En un momento fue un resuelve para devolverles la luz a muchas familias luego del devastador huracán María. Sin embargo, los remiendos que se hicieron hace casi dos años con árboles, palmas y materiales reciclados hoy son un dolor de cabeza y una amenaza a la seguridad de la gente.

Y ahora, en el inicio de la temporada de huracanes, es preciso ver las ingeniosas obras que se hicieron en medio de la emergencia para darse cuenta que, al mínimo viento, familias quedarían a merced de la luz de las velas y las linternas en el caso de que llegara otro fenómeno atmosférico.

Aunque la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) no tiene un número específico de casos sin corregir, ni mucho menos cantidad de querellas presentadas por abonados, vecinos como los de la urbanización El Paraíso y Río Piedras Heights dan fe de la situación. En El Paraíso, todavía los cables que le proveen el servicio de energía eléctrica a los hogares de seis familias están instalados y anclados en una palma, en la parte posterior de una de las residencias, justo al frente de una piscina, lo que aumenta la peligrosidad.

El enredo es tal, que de la palma se abastecen cuatro casas, y de otro poste, que a su vez está conectado a la palma, se energizan dos residencias más.

Rosa Ortiz, una de las vecinas cuyo servicio al hogar está conectado a la palma, denunció que aún espera respuesta de la AEE a una querella (WR5163928) realizada en agosto de 2018 para que instalen un poste en el lugar y trasladen la conexión.

“(El huracán) María tumbó el poste y nos quedamos sin luz hasta que empezaron a venir los americanos (brigadas) que vinieron aquí a la urbanización e hicieron arreglos en varias casas. Ellos la pusieron (realizaron la conexión desde la palma) e inmediatamente tuvimos luz. Desde entonces, está esa palma funcionando, que son dos años ya”, explicó Ortiz.

“Le preguntamos cuán peligroso era hacer la instalación ahí y nos dijeron: ‘no se preocupen, que por lo menos la palma crece lenta y la AEE, ellos se supone que vengan a cambiarlo’. Vino un inspector de la AEE, la vieron y dijeron que iban a resolver, y no vinieron”, sostuvo.

Según Ortiz, durante sus llamadas al servicio al cliente de la AEE, le indicaron que la querella se encuentra en código 20, pero el representante no le supo explicar qué significaba y si se trata de algún avance en su reclamación.

Primera Hora se comunicó con servicio al cliente para corroborar el estatus de la querella e indagar de qué se trata el código. Luego de una espera de 43 minutos, uno de los representantes contestó y confirmó que el código 20 es una manera “más adelantada” para establecer que en la Autoridad tienen conocimiento de la situación.

“Cuando se generan las notas, código 20, ya no es meramente que se reportó, es más adelantado, es que ellos (la agencia) tienen conocimiento de eso. Pero de ahí a yo decirle que en una semana van a ponerle el poste, pues yo no sé, yo no tengo manera de saber eso… voy a referirlo a través de mi supervisor”, se comprometió la representante durante la llamada de servicio.

Pero en la urbanización, el caso de Ortiz no es el único. En la propiedad de Ángel Alberto Cartagena, en la calle Ganges, también se las ingeniaron para conectar a otras 15 casas desde un palo de aguacates.

“Nosotros estamos pegao’s todavía del palo de aguacate. Allí está amarrá la trenza que nos da luz a toda la sección nuestra y al club de tenis. Yo he hecho querellas y todo, pero ellos dicen, lo que me han dicho por teléfono, verdad, es que: ‘¿pero tienes luz, verdad?’ Pero lo que estamos es previniendo para otras situaciones que ocurran en la eventualidad, que venga otra tormenta. Es más, cualquier tormenta platanera tumba el palo de aguacate aquel y nos quedamos de nuevo sin luz”, indicó tras agregar que la urbanización tiene alrededor de 60 postes de alumbrado dañados.

A ciegas la AEE

El ingeniero de transmisión y distribución de la AEE, José Sepúlveda, confirmó que al momento la corporación pública no cuenta con un inventario de los remiendos que se hicieron ante la escasez de materiales y el desespero de las personas por obtener el servicio luego del paso del huracán María.

“Esas cosas sucedieron fuera de la norma de los patrones de construcción, sucedieron prácticamente todas a principios de la emergencia, yo te diría entre los meses de octubre y diciembre cuando aquí los materiales escaseaban. La única forma de poder reconstruir el sistema, básicamente, era reciclando lo que se podía utilizar y que los grupos encontraban en los distintos puntos en la Isla. ¿Qué sucede? En esos momentos la mano de obra entre esos meses era mayor a la capacidad de materiales que teníamos en la Isla y entonces el personal que estaba, especialmente el norteamericano, al ver la desesperación de la gente, y eso también pasó con el personal de la Autoridad, pues buscaron ese tipo de alternativa con la promesa de que regresarían cuando hubiese el material necesario para reparar eso”, explicó.

“Es posible que al sol de hoy, y no lo estoy afirmando ni negando nada, pero es posible que algunas de estas situaciones todavía estén. Lo que yo exhortaría a la gente es que si ven una cosa así, que no es normal, nos avisen para nosotros poder ir y hacer los cambios necesarios”, exhortó.

Aunque recalcó que no tiene estadísticas de estas situaciones particulares, mencionó que por su parte había recibido tres querellas en el área central de la Isla, específicamente en Caguas, Cayey y otro municipio que no recordó, pero que se habían corregido.

Según datos provistos por la agencia, unos 18,078 postes de distribución quedan por reemplazar a nivel Isla aún sin fechas estimadas para concretarse. Esta cifra no incluye los que se necesitan de transmisión y alumbrado.

No obstante, Sepúlveda aseguró que la AEE está preparada para la temporada de huracanes y para una respuesta más rápida porque, en términos de preparación del personal, planes y materiales, están organizados.

“Si viniera mañana un disturbio atmosférico, cada cual sabe lo que tiene que hacer. Eso no hay ningún problema. Hay organización. En términos del sistema eléctrico como tal, hablando de la parte mecánica del sistema eléctrico, si viene un huracán o una tormenta aquí, seguramente habrá gente sin servicio. No hay manera de que un servicio eléctrico con un huracán no quede completamente dañado. Eso no pasa ni aquí ni en Estados Unidos ni ninguna parte del mundo. Ahora, cuando se habla de robustecer el sistema, se habla de cuán rápido nosotros podemos reestablecer el servicio y dada las circunstancias de que con el huracán María se reemplazaron muchos componentes del sistema, nosotros entendemos que un sistema similar, nosotros deberíamos estar con servicio con los mismos recursos que tenemos más rápidamente”, sostuvo el ingeniero.

Sepúlveda reconoció también que, aunque la AEE no cuenta con la empleomanía suficiente para atender una emergencia como la que puede ocasionar un huracán, sí tienen los recursos para contratar compañías externas para ayudar.