Sebastián Rosado, de 23 años, nació con perlesía cerebral. El pasado domingo, en una actividad muy bonita en Juncos, fue llamado a pasar por lo tarima para recibir un reconocimiento por su liderato.

La coordinadora del evento, Annie Torres, comentó que Sebastián es un ser humano extraordinario, quien luego de enfrentar dificultades para participar en una carrera se dio a la tarea de organizar un evento deportivo de carácter inclusivo que facilitara la participación de personas con impedimentos, que al día de hoy se sigue celebrando.

Sebastián, ayudado por un equipo especial, se colocó en posición vertical y con mucha firmeza agradeció en primer lugar a Dios por el regalo de la vida y luego a todos los que hicieron posible el reconocimiento.

Se veía muy seguro y con mucho aplomo, también muy contento y agradecido. Frente a él, como parte del público presente se veían radiantes y llenos de orgullo sus progenitores Jaime Rosado y Nora Vallejo, dos titanes que ejemplifican lo que realmente significa ser unos extraordinarios papá y mamá.

Conozco bien a esta familia y hoy quiero presentarla como referente de amor y compromiso, como muestra su extraordinario hijo Sebastián.

Él es un joven encantador, fanático de la música del ayer y exquisito conversador, un joven quien, de la mano de sus padres, ha superado todos obstáculos que la vida le ha presentado.

Siempre sonriente y feliz, con su mera presencia y proyección invita a la reflexión a quienes gustan de la queja y nunca están conformes con las circunstancias de su vida. También para aquellos que aprovechan cualquier excusa para no dar el máximo y luchar por ser felices.

En Juncos, Sebastián brilló, recibiendo la distinción de Baluarte Puertorriqueño que otorga la Fundación Nelson Milán. 

Aprovecho para hacer extensivo el reconocimiento a los padres de Sebastián y con ellos a todos los padres y madres valientes que acogen con gallardía la responsabilidad de criar y formar a niños que nacen con necesidades especiales.

Soy fanática de todos ustedes y merecen ser distinguidos como Baluartes Puertorriqueños. Nadie hace tanto como ustedes, para cumplir como padres, nadie.

Cuando se trata de respaldar a sus hijos, defenderlos y echarlos adelante, no hay fatiga ni obstáculo que los detenga. Amar tanto es una virtud que debe hacerlos sentir orgullosos.

Jaime, Nora y todos los padres de niños con condiciones especiales, son ustedes verdaderos baluartes puertorriqueños.

Sus hijos, como Sebastián, son un regalo para la humanidad y para nuestro País. Gracias por su enorme aportación y por recordarnos con su entrega que lo mínimo que podemos hacer por nuestros hijos, es siempre dar el máximo. ¡No hay excusas!