Estrés, ansiedad, ataques de pánico y hasta la muerte son algunos de los efectos que tiene la explosión de pirotecnia en personas con diversidad funcional, veteranos, ancianos, infantes y animales, por lo que la Federación Protectora de Animales (FePA) exhortó a los boricuas a dejar de llevar a cabo esta práctica en la época festiva.

“Tenemos que sensibilizarnos ante las circunstancias de otros seres vivientes; no podemos continuar con una acción que no tiene beneficio alguno y que, por el contrario, sus efectos son nocivos, incluyendo a nuestra salud”, sostuvo Yolanda Álvarez, presidenta de la organización, en declaraciones escritas.

Según la organización, esta es la época del año en la que se informa una cantidad extraordinaria de animales perdidos; otros mueren lamentablemente atropellados en las calles. Es por ello por lo que es importante que todos los guardianes identifiquen a su animalito de compañía mediante un collar o microficha que incluya el nombre del guardián y dos números de teléfonos actualizados.

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“La práctica se ha propagado por la Isla por la falta de sensibilidad, y porque quien hace uso de estos explosivos sabe que sus acciones no tendrán repercusiones”, dijo Álvarez, también exhortando al Negociado de la Policía de Puerto Rico a no tener miedo en intervenir también tiene que hacer su trabajo.

“Si una sociedad no es sensible con las personas con ciertas necesidades y los animales, ¿cómo pretendemos vivir en una sociedad de paz? Desde el 24 de diciembre de 2023 han estado lanzando estos explosivos sin que sepamos de intervención alguna”, sostuvo.

Igualmente, la líder de la organización pro-animales emplazó a los municipios para que emulen los ayuntamientos que han prohibido el uso de estos artefactos por el bienestar de las criaturas, así como la comunidad en general.

“El gobierno tiene que ser más eficiente en la incautación de este material ilegal, y las tiendas deben dejar de vender cualquier material que resulten en ruido, que no es necesario para celebrar. Asimismo, las comunidades se deben unir para prohibir tal uso en sus alrededores. Solo así demostraremos que somos compasivos, solidarios con los demás”, puntualizó.

“Si de verdad queremos que Puerto Rico viva en armonía, comencemos por lo más sencillo que es la protección y el bienestar de los seres vivientes que no pueden defenderse por sí mismos”, destacó.