Vistas judiciales virtuales llegaron para quedarse
La transformación tecnológica de los tribunales y el éxito de esos procesos garantizan su permanencia tras la pandemia.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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Los esfuerzos y la millonaria inversión que realizó la Rama Judicial para lograr el reinicio de la justicia el pasado año en medio de la cuarentena a causa de la pandemia de COVID-19 no se desvanecerán una vez culmine la crisis salubrista.
El director administrativo de los Tribunales, el juez Sigfrido Steidel Figueroa, hizo constar que esta fase tecnológica, que incluye la realización de muchas de las vistas judiciales por medio de videoconferencia, llegó para quedarse.
“De esta experiencia ganada, de la incorporación agresiva de la tecnología y el desarrollo de estos protocolos podemos decir que lo que se hizo como algo excepcional, como algo fuera de la norma para tratar de atender la pandemia, mucho de eso se va a quedar como parte de la normalidad posterior a la pandemia. Si algo se ha ganado dentro de tanta calamidad que hemos tenido en el pasado año es precisamente ver y convencer sobre nuevas formas en que se puede hacer el trabajo judicial, que garantiza a su vez el derecho de todas las partes”, afirmó en entrevista con Primera Hora con motivo de la conmemoración del año en que el COVID-19 transformó la cotidianidad en la Isla.
Steidel Figueroa fue más lejos al anticipar que si surgen modalidades más actualizadas que el uso de la aplicación Zoom para realizar videoconferencias o de la transmisión de vistas por YouTube para que la prensa y el público en general tenga acceso a algunos casos de interés, también serían introducidas en un futuro para continuar activos en esta era tecnológica.
“El poder judicial de Puerto Rico es hoy, como lo es en muchos lugares de Estados Unidos y del mundo, un poder judicial que tiene unas herramientas tecnológicas y tiene una comunidad jurídica en su mayoría convencida de que estas herramientas son útiles para la litigación y para la atención de las necesidades de la ciudadanía en los tribunales”, justificó.
Cuando se decretó la pandemia el pasado año, “el sistema de justicia, particular los tribunales, se afectó dramáticamente”, expresó Steidel Figueroa.
Términos prescriptivos quedaron paralizados hasta el verano pasado. La actividad presencial en los tribunales se redujo a solo cuatro horas al día y solo para casos excepcionales. Mientras, al igual que la mayoría de los patronos en el mundo, se comenzó a activar el trabajo remoto.
La experiencia que ya tenía la Oficina de la Administración de los Tribunales para proveerle servicio a la población de Vieques mediante videoconferencias desde el Tribunal de Primera Instancia de Fajardo fue usada como base para lograr atender las necesidades judiciales de toda la Isla.
Las primeras semanas de la pandemia se utilizaron para adquirir equipos y herramientas tecnológicas, establecer protocolos y ofrecer adiestramientos. En general, se enfocaron en lograr que el sistema judicial funcionara de manera virtual. Una asignación de $15,916,736 que les otorgó la Junta de Supervisión Fiscal a los tribunales ayudó a comenzar con esta fase de transformación. Actualmente, reclaman otros $30 millones de reembolso bajo la ley federal de Ayuda, Alivio y Seguridad Económico del Coronavirus (CARES Act).
Los casos de asuntos civiles, familia y mediación fueron los primeros en reactivarse. Los casos criminales comenzaron a verse poco después.
Hacia la normalización
A un año de la pandemia, el uso de la viodeoconferencia continúa siendo esencial en el servicio que prestan los tribunales. No obstante, ha comenzado a registrarse un aumento de casos presenciales, principalmente en aquellos que es necesario presentar prueba, explicó el juez.
Steidel Figueroa informó que se programan alrededor de 500 casos presenciales a la semana en los tribunales de la Isla, principalmente los de Primera Instancia, en San Juan, Bayamón, Fajardo, Carolina, Utuado, Arecibo, Aguadilla, Ponce, Mayagüez, Caguas, Humacao, Aibonito y Guayama. La información la ofreció al estipular que el sistema comienza a dar señales de normalización.
“Hoy día tenemos una actividad presencial mayor en la medida en que los procesos judiciales se han ido retomando. En la medida que el proceso de inmunización va avanzando y haya más ciudadanos inmunizados, la actividad presencial va a aumentar mucho más”, comentó, al exponer que no tienen cifras oficiales sobre cuántos jueces y alguaciles ya fueron vacunados.
Para lograr la normalidad en los tribunales, hoy también se dará un paso importante al permitirse que hasta el 75% de los empleados de los tribunales asistan de manera presencial; el resto continuará remoto”
-Sigfredo Steidel Figueroa
Cabe destacar que en septiembre pasado, el Tribunal Supremo tomó una determinación para validar que los casos criminales, que son los más que requieren presentación de pruebas, también sean atendidos mediante videoconferencia.
El director administrativo de los Tribunales reconoció, sin embargo, que el juez puede tener discreción en plantear la necesidad de que un caso se atienda de manera presencial. Pero, la aprobación final le corresponde al juez administrador de cada región judicial.
Otra determinación importante tomada por el más alto foro judicial de la Isla fue a los fines de ordenar que los testigos permanezcan con mascarillas durante su testimonio, una controversia en la que muchos de los abogados aún no están de acuerdo.
Los acusados sumariados, entretanto, atienden los procesos judiciales solo por vídeoconferencia, ya que no está permitida la entrada y salida de los reos de las cárceles para evitar casos de coronavirus.
Para lograr la normalidad en los tribunales, hoy también se dará un paso importante al permitirse que hasta el 75% de los empleados de los tribunales asistan de manera presencial; el resto continuará remoto.
¿Garantizada la justicia?
