Somos únicas, irrepetibles, poderosas
La periodista Mónika Candelaria celebra el mes de la mujer y reclama que las permitan vivir con las mismas oportunidades en todos los sectores.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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Soy la segunda de tres hijas, pero en realidad somos una. Desde pequeña, veía las princesas como un sueño. Sin embargo, la vida misma nos enseña que el cuento de la corona, el príncipe azul y el final feliz es solo eso.
Mis padres fueron enfáticos en que los sueños se construyen despiertos. Que las acciones y lo que haces para lograr tus metas tienen más valor que el dinero que puedas ganar con ellas. Que hay que trabajar duro para labrar nuestro propio camino.
Tuve el sueño de ser reina de belleza, porque esto traería nuevas experiencias a mi vida. No fui coronada, pero gané conocimiento, para mí, fue el despertar de nuevas pasiones. Me llevó a encaminar a otras niñas y jóvenes que tenían el mismo sueño que tuve. Emprendí y abrí una academia de modelaje. Lejos de promover estereotipos, mi objetivo fue ayudar a construir y a fortalecer su autoestima que, en muchas ocasiones, es lastimada por personas que tenemos cerca. Allí aprendieron de mí, pero aprendí mucho más de ellas.
Luego de estudiar en la Universidad de Puerto Rico y de tener estas experiencias que me dan mucha satisfacción, comencé mi carrera profesional como parte de los talentos de uno de los canales de televisión principales en Puerto Rico y esa fue mi ventana para que me conocieran un poco más. De ahí, surgió la oportunidad de unirme al equipo de noticias al que pertenezco y poco a poco, llegué hasta donde estoy. Nada fue en vano. Tengo el privilegio de llegar a millones de hogares aquí y afuera todos los días, que me hacen partícipe de su diario. Humildemente, agradezco cada gesto de cariño y me recuerda la importancia de ser uno mismo y de mantener los pies en la tierra. Estoy más que agradecida.
Precisamente, el agradecimiento es una de las virtudes que debemos tener presente en cada paso. Cada puerta que se abre, incluso las que se cierran, suponen una oportunidad para hacer algo distinto y tenemos que aprovecharlas. En mi caso, lo he hecho para avanzar en mi propósito de vida. Desde mi rol, tengo la responsabilidad de transmitir mucho más que noticias. Se trata de conectar con los demás con sensibilidad y respeto. Retribuirle la oportunidad que tengo y promover noticias que motiven, inspiren y ayuden a otros.
Y es que cada uno debe tener claro su propósito en este mundo, sin embargo, sé que muchas veces el camino para encontrarlo se nos hace complicado.
Como mujer, me siento orgullosa de cada paso que he dado. Las mujeres tenemos por delante un abanico de posibilidades y cada día se hacen más evidentes. Recientemente, fuimos testigos distantes de un momento histórico. Hoy en día, son más las mujeres que lideran en grandes naciones e incluso en compañías multinacionales. Un gran ejemplo es que, por primera vez, la vicepresidenta de los Estados Unidos es una mujer. La diversidad de nuestra voz tiene distintos matices, reflejo de la realidad misma. Ahora somos más visibles, tenemos una voz más fuerte.
Somos únicas e irrepetibles. Somos poderosas, siempre lo hemos sido, sobre todo cuando nos unimos. Juntas somos más solidarias, más empáticas, más tolerantes, mejores personas.
En este mes, conmemoramos y celebramos a la mujer trabajadora, pero no necesitamos regalos, flores o chocolates. Solo queremos que nos permitan vivir con las mismas oportunidades en todos los sectores porque nos lo hemos ganado y porque nos lo merecemos. Aspiro a que no sea un sueño, sino a que sea la realidad.