¡Bien puñeiro!

Una de las cosas más divertidas que le puede suceder a un imitador es encontrarse frente a frente con la personalidad a la que imita, pues es la oportunidad de demostrar cuánto ha logrado copiar al original. Además,  es una forma de validar  que el imitado acepta y respeta su trabajo.

Por supuesto, también prueba que la personalidad tiene buen sentido del humor y que no le molesta que lo conviertan en una  parodia. Y es una movida inteligente, porque aquellos que han expresado molestia por una imitación, lo que han logrado es hacerla más famosa.

 Entre los que han dado rienda suelta a su buen humor está el Chef Piñeiro, quien la semana pasada estuvo en  Noche [i]legal (Univisión) para conocer al  “Chef Puñeiro”, al que da vida la actriz Lizmarie Quintana. Ambos se gozaron el encuentro y  eso se reflejó en la pantalla. 

Libre para apagarla

Me di la oportunidad de ver el estreno de la telenovela Libre para amarte, el pasado martes a las 7:00 p.m. por Univisión. Y, en un acto de masoquismo, me obligué a verla hasta el final. Aclaro que me encantan las canciones y hasta las loqueras de Gloria Trevi, pero hasta ahí.

Como actriz y protagonista de este culebrón, la cantante mexicana hace lucir a Thalía como Meryl Streep. Para completar, el guion es malo, malísimo. Supongo que la intención era hacer una combinación de melodrama y comedia, pero nada que ver.

Lo más divertido que tiene es tratar de descubrir cuántas cirugías plásticas se ha hecho la Trevi en la cara, mientras trata de impartirle emoción a su “Aurora”. Más que gracia, me dio pena ver a actores de trayectoria, como Jesús Ochoa, haciendo un papel tan ridículo como el de “Zacarías”. ¡Con razón les dieron un machetazo a los capítulos!

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