El Departamento de Seguridad Pública informó hoy que la ciudadanía ya puede llamar al 9-1-1, pues se logró que las llamadas sean redirigidas (call forward) al teléfono de la Policía de Puerto Rico, 787-343-2020, donde hay personal disponible para atenderlas.

Se indicó que Seguridad Pública gestionó la situación con empresas proveedoras de telefonía y el Negociado de Telecomunicaciones.

Los Centros de Recepción de Llamadas del Negociado de Sistemas de Emergencias fueron cerrados anoche debido a casos positivos de coronavirus.

“Los empleados que tuvieron o pudieron haber tenido contacto con las personas afectadas, fueron puestos en aislamiento y se realizarán las pruebas para detectar COVID-19 en los próximos días, como establecen los protocolos del Departamento de Salud. De otra parte, ambos edificios serán descontaminados y próximamente se informará la fecha en que reanudarán las operaciones”, expresó ayer el secretario de Seguridad Pública, Pedro Janer.

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El 9-1-1 recibe de 10,000 a 12,000 llamadas al día, de acuerdo a Aramis Cruz, vicepresidenta de la Unión de Trabajadores de las Comunicaciones.

Cruz señaló que el sindicato advirtió desde inicio de la pandemia lo que pasaría si no se activaba un plan de contingencia coherente.

“Desde marzo hemos tratado de llevar sugerencias a la administración y las tenemos por escrito… les hablamos de tener un plan de acuartelamiento de cinco días con personal adiestrado para que en caso de que alguien enfermara, los servicios no se trastocaran en lo que se hacía el protocolo y las pruebas”, apuntó.

Tras el cierre del 9-1-1, Seguridad Pública también dispuso el teléfono 787-724-0124 del Negociado de Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (Nmead). No obstante, el comisionado Nino Correa reconoció hoy que para la agencia "es cuesta arriba” atender las llamadas debido a limitaciones de personal y equipo.

“Si alguien llama, es importante que sepan que queremos hacerlo lo más rápido posible, pero han habido momentos que se puede tardar un poco”, mencionó Correa. “Estamos tratando de hacer el trabajo, no se espera que estas cosas pasen. Es la primera vez que esto sucede, la gente no puede comparar otros momentos, nos toca a nosotros ahora y queremos ser responsables”, aseguró.