La mayoría de los profesionales de la salud, y la comunidad en general, conocen los beneficios de la leche materna, tanto para el bebé como para la madre. Pero muchos no reconocen que la lactancia es la norma y que existen riesgos al no lactar.

El mayor riesgo es la idea de que las “fórmulas” o leches artificiales pueden sustituir a la leche materna. Para lograr convencernos de esto, se utilizan en las propagandas y mercadeo de estas leches artificiales, mensajes subliminales como por ejemplo; utilizan el nombre “fórmula” que nos hace pensar en algo científico y que, por lo tanto, es bueno, utilizan el apellido “maternizada” implicando que puede sustituir a la leche materna. 

Además, añaden “pregúntale a tu médico”, dando a entender que el médico lo aprueba y, por lo tanto, es buena para nuestros bebés. Lo triste de todo esto es que muchos médicos y hospitales promueven las fórmulas y regalan muestras dando a entender que esa es la alimentación adecuada para los bebés. Al no educar, ayudar y apoyar a la madre para que lacte a su bebé los están exponiendo a unos riesgos.

Los bebés alimentados con fórmulas (leches artificiales) tienen:

1.   Mayor morbilidad (se enferman más; más otitis, más gastroenteritis, etc.).

2.   Más riesgos de desarrollar reacciones alérgicas (incluyendo el asma).

3.   Probabilidad de desarrollar intolerancia a leches artificiales (de vaca, soya, etc.) produciendo alteraciones del sistema digestivo. Ejemplo: diarreas, estreñimiento, úlceras, vómitos, sangramientos intestinales, cólicos, etc.

4.   Más incidencia de tener problemas de aprendizaje.

5.   Mayor incidencia de desarrollar diabetes juvenil.

6.   Menos coeficiente intelectual (I.Q.)- de ocho a diez puntos menos, ya que el desarrollo neurológico no es el óptimo.

7.   Mayor riesgo de muerte de cuna.

8.   Mayor riesgo de desarrollar algunos tipos de cáncer.

9.   Mayor riesgo a padecer de caries y problemas de mal oclusión (dental).

Estos son solo algunos de los riesgos de dar formulas a los bebés, pero la madre que no lacta también tiene riesgos, veamos algunos:

1.   Mayor riesgo de cáncer de seno, ovario y útero.

2.   Mayor probabilidad de desarrollar osteoporosis.

3.   Aumenta la probabilidad de padecer de diabetes, sobre todo si desarrolló diabetes gestacional durante el embarazo

En una sociedad como la actual, donde la violencia, el maltrato y la poca unión familiar están a unos niveles tan altos, no nos podemos arriesgar a olvidarnos de los lazos emocionales que se producen durante la lactancia.  Siendo esta uno de los pilares para lograr una crianza de apego, crucial para lograr una sociedad más emocionalmente estable y amorosa.

El autor es pediatra y educador en lactancia con oficina en la torre médica del Hospital Auxilio Mutuo. Teléfono (787) 764-2274. Twitter: @DrMarioRamirez.