Se puede revivir a la tortuga de las Galápagos
Solitario George, el último príncipe reptil de las Islas Galápagos, puede estar muerto, pero científicos dicen ahora que podría no ser la última tortuga gigante de su especie.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 12 años.
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Solitario George, el último príncipe reptil de las Islas Galápagos, puede estar muerto, pero científicos dicen ahora que podría no ser la última tortuga gigante de su especie después de todo.
Investigadores afirman que pueden ser capaces de resucitar las subespecies de la Isla Pinta estableciendo un programa de inseminación con otras 17 tortugas que contienen material genético similar al de Solitario George, quien murió el 24 de junio en el archipiélago del Océano Pacífico frente a la costa de Ecuador después de varios intentos fallidos de reproducción.
Edwin Naula, director del Parque Nacional Galápagos, dijo el jueves en una entrevista telefónica que la probabilidad de lograrlo es alta.
"Sería la primera vez que una especie sería recuperada después de que se ha declarado extinta", dijo Naula.
Pero no sucederá de la noche a la mañana.
"Esto se va a tomar más o menos 100 o 150 años", señaló. "Lo que se ha encontrado no son descendientes puros de Solitario George, no son una especie igual pura".
"Los rasgos genéticos no han desaparecido, pero tampoco están completos", agregó.
Científicos tomaron muestras de ADN de 1.600 tortugas en el Volcán Wolf, y encontraron la variedad Pinta en 17, aunque su estructura genética completa era variada.
A través de inseminación se pueden obtener especies "cien por ciento puras", dijo Naula, un biólogo.
Naula indicó que las 17 tortugas fueron transferidas de la Isla Isabela, donde se encuentra el volcán, al centro de inseminación del parque en Santa Cruz, isla principal del archipiélago, cuya flora y fauna única ayudó a inspirar el trabajo de Charles Darwin sobre la evolución de las especies. Los resultados serán publicados en la revista Conservación Biológica, señaló el parque.
El estudio del Volcán Wolf fue dirigido por la Universidad de Yale y el Parque Nacional Galápagos con ayuda financiera de Conservación de las Galápagos.
En un comunicado de prensa, el parque dijo que científicos suponen que las tortugas gigantes de la Isla Pinta podrían haber llegado al Volcán Wolf después de haber sido capturadas como alimento para la tripulación de barcos balleneros y lanzadas posteriormente por la borda.
Al menos 14 especies de tortuga gigante habitaron originalmente las islas ubicadas a casi 1.000 kilómetros (620 millas) de la costa de Ecuador y sobreviven 10.
Para los 180.000 turistas que llegan anualmente a las Galápagos, incluidas celebridades, era obligada una visita a Solitario George.
Antes de que llegaran los humanos, las islas eran la morada de decenas de miles de tortugas gigantes. La cifra cayó a aproximadamente 3.000 en 1974, pero un programa de recuperación manejado por el parque nacional y la Fundación Charles Darwin ha tenido éxito y aumentado la población general a 20.000.
La edad de Solitario George al morir era desconocida, pero científicos creen que tenía cerca de 100 años, no especialmente viejo para una tortuga gigante.