Un sacrilegio el robo de hostias

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 17 años.
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Más que un delito... un sacrilegio.
Como de costumbre, doña Elizabeth Vequilla se levantó temprano y a las 5:45 de la madrugada del lunes abrió las puertas de la parroquia Monserrate de Salinas.
Pero, ese día no fue igual.
Ese día, el párroco Alberto Muñoz Borrero y la feligresía fueron sacudidos como nunca: delincuentes que allanaron la iglesia en la oscuridad de la noche se robaron la sagrada comunión. El botín no incluía nada material. Se llevaron unas 100 hostias consagradas que estaban guardadas en el copón que ubicaba en el altar.
Cuenta el párroco Muñoz Borrero que primero la mujer se percató de que había una hostia en el suelo. Luego, que habían roto el sagrario, que la cruz estaba tirada en el suelo y el copón destapado y vacío.
Contarlo todavía estremece a Muñoz Borrero.
Esa mañana ofició la misa, con la escena, así, como la encontraron.
Fue muy triste, dijo.
Cuando terminó la eucaristía, el Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) se apoderó de la escena criminal y aún tiene abierta una pesquisa.
“Fue lo más grande lo que hicieron: llevarse la sagrada comunión”, se lamentó el padre en una entrevista con PRIMERA HORA.
¿Qué sintió, padre?
-Una cosa tremenda, fue horrible. Y los feligreses se sintieron muy mal. Parecía como que alguien se había muerto. Todos nos pusimos a llorar. Es que fue lo más sagrado. Como dice el Evangelio de San Juan: “Yo soy el pan de la vida... el que no coma mi cuerpo ni beba mi sangre no tendrá vida eterna.
¿Y usted lloró?
-Sí, todo el mundo. Fue muy triste. Vino la Policía, cogieron huellas y, a pesar de todo, estuvimos allí.
¿Quién cree que pudo haber robado la sagrada comunión?
-No sabemos quién pudo haber sido. Tenemos gente contra la Iglesia, pero esto, no sabemos. Se investiga con unos y otros, hasta con los mismos feligreses.
¿Cree que el robo del cuerpo de Cristo haya sido parte de algún culto?
-No lo sé. Lo extraño es que no se robaron cosas materiales.
El copón tenía un baño de oro y los micrófonos del altar estaban allí. Los pillos no tocaron nada de eso.
Más allá de un delito, ¿qué pecado es robarse la sagrada comunión?
-Eso es una profanación y el que lo hace comete sacrilegio... es terrible.
El sacrilegio, de hecho, es más que un pecado mortal.
Hoy, a las 7:00 p.m., el padre Muñoz Borrero encabezará un acto de desagravio. “Pediremos perdón a Dios por la profanación que se ha hecho y vamos a bendecir el sagrario que ya fue reparado”, dijo tras señalar que estos días se usó uno que tenían de madera.
¿Qué les diría a los pillos que se robaron el sagrado cuerpo de Cristo?
-Que le pidan perdón a Dios y que se arrepientan del pecado tan grande que han cometido.