Aborto: un asunto local
“Estoy segura de que la controversia, según no terminó con Roe v. Wade, mucho menos termina con la decisión del caso de Mississippi”.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
PUBLICIDAD
Se dice que los derechos adquiridos jamás se deben ceder. Esa máxima ha guiado las negociaciones de toda índole desde que tengo recuerdo. Ha sido respetada y aplicada por los tribunales de forma constante en la resolución de casos. Hoy sin embargo, nos encontramos ante un escenario en el que un derecho reconocido por décadas, deja de serlo, para en adelante volver a ser un privilegio.
Me refiero a la práctica del aborto, cuya regulación el Tribunal Supremo de los Estados Unidos, acaba de devolver a los estados para que la reglamenten como estimen pertinente. Muchos estados ya han aprobado leyes para restringir significativamente este procedimiento quirúrgico y muchos otros están en vías de hacerlo, uno de ellos Mississippi, cuyo caso se decidió la pasada semana, revocando Roe v. Wade.
Aquí en Puerto Rico, tenemos varias versiones propias de proyectos de ley a esos fines. El más adelantado es el Proyecto 693 del Senado, que propone prohibir el aborto después de las 22 semanas de gestación. Una medida que ahora se estudiará en la Cámara de Representantes con una luz distinta.
Estoy segura de que la controversia, según no terminó con Roe v. Wade, mucho menos termina con la decisión del caso de Mississippi. Hay una profunda división en las posturas sobre el tema. Algunas opiniones están sustentadas en la ciencia, otras en convicciones morales o religiosas que también están protegidas por la Constitución.
Menuda tarea la de nuestros legisladores hoy. Como ahora el tema del aborto es un asunto local, a ellos les recuerdo algunas cosas que no deben perder de vista, cuando estén considerando este asunto.
Por ejemplo: que el trabajo legislativo sirve a los intereses del todo el país y no de grupos en particular; que la Constitución de Puerto Rico reconoce expresamente el derecho a la intimidad, contrario a la Constitución de los Estados Unidos; que es importante la opinión y el consenso de la comunidad científica y, por último, que Puerto Rico es la jurisdicción más pobre en todo el territorio norteamericano.
Y usted se preguntará, ¿que tiene que ver la pobreza con el aborto? Pues mucho, porque nadie creerá realmente que se va a limitar el aborto. En cualquier caso se va a cambiar la forma en que se practica, de una manera segura, supervisada por un médico y regulada como es hoy; a la clandestinidad, donde las medidas de salubridad son inciertas y poniendo el riesgo la vida de la madre.
¿Acaso no era así, cuando se prohibía el aborto? ¿Acaso la prohibición detenía a la mujer que estuviese verdaderamente convencida de que abortar era su única opción? La diferencia será que la mujer que tenga los recursos económicos viajará a un lugar donde pueda realizarse el procedimiento de manera segura. Y las pobres lo harán como puedan, pero no tengan duda de que van a abortar si lo necesitan.
Ahora, si esta discusión que se da en todo Estados Unidos y Puerto Rico, a usted le parece importante, como debe ser en muchos otros asuntos, asegúrese de que su voz sea escuchada. Independientemente de cual sea su postura, la voz de todas es importante. Llame y escríbale a su representante o senador. Salga a protestar si es necesario, eso es importante también y es su derecho.
Y a futuro, la próxima vez que haya elecciones, no se conforme a ciegas con lo que le ofrece el partido de su preferencia. Estudie bien a los candidatos, todos, legisladores y alcaldes incluidos. Elija a personas que puedan representar verdaderamente las ideas suyas y sus convicciones. Y sepa como piensan, antes de otorgarle la inmensa responsabilidad de hablar a nombre suyo.
Periodista con tres décadas de experiencia en la cobertura del quehacer público. Reportera y mujer ancla de Las Noticias de TeleOnce. Ganadora en múltiples ocasiones de los premios Emmy, Premio Nacional de Periodismo y Premio a la Excelencia Periodística.
Egresada de la UPR. Observadora desde el punto de vista de la mujer, de los asuntos que ocupan al país. Defensora de la equidad para todas. Madre de tres jovencitas, a quienes quiere dejarle un mejor país.
Tirando ancla
Una mirada analítica a las situaciones que afectan a Puerto Rico y a su gente, desde la perspectiva de la mujer.