El reconocido promotor estadounidense Gary Shaw falleció. El pasado enero, sufrió un paro cardíaco y, desde entonces, estuvo confinado a una cama en su residencia en Florida. Meses después, dio su último suspiro. Tenía 79 años.

Shanes Mosley, Diego Corrales, Winky Wright, Tim Bradley y Fernando Vargas fueron algunos de los boxeadores que estuvieron bajo el manto de Shaw, quien no fue el prototipo de promotor que vestía chaqueta y corbata. Prefería usar una camiseta de manga corta, pantalones largos y zapatillas deportivas.

Antes de lanzarse a la aventura de promover eventos de boxeo, Shaw trabajó con la Comisión Atlética de Nueva Jersey durante 28 años. Shaw se inició como ejecutivo para la empresa Main Events en 1999 antes de fundar su compañía Gary Shaw Productions en una época donde Top Rank, Don King y Lou DiBella dominaban el deporte.

“(Gary) fue uno de los promotors más influyentes cuando estuvo con Showtime”, recordó Francisco “Paco” Valcárcel, presidente de la Organización Mundial de Boxeo (OMB). “Una vez falleció la persona que dirigía Showtime Boxing, se le fueron los peleadores, pero ya había hecho bastante dinero”.

Shaw no fue un extraño de Puerto Rico. Estuvo en la esquina de Vargas negociando la pelea contra Félix “Tito” Trinidad en el 2000. También cuando Winky Wright enfrentó a Trinidad en el 2005.

Además, fue uno de los tres promotores que firmaron José “Sniper” Pedraza cuando optó por dar el salto al profesionalismo en el 2011. Javier Bustillo y Lou DiBella fueron los otros dos.

“Gary tuvo varios campeones mundiales en los tiempos buenos de Showtime. Una vez dejó de ejercer como promotor, trabajó un tiempo como asesor de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB)”, recordó Valcárcel.

El último evento de Shaw fue en el 2015 en Brooklyn, Nueva York. El escenario fue el Barclays Center donde el boricua Miguel Cotto y Daniel Geale disputaron la faja mediana (160 libras) del Consejo Mundial de Boxeo (CMB). Cotto ganó por nocaut técnico en cuatro asaltos.

Shaw estuvo en Puerto Rico tan reciente como el 2021 durante una cumbre de los cuatro principales organismos reguladores del boxeo rentado como parte de la Convención Anual de la OMB. Shaw fue pintorezco, afable, pero muy serio en su menester.

Sin dudas, deja una profunda huella en la era moderna de un deporte cuya cifra de promotores relevantes cada día es menor.

Que descanse en paz.