Eran las 6:00 de la tarde de un lunes del pasado mes de diciembre cuando un grupo de alumnos y alumnas del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR) se reunieron en el Centro de Estudiantes de la institución para preparar sándwiches de mezcla, bolsas de meriendas y productos de higiene que repartirían más tarde a los “compas”, como le llaman amistosamente a las personas sin vivienda que se encuentran alrededor del campus.

“Yo era estudiante de bachillerato, y me topaba con estudiantes que estaban en unas etapas mayores a las mías. Les veía interactuar con personas en la calle que estaban en circunstancias diferentes a las mías, y lo hacían con cariño y con un cuidado que motivaba a uno a hacer lo mismo”, compartió Marcos Roche Miranda, estudiante de cuarto año y líder de Recinto Pa’ la Calle, sobre su primera experiencia con la organización en el 2018.

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La agrupación estudiantil surgió en 2011 como un proyecto de estudiantes de la Escuela de Medicina que observaron personas viviendo en las calles alrededor del campus en Centro Médico -muchos usuarios de drogas- que no estaban recibiendo el cuidado o servicios necesarios pese a estar al lado de un hospital público.

Los y las estudiantes que forman parte de Recinto Pa’ la Calle se reúnen cada dos lunes para repartir -hasta las 10:00 de la noche- alimentos y materiales de autocuidado, mientras también ofrecen servicios como limpieza de úlceras en la piel, si las personas desean recibirlo.

Así es una noche con los estudiantes de Medicina del Recinto de Ciencias Médicas que forman parte del grupo Recinto Pa' la Calle.

Durante las rondas de Recinto Pa’ la Calle, los y las voluntarias se sientan junto a las personas para conversar mientras entregan meriendas como sándwiches, frutas, galletas, jugos y botellas de agua, así como bolsas con gasas, curitas, palillos de oído, cepillos de dientes y Narcan, un medicamento para tratar sobredosis de opioides. Asimismo, les proveen ropa y sábanas.

También, les orientan también sobre reducción de daños, lo que significa minimizar los impactos negativos del consumo de drogas para trabajar directamente con las personas sin juzgarlas, discriminarlas, ni exigirles que dejen de utilizar sustancias. En una ronda, pueden atender entre tres a 10 personas.

Marcos Roche Miranda, líder de Recinto Pa' la Calle.
Marcos Roche Miranda, líder de Recinto Pa' la Calle. (David Villafañe/Staff)

Iniciativas como esta, que promueven el pilar del servicio en el RCM, sirven también como escenario de práctica para los estudiantes.

“Un salón de clases fuera del salón de clases”, según Roche Miranda.

La Escuela de Enfermería se deja sentir

Al igual que Recinto Pa’ la Calle, el Centro de Enfermería de Alcance Comunitario Manuel A. Pérez (MAP) forma parte también de las iniciativas en el RCM que sirven a la comunidad puertorriqueña.

“Me es gratificante compartir con la comunidad (del residencial Manuel A. Pérez) un poquito de lo que podemos ofrecerles como futuros enfermeros. Que ellos se sientan en la comodidad de hacernos preguntas, y estén satisfechos con el servicio que les estamos brindando. Que ellos sientan que no están solos y tienen una comunidad que está detrás de ellos, respaldándoles y buscando los recursos que necesitan”, expresó Kariangelys Mojica Navarro, estudiante de cuarto año de la Escuela de Enfermería, durante una feria de vacunación en el centro comunal del residencial.

Paola del Mar Díaz, estudiante de enfermería, administra una vacuna a una residente del residencial Manuel A.  Pérez.
Paola del Mar Díaz, estudiante de enfermería, administra una vacuna a una residente del residencial Manuel A. Pérez. (Vanessa Serra D’az)

Establecido en 1995, el centro de enfermería ofrece servicios de atención primaria como clínicas de azúcar, pruebas de cernimiento de visión, audición, peso y estatura, entre otras, a la comunidad del residencial Manuel A. Pérez, en San Juan. Además, realizan ferias de salud, educación y empleo para los residentes.

Más allá de sus servicios, tantos las y los estudiantes que componen Recinto Pa’ la Calle, como los del Centro de Enfermería de Alcance Comunitario Manuel A. Pérez, ofrecen acompañamiento a comunidades que han sido marginalizadas. Un recordatorio de lo anterior son los escalones que llevan al Centro de Enfermería de Alcance Comunitario, en el segundo piso del Centro Comunal de Manuel A. Pérez, en los que se pueden leer las palabras: compromiso, amor, cuidado, valor, entrega y empatía.

Del mismo modo, el objetivo del centro de enfermería es educar y crear conciencia entre los residentes de Manuel A. Pérez de mantener un estilo de vida saludable, prevenir enfermedades y promover salud en los individuos durante las etapas de crecimiento y desarrollo.

La doctora Luz Virginia Camacho, derecha, es la coordinadora del Centro de Salud Manuel A. Pérez.
La doctora Luz Virginia Camacho, derecha, es la coordinadora del Centro de Salud Manuel A. Pérez. (Vanessa Serra D’az)

La doctora y coordinadora del Centro, Luz Camacho Rivera, dirige a los alumnos de bachillerato, maestría y doctorado de Ciencias de Enfermería. Mientras, Recinto Pa’ La Calle emplea el aprendizaje entre pares debido a que no son acompañados por médicos en las rondas, así que la enseñanza se transmite entre estudiantes de distintos años académicos.

“Seguimos enseñándoles a otros estudiantes que están en primer, segundo o tercer año de Medicina, están en bachillerato e incluso estudiantes de ‘high school’. Estos estudiantes están aprendiendo de diferentes determinantes sociales que inciden en la salud. Aunque no van a ser profesionales de la salud, entran al mundo laboral o a la vida con mayor empatía y conciencia”, puntualizó Roche Miranda.

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