Residentes del Guánica aseguran que no se puede bajar la guardia ante los movimientos de tierra que se continúan experimentando en la zona, como el ocurrido hoy y cuyo epicento fue ubicado a 8.03 Km al sur-sureste de Guánica.

“La gente está nerviosa, hacía días que no se sentía uno tan fuertecito y pues todavía las estructuras están afectadas”, dijo Luis Omar García Mercado, líder comunitario del barrio Arenas.

“Sí sigue el miedo latente, y yo creo que todavía no habíamos tenido la preparación suficiente (para la emergencia)”, apuntó.

García Mercado, indicó que aun intentan organizar un colectivo de sicólogos y de otros profesionales de la salud mental para que los vecinos lo tengan disponible para comunicarse. “Hemos estado en los pasados días tratando de estructurar algo con eso. Y hoy le vamos a estar dando un poquito más de velocidad porque los recursos los teníamos”, apuntó.

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Recientemente el líder comunitario dio a conocer que la comunidad se había organizado a través de la Red Comunitaria de Respuesta y firmaron un acuerdo con el Laboratorio Clínico Toledo para hacerle la prueba a vecinos que presenten los síntomas del coronavirus, así como a sus familiares.

Dijo que dentro de las nuevas circunstancias provocadas por el novel virus y la posibilidad de que se vuelva a estremecer la tierra, buscarán la manera de adiestrar a la gente con talleres de primeros auxilios, rescate y comunicación por radio KP4.

“Ahora vamos a ver cómo nos adaptamos a esta nueva realidad y a distancia tratar de replicar esos talleres porque esto de los temblores sigue. La gente tiene que estar ready, preparada con su plan, con su mochila. Si hay que salir afuera, pues salir afuera y vemos cómo lo trabajamos dentro de esta otra circunstancia (del coronavirus)", señaló.

“No se puede bajar la guardia porque las estructuras siguen afectadas y entonces aunque la intensidad no sea grandísima como de 6, si ya esas estructuras ya están afectadas las grietas van a seguir”, dijo.

William Martínez, líder comunitario del barrio la Luna, indicó por su parte, que ya está acostumbrado, pero movimientos de esta magnitud por lo general obliga a vecinos a regresar al campamento que mantienen el parque de la comunidad.

“Se estremeció bastante las estructuras, yo estoy en casa de mi suegro pelando una china para comérmela cuando empezó el movimiento. Aquí no ha dejado de temblar, todos los días tiembla. Ayer se sintieron dos bastante fuertes. Hoy se sintió bastante fuerte porque fue aquí cerca de Guánica”, relató.

“Si nos toca en la Isla entera es bien triste porque ahora mismo con lo del coronavirus y un sismo, sería un mega caos”, manifestó.

Asegura que cada vez que ocurre un temblor siempre hay una tensión. “Hay que estar todo el tiempo bajo guardia, hay que estar pendiente a eso. Vamos a ver cuántos llegan hoy al campamento. Van a llegar personas, eso es obliga’o. Mayormente son personas mayores las que llegan allí. Aunque se queden en sus vehículos siempre vienen, están la noche y se van”, apuntó.

Martínez sostiene que se mantiene a la expectativa porque si en algo impactan los terremotos a los vecinos es la salud mental. “Esto lo que trabaja el área más mental. La mente uno la carga 24 horas”, dijo.