Ante estos nuevos retos que enfrenta la Rama Judicial, se le cuestionó a Steidel Figueroa si se ha logrado hacer que reine la justicia, la razón y la verdad en esta nueva etapa. El juez destacó que los funcionarios de la judicatura han estado comprometidos con cumplir con sus compromisos hacia el pueblo.
“El estado de derecho ha cambiado, no ha cambiado el interés de funcionarios y jueces de prestar el servicio como se requiere. Hay voluntad administrativa”, puntualizó.
Detalló que el uso de la tecnología solo se ha convertido en una herramienta para facilitar que los procesos judiciales puedan tener continuidad.
“Puede ser que, en cierto tipo de casos, en cierto tipo de asuntos, la videoconferencia satisfaga las expectativas de todos los actores en ese proceso y las necesidades de todos. Te traigo un ejemplo: una persona que tiene un caso que no va para juicio y lo que hay es una vista transaccional, es decir, donde las partes van a tratar de ponerse de acuerdo para poner fin al pleito, pues posiblemente la videoconferencia sea una alternativa idónea. ¿Por qué? Porque las personas no tienen que trasladarse a los tribunales, porque las personas pueden seguir su ritmo de vida sin tener que separar todo el día para comparecer a esa vista y porque los abogados y abogadas que van a acudir a la vista pueden, además de ver esa vista por videoconferencia, programarse para atender cualquier otro asunto desde su oficina en cualquier parte de Puerto Rico. Por otro lado, puede haber planteamientos de las partes en que la videoconferencia no es adecuada para poder dirimir credibilidad y eso es un asunto judicial que se tendrá que plantear ante el juez, para que determine la viabilidad de la videoconferencia a la luz del caso”, manifestó el director administrativo de Tribunales.
Añadió que “lo que quiero decir es que la tecnología y la videoconferencia no son un fin en sí mismo, pero han demostrado ser una herramienta adecuada para, dentro de estas circunstancias, poder atender la necesidad de servicio que tiene la gente y la necesidad de distanciamiento social para garantizar la seguridad. La experiencia de muchos jueces y juezas del poder judicial es que han podido realizar todo tipo de procedimiento, que van desde asunto de relaciones de familia, asuntos civiles, hasta ciertas etapas del proceso penal, mediante videoconferencia con éxito. ¿Qué ha habido dificultades? Claro. La actividad presencial también tenía dificultades”.
Bajan los casos
En este año pandémico, específicamente desde marzo del 2020 hasta mediados de febrero, se habían concluido en los tribunales 78,337 casos judiciales. Esto incluye asuntos de competencia municipal, casos criminales y civiles, controversias de familia, entre otros.
Para que tenga una idea, en el año fiscal 2018-2019 se atendieron en los tribunales 179,787 casos y para el años 2019-2020 sumaron 154,671.
Mientras, en el año fiscal 2018-2019 se realizaron 48 juicios por jurado, en el año fiscal 2019-2020 unos 31 casos y en lo que va del año fiscal 2020-2021 unos seis casos.
Steidel Figueroa explicó que en la Isla los juicios por jurado nunca “han sido muchos”.
Pero más allá de estas estadísticas, el juez reconoció que en los pasados años se ha registrado una disminución de casos judiciales producto de la migración de boricuas hacia los Estados Unidos, la crisis económica y ahora con la pandemia.
“La pandemia lo que ha hecho es incorporar un elemento adicional que ha afectado el flujo normal de casos en los tribunales en este pasado año, por distintas razones. Aun cuando los tribunales han operado, han estado abiertos y han creado herramientas distintas para continuar su operación. Debemos recordar que desde el 16 de marzo hasta junio o julio hubo un periodo donde una resolución del Tribuna Supremo paralizó el transcurrir de los plazos. Eso implicaba que, si una demanda debía ser presentada en abril, porque expiraba el termino prescriptivo para presentarse, pues no tenía esa urgencia, podía presentarse más adelante. En ese periodo, hubo sin duda una reducción de presentación de casos. Pero, también recuerde que la operación de las oficinas de abogados estuvo limitada o en algunos casos cerradas por las órdenes ejecutivas”, explicó.
Las suspensiones de casos generadas por problemas de conectividad al internet, casos de coronavirus o cualquier otra circunstancia suscitada en medio de la pandemia son otro escenario del cual no hay constancia. Steidel Figueroa reconoció que no se han levantado estadísticas para conocer si realmente hay un problema.
“No tenemos estadísticas que nos pueden decir con certeza cuántos casos se suspenden hoy y que se puedan comparar con cuántos casos se suspendían antes de la pandemia. Sí puedo decir que recibimos comentarios frecuentes, tanto de abogados como de jueces de que han podido atender su calendario por videoconferencia sin los desplazamientos y cómo esa realidad le representa ahorros significativos en tiempo y recursos para atender el calendario judicial”, sostuvo.
De inmediato, aclaró que muchas de las suspensiones se generan por circunstancias “originadas por la pandemia” y no por problemas en el funcionamiento de la tecnología implementada para realizar la vista.
En general, el director administrativo señaló que “el hecho que todos estamos convencidos de que nuestra seguridad es importante hoy en día por la emergencia que enfrentamos ha generado una apertura para explorar las posibilidades de la tecnología. En ese sentido, si algo positivo podemos encontrar es, precisamente, la facilidad con la que se pudo introducir la tecnología, desarrollar procedimientos, y la apertura que ha tenido el País para explorar con la tecnología”.
Si usted tiene dudas sobre el funcionamiento judicial en esta época de la pandemia, puede comunicarse al centro de llamadas que se ha establecido para ayudarle. El teléfono es 787-641-6263.