Vacacionan en el calor de la Isla
Con el cambio de estación, decenas de pájaros llegan a Borinquen huyéndole al frío y buscando alimento.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 11 años.
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Arecibo. Son pequeñas, pero atrevidas.
Las aves migratorias viajan enormes distancias enfrentando todo tipo de peligros para llegar a Puerto Rico, de lugares tan distantes como Alaska y el norte de Canadá.
Incluso, antes de la llegada de los conquistadores europeos y de que se establecieran los primeros habitantes nativos, ya ellas habían descubierto el paraíso tropical donde abunda la comida y el clima es cálido.
El Caño Tiburones -entre Arecibo y Barceloneta- es uno de los escenario donde cientos de hermosas aves llegan desde el inicio del otoño y permanecen hasta la primavera. También hay algunas que simplemente utilizan la reserva como escala para su destino final en suramérica.
“Para agosto vienen llegando las que llaman playeros. Entre ellas vienen unas 40 especies a Puerto Rico, acompañadas también de reinitas migratorias que bajan temprano”, comenzó a explicar el aficionado a la observación de aves Sergio Colón, miembro de la Sociedad Ornitológica Puertorriqueña, Inc. (SOPI).
“Para octubre baja otro gran número de reinitas y otras especies parecidas a los gorriones, otra familia de aves”, añadió, quien lleva más de 20 años como aficionado.
“Cuando llega el frío, las temperaturas posiblemente las mueva, pero otra cosa es la escasez de alimentos. Las aves, al igual que los humanos, acuden a donde hay alimento”, explicó el experto sobre porqué se ven tantas en la Isla.
“Luego, aparecen los patos, cercano a diciembre, cuando el frío ya ha invadido todo Estados Unidos”, dijo.
Entre esos que llegan están: el pato inglés, el zarcel, cuchareta, pechiblanco y cabeciblando. Incluso, se han visto gansos nivales, que son del norte de Canadá.
“Hay unas de ellas (las aves) que vuelan haciendo escala, ya sea en Las Bahamas, República Dominicana y Puerto Rico, pero hay algunas que hacen vuelos directos de la costa Este de Estados Unidos hasta Puerto Rico”, añadió.
Otro observador de aves y guía turístico, Julio Salgado, explicó que en el Caño Tiburones han identificado hasta 220 especies de aves, tanto nativas como migrantes.
Algunas de esas viajeras apenas miden cinco pulgadas y media.
“¿Cómo es posible que esas aves tan pequeñas puedan cruzar esos mares?”, cuestionó Colón quien pidió respeto para ellas, pues se han ganado el derecho a estar aquí.
La directora ejecutiva de SOPI, Ela Cruz, explicó por su parte que la organización busca educar sobre la importancia de preservar zonas como el humedal, para que estas aves nos sigan visitando y evitar lo que sucedió en el suroeste del país con el drenaje de la laguna de Guánica, donde antes abundaban los flamencos y otros pájaros que ya no nos visitan, pero sí a la República Dominicana y demás islas a nuestro alrededor.