La reciente movida del municipio de Camuy de cobrar un “cargo por servicio” por los entierros realizados en sus cementerios municipales reveló una creciente práctica de los ayuntamientos que desplaza a la figura pintoresca del sepulturero, deja en manos de empleados municipales toda labor que en este proceso se realiza y, en ocasiones, obliga al funerario a realizar la función de recaudador de lo que describen como un “impuesto”.

Pero, no solo los municipios han comenzado a cobrar por hacer entierros. También en algunos pueblos, como Yabucoa y Hormigueros, cobran arbitrios por la construcción de las fosas que debe enviar a hacer el familiar del fallecido, pues el municipio no se hace cargo.

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Tras múltiples acercamientos para entrevistas, sólo el alcalde de Yabucoa, Rafael Surillo Ruiz, aceptó que la movida se dio en su pueblo hace tres años a causa de la eliminación del Fondo de Equiparación, una partida que recibían del gobierno y era distribuida a base de una fórmula por el Centro de Recaudación de Ingresos Municipales (CRIM).

El líder popular justificó que se cobren $150 para residentes del municipio y $250 para los no residentes para realizar un entierro en el cementerio municipal; o entre $25 a $35 en el arbitrio por la construcción de la fosa, “por la reducción que hemos tenido nosotros en el Fondo de Equiparación, que nos ha reducido el presupuesto y hay que estar buscando alternativas de todos los gastos que incurre el municipio en estas actividades con las que no se tenían ningún tipo de recobro. Son varias medidas que pudieran, de alguna manera, ayudarnos a que podamos dar el servicio y recuperar algo”.

Según se desprende de las entrevistas realizadas por Primera Hora, son los municipios del noroeste los que, principalmente, han impuesto este cargo por servicio para realizar una sepultura en sus cementerios.

El alcalde de Camuy, presidente de la Federación de Alcaldes, Gabriel Hernández Rodríguez, solo pudo identificar dos pueblos que lo han implementado. Señaló a San Sebastián y Moca. Mientras, el presidente de la Asociación de Alcaldes, Luis Javier Hernández Ortiz, alegó que no había escuchado nada sobre esta práctica y que en su pueblo de Villalba no se cobra.

No obstante, en el noroeste se detectó que Aguada y Aguadilla también cobran para hacer un entierro en sus cementerios.

Trascendió que el pueblo que más cobra es Aguadilla. El alcalde Julio Roldán no estuvo disponible para entrevista. Sin embargo, su portavoz de prensa, José Cruz, detalló que existe una ordenanza municipal que dispone el cobro desde principios del 2000. En la actualidad se cobra $400 por entierros en tierra, $200 en nichos y $150 por cenizas.

San Sebastián, Moca y Aguada cobran $100 por entierro.

En el caso de Aguadilla, la familia tiene que ir a pagar este costo directamente al municipio. Pero, en San Sebastián, es el funerario el que se encarga de cobrar a la familia y pagar al municipio, especificó Iván F. Ríos Soto, encargado de la Funeraria Ríos-Caldas de San Sebastián.

Camuy quiere cobrarles a las funerarias

Lo que ha inquietado a los funerarios es que la movida de Camuy los señala como responsables del pago que se debe hacer al municipio por realizar entierros en los cementerios municipales de este pueblo norteño, dijo el presidente de la Cámara de Dueños de Funerarias y propietario de la funeraria Santa Ana de Cabo Rojo, Luis González.

“Eso es un impuesto que él está poniendo y que la funeraria sea quien lo pague y eso no nos corresponde a nosotros. Eso le corresponde a la familia, porque el panteón no es de nosotros. Es de la familia”, afirmó.

La entrada en vigor del cobro por entierro en Camuy ocurrió el pasado 1 de marzo.

Para cobrar este cargo, la Legislatura Municipal aprobó por unanimidad el 12 de diciembre pasado la ordenanza número 28. La misma fue detallada a los funerarios el 24 de febrero en una reunión que sostuvieron con el alcalde. En la misma estuvo presente González.

La ordenanza establece que su propósito es “reglamentar la administración, uso y funcionamiento de los cementerios”. Pero, el cargo impuesto se detalla en el “Reglamento para la administración, uso y funcionamiento de los cementerios Remanso de Paz, Camuy Memorial Park, Cementerio Viejo, Cementerio Viejo, Cementerio Salamé ‘Saro’ Cortés Alicea del barrio Quebrada, y el Cementerio de Veteranos Camuyanos” que se incluyó a la ordenanza.

El documento expone que desde el pasado 1 de marzo se puso en vigor tres “cargos por servicio” en los entierros efectuados en los cementerios municipales. El primero es de $100 y se cobraría para los entierros que se reporten de lunes a viernes, el segundo es de $150 para aquellos que se realicen sábado o días feriados, mientras el tercero es de $175 por sepulturas realizadas los domingos.

El reglamento expone que “todo agente funerario será responsable, previo a coordinar los servicios de inhumación, (de) pagar el cargo por servicio”.

Pero, el alcalde de Camuy explicó que el cobro a los funerarios se realizará de manera mensual y que el funerario tiene 10 días para emitir el pago una vez el municipio le envíe la factura.

