Inventan un vasito para orinar sin tener que tocar el inodoro -VÍDEO
El recipiente desechable fue diseñado por un matrimonio de San Germán que, como muchos, tuvieron que reinventarse y cambiar su rumbo laboral.
![Delma Rosado y John Medina fundaron Mia & Carlos, una empresa con la que esperan manufacturar otros productos prácticos, como el P-Cup. (carla.martinez@gfrmedia.com)](https://www.primerahora.com/pf/api/v3/content/fetch/image-resizer-v1?query=%7B%22website%22%3A%22primera-hora%22%2C%22imageUrl%22%3A%22https%3A%2F%2Farc-anglerfish-arc2-prod-gfrmedia.s3.amazonaws.com%2Fpublic%2FEVJ7EGWMNJH3BMFDFT2X3JP7QU.jpg%22%2C%22width%22%3A2560%2C%22redirect%22%3A%221%22%2C%22external%22%3A%221%22%7D)
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 12 años.
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La creatividad se juntó con el desempleo, y Delma Rosado y John Medina decidieron que ya era tiempo de inventarse algo. La idea ya estaba ahí y solo necesitaban darle forma al P-Cup, un vaso para orinar desechable que evita tener que sentarse en el inodoro.
El concepto surgió hace unos años, cuando Delma estaba embarazada y los constantes deseos de orinar la obligaron a visitar múltiples baños públicos. En ese momento pensó que sería ideal tener un recipiente desechable donde pudiese orinar cómodamente.
“Después de que tengo a mi hija, con más razón. No quería que mi hija tocara los inodoros públicos”, señaló como la segunda motivación para desarrollar el producto.
Aunque la posibilidad de crearlo se mantuvo en la imaginación, haber perdido su trabajo de ingeniera y la reducción en ventas del carretón de comida de su esposo John fueron los detonantes para llevar a la realidad el vaso desechable para orinar.
“Tenía el carretón de comida pero con la crisis económica bajaron las ventas demasiado y decidimos cerrarlo. Teníamos que tomar la decisión. Si queríamos enfocarnos en el producto, teníamos que dedicarle tiempo”, expresó el chef.
Como la experiencia de Delma es en control de calidad y conoce cómo se manufactura, no dudó en que junto con su esposo lograrían sacar adelante la idea. La pregunta que se hizo Delma fue si valía la pena continuar en la industria de donde había sido desplazada o si se arriesgaba. Escogió lo segundo.
¿Qué tiene de diferente usar el P-Cup en lugar de un vaso cualquiera?
Este producto es ancho, es cóncavo. Los vasos son en forma de círculo y no necesariamente cubren el área completa. Con este no va a haber derrame y es totalmente desechable.
Según explicó, el recipiente de papel se desdobla y se coloca bajo el área genital. Al terminar de orinar, el líquido se vierte en el inodoro y el vaso se descarta en un zafacón.
“La idea original es para cuando estamos en la calle y que lo uses dentro de un baño. Si lo quieres usar afuera, después que lo deseches bien, lo puedes utilizar”, señaló y añadió que tanto ella como sus hijos lo han utilizado en el carro “de emergencia”.
¿Hay gente que se ha burlado del producto?
La gente se ríe, pero después entienden. El baño es un tabú para la gente. Pero otros dicen que es innovador.
La niña de Delma y John, de cinco años, está acostumbrada a usar el P-Cup en baños públicos. Tanto así, que es ella quien se lo pide a su mamá. Y tanto Delma como su esposo piensan que es un producto ideal para niñas y niños que evitaría el “¡no toques!” cada vez que los lleven a un baño.
Como la pareja no es de hacer cosas “a lo loco”, Delma y John se aseguraron de tener todos los permisos necesarios para manufacturar el P-Cup y tienen, por supuesto, la licencia sanitaria. “Si no, no tendríamos el producto terminado”, afirmó la ingeniera que cree en que a veces hay reinventarse.
Si existe o no algo parecido, no les consta. Se encargaron de navegar por la Internet y cotejar patentes y no encontraron nada semejante.
Seguros de que el P-Cup será el primero de muchos inventos de origen puertorriqueño, fundaron Mia & Carlos, una empresa que lleva el nombre de sus hijos y con la que esperan manufacturar cualquier cosa que se les ocurra que pueda ser funcional.
El lanzamiento oficial del P-Cup todavía no ha ocurrido, pero ya se lo presentaron a una gran tienda por departamentos y lograron un acuerdo. También participaron del Festival de la China en Las Marías, donde aprovecharon para promocionarlo.
“Ahí estuvimos dándolo en promoción y mucha gente compró el producto”, aseguró John.
Con la selección del nombre, P-Cup, buscaron jugar con el sonido de pick up, que es recoger, y el evidente pee cup, vaso para orinar. Ya, incluso, algunas de las personas con las que ha tratado para la distribución del producto se refieren a ella como “Delma, la del P-Cup”.
“No todo está inventado. Hay otras cosas que se pueden hacer, que se pueden inventar. Yo creo que estamos en la dirección correcta”, reiteró la ingeniera, quien confía en que el baño deje de ser un tabú para que la gente se atreva a probar el producto.