Carlos Miranda confesó que la batalla para exigir un nuevo deslinde en el Camino El Faro, en la playa del barrio Puntas, en Rincón, ha sido “larga” y de varias décadas.

Sin embargo, la presunta renuencia de dos propietarios de concederle a la comunidad su reclamo solo sirve como abono, alimentándole el fervor a los rincoeños a continuar su ardua lucha.

Es por eso que hoy, así como lo han hecho tantas veces en el pasado, decenas de personas llegaron a la playa, desde las 7:00 a.m., para protestar de manera artística, mediante la pintura de un mural.

“Estamos en una manifestación artística, pidiendo un nuevo deslinde para el Camino El Faro. Eso es lo que estamos pidiendo”, puntualizó Miranda, del grupo comunitario Rescate del Camino El Faro, a Primera Hora. “Esta es una manifestación pasiva. Todo está transcurriendo en calma”, agregó.

Durante toda la mañana, también se limpió el área, se recortó la vegetación, se identificaron árboles a ser preservados, se pasó “trimmer” y se instalaron postes de madera demarcando la trayectoria.

“Vamos a habilitar ese camino para que sea accesible para quienes lo caminan y tenga sus (respectivas rotulaciones)”, comentó, por su parte, el legislador municipal por el Movimiento Victoria Ciudadana (MVC), Gerardo Rivera, en una publicación en Facebook.

Según relató el grupo comunitario, el Camino El Faro ubica a lo largo de la playa del barrio Puntas entre la playa Domes, frente a la Planta Nuclear, y la playa de Mon Concha, conocida como Pool, que pasa ente el mar y las dos propiedades cuyos dueños han limitado el acceso y de la Antigua Central Nuclear de Agua Hirviente Sobrecalentada. Previamente, el camino se usaba como vía del tren español y, para los 1950s, volvió a ser camino municipal.

“Era de tan común y de obvio conocimiento que el terreno del Camino era uno público, que la AAA (Auroridad de Acueductos y Alcantarillados) construyó debajo de este, para los años 90, la tubería sanitaria que todavía sirve al pueblo de Rincón sin pedirle permiso alguno a propietario alguno”, sostuvo.

No obstante, el grupo comunitario señaló que dos personas “hicieron una transacción ilegal de compra de dicho terreno”, por lo que “fueron limitando lentamente la capacidad del camino, bloqueando primero el paso de vehículos de motor, luego pusieron impedimentos para el paso de bicicletas y caballos y, finalmente, amparados en un deslinde ilegal del 2014, lo mantienen totalmente bloqueado con rocas, verjas y otros impedimentos”.

“El Camino El Faro evidentemente está ubicado en la (zona marítimo terrestre) y, por lo tanto, es propiedad del pueblo y el Estado no puede legalmente venderla ni permitir su invasión, excepto por medios ilícitos corruptos como los que actualmente nos dominan”, aseguró el grupo en un documento de tres páginas que publicaron en Facebook que detalla la historia de la controversia.