Poco más de una decena de personas llegó esta mañana al Hotel Normandie en San Juan para pintar la histórica estructura luego de que la semana pasada surgiera una propuesta para su demolición.

Los ciudadanos llegaron al lugar tras un llamado que hizo el joven Luis Alberto Maldonado Ruel para que lo ayudaran a pintar la hospedería por segunda ocasión en una semana.

Posted by Luis Alberto Maldonado Ruel on Sunday, March 21, 2021

El pasado martes en la noche Maldonado Ruel comenzó a pintar el hotel a modo de protesta tras una medida del representante popular Ángel Matos García para expropiar y demoler las instalaciones del Normandie que lleva cerrado hace varios años y cuyas paredes estaban llenas de grafitis. .

Relacionadas

Sin embargo, el jueves el hotel amaneció nuevamente con grafitis. Es por eso que el joven lanzó en sus redes sociales una invitación para que más personas se le unieran y le acompañaran a pintar el establecimiento.

“Esto se trata de Puerto Rico, de nuestro arte, cultura. Estamos aquí haciendo la diferencia por nuestro Puerto Rico, nuestro Normandie”, dijo Maldonado Ruel a través de de un Facebook Live frente al hotel.

Explicó que desde temprano comenzaron a pintar los primeros niveles de lo que fue una famosa hospedería en la capital.

Asimismo agradeció a las personas que le han hecho donaciones para el poder comprar pinturas, rolos y brochas, entre otros materiales.

Maldonado Ruel, además de hacer una exhortación para que más personas llegaran al lugar y le den la mano para remozarlo, destacó la presencia de la arquitecta Astrid Díaz quien llegó a las instalaciones temprano esta mañana.

Cabe destacar que la arquitecta se msotró en contra del proyecto que busca la demolición del edificio.

El Hotel Normandie abrió sus puertas el 10 de octubre de 1942 y fue uno de los pocos hoteles de lujo que existió en la Isla para esa época. Allí se llevaron a cabo actividades sociales y políticas que hicieron de este edificio uno de gran valor histórico y sentimental para varias generaciones de puertorriqueños. La estructura ha permanecido en el abandono durante años.