Vulnerabilidad entre boricuas
“Afortunadamente, yo logré coger mi tren y llegar a mi casa, pero había muchas, muchas personas tratando de entrar"
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 11 años.
PUBLICIDAD
Preocupación y miedo que se tratan de controlar para poder seguir adelante. Esa fue la reacción similar entre algunos boricuas que viven en el estado de Massachusetts.
Lourdes Rivera, quien trabaja en un edificio federal cercano a donde ocurrieron las explosiones, contó que sus superiores les ordenaron a todos salir inmediatamente del edificio antes de que se cancelara la transportación pública.
“Afortunadamente, yo logré coger mi tren y llegar a mi casa, pero había muchas, muchas personas tratando de entrar... Es una tragedia que haya pasado esto con tantas familias que estaban disfrutando del maratón y del día feriado”, afirmó con un poco de nerviosismo.
Gabriel Piovanetti, quien trabaja hace año y medio en una firma de arquitectura en Boston, se encontraba en su oficina cuando un colega le informó lo ocurrido. De inmediato, se puso a buscar detalles en los medios de comunicación y contactó a otros puertorriqueños que viven cerca de él y a sus familiares en la Isla.
“Me puse un poco nervioso, no te voy a decir que no, pero traté de estar tranquilo, que es lo que está en control de uno como ser humano... Esto te hace entender que estás vulnerable dondequiera que sea”, indicó.
Deepak Lamba Nieves, un economista boricua que trabaja hace varios años en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), logró auxiliar a personas que llegaron hasta ese lado de la ciudad caminando desorientadas y buscando ayuda. Más tarde, se movió más cerca del lugar de la tragedia y en el camino se topó con otros cientos de personas que salían a pie, algunos gritando a todo pulmón el nombre de algún allegado. Sin embargo, no vio histeria ni pánico. Una de las cosas que más le conmovió fue corredores extranjeros buscando abrigo porque la temperatura empezaba a bajar y no tenían idea de dónde estaban alojados.
“Todo esto es bien fuerte”, expresó.
La periodista Firuzeh Shokooh Valle contó que de inmediato la ciudad se llenó de bomberos y policías, mientras que se trasladaban los heridos a los hospitales.
“Es un golpe muy fuerte para la ciudad... no solamente en cuestión de economía, es un golpe material y simbólico”.