“Esa ordenanza en ningún momento le está aumentado el cargo a residentes de Camuy”, sostuvo Hernández Rodríguez.

Manifestó que su intención es que sean los funerarios los que paguen por el servicio de entierro, ya que desde la pandemia han aumentado los costos de los funerales, no pagan impuesto de venta y uso (IVU) y solo el municipio le cobra por la patente de su negocio.

Sin embargo, el presidente de los funerarios aceptó que el costo se lo pasan a las familias.

“Nosotros no nos oponemos como funerarios, pero ese cargo quien tiene que pagar es la familia, porque nosotros no tenemos nada que ver con el cementerio”, sostuvo González.

Hernández Rodríguez ripostó que “yo espero que no sea así, (que se lo pasen a la familia). La intención de la ordenanza se explica por sí sola. El costo es a los dueños funerarios, no a los ciudadanos”.

Sobre la descripción de “impuesto” que le dio el presidente de la Cámara de Dueños de Funeraria al cargo, el alcalde insistió que se trata de un “cargo por servicio”. Aludió que el municipio mantiene las instalaciones del cementerio limpias y que tiene que tener dos empleados municipales durante el entierro para que abran la fosa y luego la sellen, entre otras cosas.

Estimó que el municipio haría como $25,000 a base de este cobro.

“Ese dinero es para pagar el propio departamento (a cargo de los cementerios), que jamás y nunca con $25,000 pagamos. Nosotros tenemos excavadoras para hacer fosa, carpinteros, que levantar la fosa cuando viene la funeraria, comprar materiales de construcción, empleados. Esa cantidad sobrepasa por muchísimo”, dijo al exponer que con ese dinero solo le da para pagar un empleado y medio.

De paso, rechazó que este cobro por servicio lo haya compartido con sus compañeros de la Federación de Alcaldes como idea para obtener más recaudos.

Se copia de San Sebastián

El alcalde de Camuy reveló que usó la ordenanza municipal de San Sebastián como modelo para imponer este nuevo cobro.

“Fue que vi la ordenanza y la adopté acá”, soltó.

Pero, el alcalde de San Sebastián, Javier Jiménez, detalló que el cargo en su pueblo no es para los funerarios, como alegó Hernández Rodríguez.

“Eso no es un impuesto. Ese es el cobro por el servicio de los empleados para recibir el funeral”, soltó en primera instancia.

Dijo que se impuso hace “varios años” para evitar las especulaciones que había cuando la familia debía pagar un sepulturero.

“Cuando la funeraria llega al cementerio, ellos llegan y el cadáver tiene que ir a un panteón. Anteriormente, la gente alquilaba una persona para hacerse cargo de abrir el panteón, bajar el cadáver y sellar y ese servicio hace algún tiempo el municipio lo está dando”, detalló el alcalde, que no supo precisar la cantidad que recaudan en este cobro.

Dijo que con los $100 que le cobra el funerario a la familia, “se evita la especulación por el costo de dar el servicio, se estabiliza un costo”.

El funerario Ríos Soto, por su parte, explicó que los $100 que se cobran en San Sebastián “lo paga el familiar. Claro, nosotros le llevamos el dinero al municipio, nos dan recibo y ese recibo se lo doy a familiar como que pagó”.

No cree que el cargo esté caro. Alegó que ese dinero “no recompensa con las dos personas que pone municipio para hacer trabajo en el panteón”.

Tanto el alcalde Jiménez como el funerario destacaron que más cobran los cementerios privados por el servicio de enterramiento.

Ríos Soto alegó que en el cementerio privado de su pueblo sobrepasa los $800.

Por su parte, el alcalde de Aguada, Christian E. Cortés Feliciano, indicó que en su municipio se cobran $100 desde el 2010. Para esta fecha, dijo, no administraba el pueblo. Sin embargo, justificó que se haga el cobro, “porque es un servicio que se está dando, el servicio de remoción y sellado de panteón”.

En Aguada, es el familiar quien debe ir al ayuntamiento a emitir el pago y no la funeraria, como ocurre en San Sebastián, Camuy y Yabucoa.

Cabe destacar que el alcalde de Moca, Ángel “Beto” Pérez, y el de Hormigueros, Pedro Juan García Figueroa, no estuvieron disponibles para entrevista para hablar sobre el tema del cargo por entierro y arbitrio en construcción de fosas.

La encargada de la funeraria Moca Memorial, Rosa Muñiz, reveló que en su pueblo se analiza la posibilidad de aumentar el cargo por entierro, que en la actualidad es de $100.

Más caros los entierros

En lo que coincidieron los funerarios entrevistados es que este cargo por entierro lo que hace es encarecer los funerales, que en la actualidad inician en los $3,000. Eso no incluye el gasto que incurre la familia en la compra de un panteón.

“Por eso las familias están optando por cremación, porque no tienen dinero para un panteón o un servicio funeral. La gente no tiene tanto recurso para comprar peatón y le sale mejor velar la persona y después quemarla”, manifestó Ríos Soto.

El costo de los servicios de cremación ronda los $1,800. La persona puede disponer de las cenizas según considere. Tendría que pagar un costo adicional si desea enterrarlas o colocarlas en un columbario.