolor de perder a su mascota. Los sentimientos de tristeza y llanto en ocasiones son incomprendidos por otros y las palabras "tranquilízate, solo era un animal", en lugar de dar consuelo, evocan más tristeza y coraje. Son las personas de edad avanzada y los niños los que más podrían afectarse con esta pérdida ya que el significado en sus vidas es aún mayor. Para las personas de la tercera edad podría ser su compañero de vida, la compañía ante la soledad. Para los niños su amigo de juegos, con quien se acurruca en la cama. 

Cuando perdemos a este otro miembro de la familia los siguientes sentimientos pueden arroparnos:

· Profunda tristeza

· Sentimientos de pérdida o luto

· Culpa- por el tiempo que no se pudo compartir o porque no lo pudo ayudar (entre otras cosas)

· Llanto

· Falta de interés por las cosas que usualmente disfrutamos

· Evitar a toda costa frecuentar los parques que visitaron ni ver sus cosas, aunque no queremos deshacernos de ellas.

· La idea de tener otra mascota podría ser aterradora ya que pensamos que nunca encontraremos a ningún perro igual (lo cual es cierto).

La perdida de una mascota puede llevar a su dueño a una depresión.

Cuando estamos pasando por una situación de tanto dolor es reconfortante hablar con alguien que entienda como te sientes, quizás una persona que haya pasado por lo mismo o comparta tu amor por los animales.

Otras recomendaciones son: 

· No te sientas mal por lo que sientes, permítete sentir, llorar, es algo totalmente normal.

· Modifica tu rutina, incluye otras actividades para mantener tu mente ocupada.

· Escribir resulta beneficioso para algunos. En mi adultez temprana perdí a mi mascota. El llanto y la tristeza me abatieron. Me senté, le escribí una carta sobre lo feliz que me había hecho su presencia y esto me sirvió de cierre y ayudo a sanar.

· Si hay niños en la casa, no oculte su dolor pero demuestre las emociones de forma controlada. Hable con ellos según su edad, no les mienta diciéndoles que se perdió. 

· Mantener sus juguetes, collares y otros artículos lo que hacen es ayudarlo a  auto-infligirse más dolor.

Luego de terminado este proceso de duelo y se sienta preparado, no cierre la puerta a la posibilidad de la llegada de otra mascota.


Los animales son terapéuticos, sean  de raza o “satos”. Hay miles de mascotas que esperan ser rescatadas y poder pertenecer a una familia que les de amor: Esta familia puede ser la suya. Jamás encontrará un amor tan sincero e incondicional como el de su perro.

Si desea coordinar una cita con la Dra. Ingrid Marín Espiet, en su oficina localizada en el área metropolitana puede comunicarse al (787)222-4999.

Para consultas sobre este tema puede hacerlo vía email: imarinespiet@gmail.com.