Una radioaficionada al servicio de su comunidad
Tras su retiro como maestra, Carmen Greene encontró un pasatiempo que, además, ha sido de gran ayuda en momentos de emergencia.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Para muchos, ser radioaficionado es un pasatiempo costoso. Se trata del uso de radios de comunicación análoga a través de los que -tras obtener una o varias licencias- las personas pueden comunicarse desde y hacia cualquier parte del mundo. Pero para Carmen Greene, vecina de las parcelas San Romualdo de Hormigueros, no se trata simplemente de presionar un botón y ver con quién puede comunicarse. La maestra retirada funge como Asistente del Coordinador de Emergencias de la American Radio Relay League (organización que agrupa a los radioaficionados en los Estados Unidos), sección de Puerto Rico. También pertenece al Servicio de Emergencia de Radio Aficionados (ARES), otra entidad en la que se registran aquellos que quieren servir como voluntarios en situaciones de emergencia en las que las redes de comunicaciones tradicionales fallan.
Los radioaficionados tienen un rol protagónico en eventos de esa naturaleza, en los que los servicios básicos -energía eléctrica, teléfono, radio tradicional- y/o las redes de comunicación -celulares, internet- pueden fallar o simplemente, no existen en las zonas afectadas. Se convierten en punto de enlace con esas zonas impactadas. “Ahora mismo esto puede ser un ‘hobby’, un entretenimiento. Pero si por casualidad ya están anunciados huracanes, tenemos que estar en alerta por si todo falla, como pasó la última vez del huracán (María). Todo se fue y no nos pudimos comunicar los unos a los otros. Los radioaficionados estuvimos utilizando nuestro equipo voluntariamente para comunicarnos”, explicó Greene.
Todo comenzó en el 2016, cuando Greene se retiró del magisterio donde laboró por 33 años como maestra de Economía Doméstica y como directora escolar. “Cuando terminé mi jornada laboral yo dije, ‘no me puedo sentar en una silla a mirar el oeste, y me acordé de mi papá”. Y es que su difunto padre, Charles Greene, era un asiduo usuario de los radios de banda civil (Charlie Bravo o CB). “Esto yo se lo estoy dedicando a mi difunto padre, mister Charles Greene. A Mr. Charles Greene le encantaba para aquel tiempo utilizar lo que nosotros le llamamos el ‘Charlie Bravo’, el famoso ‘CB’ (banda civil) que tanto se escucha por ahí, que no necesitaban licencia, se comunicaba con varias personas. Todo el mundo usaba un ‘CB’. Así empezamos todos”, sostuvo.
La inversión en radios, antenas y computadoras que asciende a cerca de $5,000 ha rendido frutos pues, en eventos recientes como el huracán Fiona y el terremoto ocurrido en enero del 2020, tanto Greene como las organizaciones a las que pertenece, fueron activadas para asistir al Negociado para el Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (NMEAD), con las radiocomunicaciones. “Cuando de momento surge una emergencia, te convocan para ir al servicio de emergencias del pueblo, o del Estado. Por ejemplo, a mí me ha tocado ir a Mayagüez y estar allí en un turno establecido, pendiente a las comunicaciones por si surge una emergencia”, relató.
Cuando no existe ninguna emergencia, Greene suele encender sus radios y monitorear distintas bandas para estar al tanto de cualquier situación en curso, o simplemente participar de tertulias con personas de lugares tan distantes como España, México, Japón o Venezuela, entre otros países. Además, también es parte de clubes de radioaficionados que frecuentemente se conectan a sus bandas para dialogar, algo que hoy día la tecnología les ha permitido llevar hasta sus teléfonos inteligentes, aunque dependiendo del uso de las antenas utilizadas para esos fines y siguiendo los protocolos de comunicación establecidos para los radioaficionados.
Pero la labor de Greene no se limita a sentarse a esperar a que ocurra una emergencia y que sea activada por el NMEAD, o a esperar las horas de la tarde para sentarse frente a sus radios para participar de tertulias con otras personas del mundo. Greene dedica gran parte de su tiempo a coordinar talleres para capacitar a otros que quieren iniciarse en el mundo de los que en Puerto Rico llamamos ‘KP4′, en referencia a las siglas que identifican a los radioaficionados locales. En el caso de Greene, KP4QVQ.
“Ahora mismo, al pertenecer a ARES, estamos dando conferencias por zonas, donde le explicamos (a los radioaficionados) cómo usar las diferentes frecuencias, tanto las que el gobierno tiene establecidas, como las militares”. Greene también está involucrada en la capacitación a grupos comunitarios sobre las bandas de uso general (General Mobile Radio Service o GMRS) y las bandas de uso familiar (Family Radio Service). Son bandas que no necesariamente requieren licenciamiento, pero las personas que las utilizan deben estar capacitadas en el protocolo de uso.
Así que tras culminar sus labores en el magisterio, el rol como educadora de Greene ha continuado y se ha extendido a través de toda la Isla, esta vez coordinando grupos y organizando personas que desean convertirse en radioaficionados o simplemente, tener una red de comunicación familiar o entre vecinos, para casos de emergencia.
De hecho, Greene exhortó a cualquier persona interesada en iniciarse como radioaficionado, a escribirle al correo electrónico apolonia912@gmail.com para orientarse.