Ansiedad por separación en adultos
"El Trastorno de Ansiedad no debe ser confundido con la codependencia"
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 años.
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A nadie le gustan las despedidas, pero a pesar de que no son agradables y casi siempre vienen acompañadas por tristeza, el ser humano tiene la capacidad de adaptarse.
Claro está, hay momentos en que separarse hace que la tristeza nos embargue pero al pensar en lo bien que estará la persona, lo alegre que se sentirá o los logros que obtendrá hace que nos recuperemos y nos sintamos felices con mayor rapidez.
¿Qué pasa cuando ese sentimiento es tan reconfortante que nos lleva a confrontar problemas en nuestro desempeño, cuando el separarse de ese ser querido más que tristeza nos causa miedo?
Se conoce mucho del Trastorno de Ansiedad por Separación (TAS) en niños pero no se habla de cómo esto puede darse en adultos.
El TAS, según el Manual de Diagnóstico y Tratamiento (DSM 5,2014), lo define como el miedo o ansiedad excesiva para el nivel de desarrollo del individuo, concerniente a su separación de aquellas personas por las que siente apego.
El individuo que padece de este trastorno puede experimentar:
-Preocupación más allá de lo normal cuando una de las personas a las que siente apego se marcha. Miedo a que tenga un accidente, lo asalten o le ocurra cualquier otro acontecimiento negativo.
-Miedo excesivo al separarse del hogar y/o de la persona de quien se siente apegado. Miedo a la separación.
-Pesadillas relacionadas al tema.
-Resistencia a dormir fuera del hogar o separado de la persona de quien se siente apegado.
-Quejas somáticas tales como dolores de cabeza, malestar estomacal, vómitos entre otros.
-Miedo a estar solo o sin la compañía del individuo de quien se está apegado, aún en presencia de amigos o seres queridos.
-La duración de estos síntomas en adultos es de aproximadamente seis meses aunque puede durar más tiempo. El miedo, la desolación y preocupación desmesurada del que lo padece lo puede llevar a confrontar problemas en el trabajo, la familia y las amistades.
El Trastorno de Ansiedad no debe ser confundido con la codependencia. Tampoco debemos restarle importancia ya que el que lo padece sufre de una ansiedad extrema que lo puede llevar a deprimirse.
Las personas más propensas a padecer del TAS son aquellas que poseen diagnóstico previo de ansiedad y/o depresión. Aun así si nadie está exento de pasar por algún episodio de esta naturaleza.
Si te sientes de esta manera debes buscar ayuda, no pienses que es normal. Todos nos preocupamos por nuestros seres queridos y disfrutamos de su compañía pero cuando se convierte en algo extremo, no es normal y mucho menos saludable.
Si desea coordinar una cita con la Dra. Ingrid C. Marín Espiet, Psicóloga Clínica puede comunicarse al (787)222-4999 o vía email: imarinespiet@gmail.com
Psicóloga clínica licenciada, conferenciante, recurso para medios de comunicación escrita, radial y televisiva. Experiencia como profesora universitaria. Práctica privada con 18 años de experiencia clínica en el área de salud mental ofeciendo servicios de psicoterapia a adultos, niños, adolescentes, parejas y comunidad LGBTT. Experiencia en preparación mental de atletas.
Natural del pueblo de Arecibo, egresada de la Universidad Carlos Albizu Miranda, Recinto de San Juan.
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