Una amnistía los llevó al éxito, “que se repita”
El ex gobernador pidió fin a la injusticia que se cometía contra los estudiantes de la huelga de 1981.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 11 años.
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Era de noche en 1985. Samuel González estaba en huelga de hambre frente al Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico y Rafael Hernández Colón, que era gobernador, se le aparece y le pregunta qué estaba pasando con la UPR.
González fue circunspecto y le dijo lo imprescindible: que había sido huelguista y que lo que quería era regresar al alma máter a terminar sus estudios, y no lo dejaban.
A González lo habían expulsado de la Universidad, evento en el que fue líder de la huelga de 1981, y le habían imputado falsamente el haber incurrido en actos de agresión, cargos que se cayeron todos en los tribunales.
“Los casos eran fabricados. Decían que, desde la Torre Norte de la UPR, yo con una honda le había roto el cristal a un carro y que, aunque no pesaba más de 120 libras, también había agredido a 40 guardias”.
La huelga del 81 había transcurrido durante el gobierno de Carlos Romero Barceló y, en 1985, Hernández Colón recién regresaba a La Fortaleza.
Aquella noche, el gobernador de Puerto Rico le dijo al joven huelguista que no se preocupara, que su situación “se iba a resolver”.
“Yo había experimentado momentos bien difíciles. Trabajé en Estados Unidos en una fábrica a 10 grados bajo cero… Tú lo que quieres es volver a la UPR, no quieres ir a otro sitio porque tú amas esa universidad”, relató el ex director de la Compañía de Parques Nacionales, plenamente identificado con los expulsados de las huelgas de hace dos años.
González logró que le dieran una amnistía que se decretó a favor de todos los suspendidos por el entonces presidente de la UPR Fernando Agrait.
Después de su retorno, se graduó de abogado, fue asesor legal de la UPR, administrador de sus instalaciones y, curiosamente, también dirigió la Guardia Universitaria de la institución.
“Yo le hago un llamado al gobernador a que busque una amnistía. Yo me beneficié de una el 25 de enero de 1985… Tiene que venir un gobierno con sensatez que inicie ese proceso; a la Universidad le hace falta un proceso de reconciliación”, dijo el ex funcionario.
José Rivera Santana, actual director de la Oficina de Planificación, Ambiente y Urbanismo del Municipio de San Juan, también disfrutó de la amnistía de 1985.
Rivera Santana también trabajó en la compañía Estudios Técnicos y fue director de la Oficina de Planificación de la Compañía de Turismo.
El reconocido planificador pidió que a los estudiantes suspendidos les dejen cumplir sus sueños.