Siempre me ha molestado la gente que piensa que todo tiempo pasado fue mejor. Pero, con el pasar de los años, me he dado cuenta de que es inevitable mirar atrás sin sentir un poco de nostalgia.

¡Ok, me estoy poniendo vieja!

El punto es que cuando llega la Semana Santa, recuerdo cómo se conmemoraba esta época que ahora prácticamente pasa desapercibida para tantas personas. Y no estoy hablando de religión, hablo de tiempo de reflexión, que es algo que todos necesitamos independientemente de si somos creyentes o ateos.

Y por supuesto, la televisión se sumaba a la tradición de guardar este tiempo de recogimiento, ofreciendo una programación especial durante toda la Semana Santa. Así que, nos gustara o no (a mí me gustaba), había que ver las mismas películas de las historias de la Biblia –algunas muy malas producciones–, año tras año.

Gracias a Dios, luego llegó el VCR a nuestros hogares y se podían alquilar mejores películas. Cuando salió The Passion of the Christ (2004), rápido se convirtió en un clásico. Menos mal que el año pasado lanzaron la serie The Bible (History Channel) para darle break a la producción de Mel Gibson. De hecho, la serie, que fue adaptada en el filme Son of God, está disponible en DVD y Blu Ray.

Aunque ya no lo hacen toda la Semana Santa, al menos mañana, Viernes Santo, los principales canales ofrecerán programación especial. Telemundo iniciará a las 6:00 a.m. con la película Esther, y también emitirá San Francisco y Santa Clara (9:00 a.m.), Jesús (1:00 p.m.) y María (6:00 p.m.), entre otras. Wapa, por su parte, comienza a las 5:00 a.m. con 7 Pounds, y presentará varios filmes, entre ellos The Bible (10:00 a.m.), en estreno, Barabbas (6:00 p.m.) y Ben Hur (10:00 p.m.).

Y por Univisión, a partir de las 5:00 a.m., se verá la película Jesús, el Niño Dios; la celebración de la Pasión de Nuestro Señor, Presidida por el Papa Francisco a las 11:00 a.m.; el Vía Crucis con el Papa Francisco a las 3:30 p.m. y el especial Son Of God, Un Reino sin Fronteras a las 10:00 p.m., entre otros programas.

En resumidas cuentas, si este fin de semana se queda viendo televisión, asiste a la iglesia o se va pa’ la playa, dedique un tiempito a la introspección, que nunca está de más.

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