Whitefish no se ha ido na'
Le siguen asignando trabajos y ahora es que la Junta de Gobierno de AEE le dicen a Ricardo Ramos que negocie los términos de la cancelación.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 7 años.
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El presidente de la Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Riego (UTIER), Ángel Figueroa Jaramillo, censuró que se le sigan asignando trabajos a la empresa Whitefish Energy Holdings, a pesar de la directriz el gobernador Ricardo Rosselló de que se cancele el contrato.
En entrevista con Radio Isla, Figueroa Jaramillo dijo que la resolución 4564 de la Junta de Gobierno de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) se pretenda que el actual director ejecutivo Ricardo Ramos está negociando el contrato de salida.
“El juego que hace el gobierno por tratar de, por un lado, de apaciguar un huracán categoría 5 o más como es Whitefish, y ahora vemos como la Junta de Gobierno mandata al director ejecutivo, que ha defendido a capa y espada el contrato a Whitefish, a que negocie la salida. ¿Por cuanto van a negociar, por $300 millones?”, dijo Figueroa Jaramillo.
“Siguen negociando con esta empresa, que está seriamente cuestionada en su capacidad y, segundo, el trabajo que le asignaron no han cumplido las expectativas”, indicó el líder gremial, al recordar el retraso en conectar parte del tramo entre Manatí a Bayamón.
Whitefish debe terminar de reparar las líneas de Manatí a Barceloneta, de Monacillo a Juncos, de la central Aguirre a Aguas Buenas y de la central Aguirre a Aguas Buenas y Sabana Llanas.
Figueroa Jaramillo censuró estos nuevos trabajos, a pesar de la directriz de Rosselló de cancelar el contrato con esta empresa.
“O el gobernador tiene un doble discurso o le han tomado el pelo al gobernador”, dijo Figueroa Jaramillo.
Sobre los trabajos de recuperación del sistema, Figueroa Jaramillo dijo que los materiales no están fluyendo para ellos poder avanzar en el proceso. Por ejemplo, dijo que llegaron unos postes de cemento de 60 pies, pero no les han alquilado las grúas necesarias para transportarlos.
"Los compañeros hacen de tripas corazones pero llega el momento en que no pueden seguir reciclando", dijo Figueroa Jaramillo.
"No están fluyendo con la rapidez que se necesita para que el trabajo sea más rápido", sostuvo.