Como si se tratara de uno de los mensajes más importantes de su vida, la profesora universitaria Vivian Santiago habló esta mañana a nombre de la comunidad sorda para agradecer la firma de un acuerdo colaborativo entre el Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR) y la Oficina de Enlace de la Comunidad Sorda con el Gobierno de Puerto Rico, para capacitar a servidores públicos en asuntos que le permitirán una mejor interacción con personas de la comunidad sorda.

“Nos sentimos orgullosos. Nos sentimos que, por primera vez en toda la historia de Puerto Rico, se está creando una historia y se está viendo el verdadero camino”, afirmó.

“No saben lo difícil que es a veces ir a una agencia gubernamental, o una agencia privada, y que las personas no entiendan a uno, o que haya mucho ruido. Nosotros los sordos parciales, cuando hay mucho ruido, no entendemos absolutamente nada. Sabemos que están hablando. Nos da sibilancia, dolor de cabeza, nos mareamos, porque estamos durante horas y horas esperando un servicio, horas y horas que un servicio no llega”, agregó, ante de calificar a todas las personas involucradas en este nuevo proyecto como “parte fundamental e importante de este cambio”.

“Les pido encarecidamente de todo corazón que adquieran estos conocimientos, que es una educación en sus vidas, pero también que tengan presentes que en ustedes va a estar el cambio de la forma de pensar de todos nosotros los sordos, tanto profundos como parciales de aquí de Puerto Rico”, exhortó la profesora,

Santiago comentó que ella está en vías de convertirse en sorda profunda debido a una condición médica y aseguró que en el futuro “quiero encontrarme personas como ustedes que tengan la sensibilidad en la integración de las personas con diversidad funcional, al igual que el lenguaje de señas en sus agencias”.

“Aunque no sean intérpretes, den el máximo, y hagan lo que tengan que hacer”, rogó, antes de tomarse un instante para recordar que, si la persona usa mascarilla, “se nos dificulta a nosotros poder entender, si no leemos los labios. O sea, se nos va totalmente la comunicación”.

El emotivo comentario ocurrió luego de la ceremonia oficial de firma del acuerdo a través del cual, la UPR en Río Piedras, por medio de su División de Educación Continua y Estudios Profesionales (Decep), estará ofreciendo esa capacitación a servidores públicos, que incluye materias relacionadas a la cultura de la comunidad sorda, sistemas electrónicos especializados de video relevo para comunicaciones telefónicas visuales, administración de contratos y lenguajes de señas.

El acuerdo se da como parte de las iniciativas para cumplir con las aspiraciones de política pública establecidas en la Ley 22 de 2021, que busca garantizar los derechos de las personas sordas y subsanar de forma efectiva las brechas de comunicación entre esas personas y las agencias.

El proyecto comenzará con empleados del Departamento de la Familia y posteriormente se espera que se integren otras agencias como el Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR), la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (Assmca) , la Administración de Servicios Médicos (ASEM), entre otros.

Este proyecto incluye también, a través del Centro de Capacitación Laboral, el ofrecimiento para obtener de manera gratuita un Certificado Profesional en Lenguaje de Señas, para familias de escasos recursos que cumplan con ciertos criterios.

Juan José Troche Villeneuve, director ejecutivo de la Oficina de Enlace de la Comunidad sorda con el gobierno de Puerto Rico, explicó que esa certificación responde a la necesidad de la situación de atención a la comunidad sorda “desde distintos flancos”, pues las estadísticas de Puerto Rico indican que el 90% de las personas sordas que nacen aquí, nacen en familias oyentes, y no necesariamente sus padres, familiares inmediatos o vecinos conocen el lenguaje de señas, lo que los deja en un aislamiento por razones lingüísticas.

“Entonces, es bien importante… a nosotros nos interesa impactar comunidad, ese vecino, ese colmadito que está al lado, donde la persona sorda va a comprar diariamente, en ese residencial, en esa comunidad, en ese condominio o lo que fuere, pues también tenemos que atenderlo ahí, porque esto se replica en distintas facetas sociales de esa persona sorda, y empieza a tener como una especie de rezago, sin tener problemas cognitivos, ni problemas ningunos, ni de agresividad ni de salud mental ni nada. Simplemente es un asunto lingüístico, de comunicación, de un grupo de puertorriqueños igual que usted, igual que yo, pero que tienen otro idioma”, afirmó Troche.

Las personas interesadas pueden conocer los criterios para cualificar para esta certificación gratuita, a través de los portales oficiales de la Decep o el Centro de Capacitación Laboral.

Por su parte, la rectora del Recinto de Río Piedras, la doctora Angélica Varela Llavona, aseguró que este proyecto, que es motivo de gran regocijo y orgullo, pone de manifiesto, una vez más, “la vigencia incuestionable de la Universidad de Puerto Rico y de nuestro recinto en la vida, no solo de nuestros estudiantes regulares, sino también del resto de nuestra sociedad”.

Troche agregó que, más allá del curso, este acuerdo daba un paso para servir buscando “que las personas sordas sean atendidas en igualdad de condiciones que cualquier otro ciudadano”.

“Más feliz no puedo estar. Es momentos de cambio que jamás pensamos que iban a poder ser posible porque son servicios un poco complejos. Pero es el inicio de una transformación que no se detiene”, aseguró.