Washington. El gobierno del presidente Donald Trump anunció el viernes que entregará casi $13,000 millones en ayuda a Puerto Rico para la reconstrucción de la red eléctrica y la reparación de escuelas tras los estragos causados por el paso del huracán María hace tres años, en medio de críticas de que la asistencia debió entregarse hace mucho tiempo y únicamente está siendo liberada en estos momentos con fines políticos.

El anuncio llega en momentos en que Trump, quien ha titubeado al momento de proveer asistencia a la isla, y el candidato presidencial demócrata Joe Biden buscan atraer votos en Florida, un estado con una numerosa población de puertorriqueños -incluyendo muchos que huyeron de los destrozos de María. Florida es un estado clave en la elección presidencial.

La gobernadora de Puerto Rico, Wanda Vázquez, le agradeció a Trump y al gobierno la entrega de los fondos, una de las mayores sumas provistas por la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias de Estados Unidos (FEMA, por sus iniciales en inglés) para ayuda por desastres.

“Trabajar como equipo da resultados”, dijo Vázquez en una serie de tuits.

La representante demócrata Nydia M. Velázquez, de Nueva York, dijo que el momento escogido era digno de resaltar, tres años después de que la tormenta destruyó la red eléctrica de Puerto Rico y causó el apagón más prolongado en la historia de Estados Unidos.

“La administración Trump demoró y se resistió a asignar esos fondos tan necesarios”, dijo Velázquez, que nació en Puerto Rico. “Ahora, 46 días antes de la elección, la administración finalmente considera adecuado entregar esos fondos”.

Trump se ha opuesto persistentemente a proveer ayuda adicional, diciendo que la isla ya había recibido demasiado y que le preocupaba que el dinero fuese desperdiciado o malgastado.

Tras el paso de la tormenta, el mandatario tuvo una disputa pública con la alcaldesa de San Juan por sus críticas a la respuesta de su gobierno. Trump enfureció a muchos al lanzar rollos de toallas de papel a una muchedumbre durante una visita a una iglesia de la isla. Este año, los demócratas colocaron una imagen de la escena en una valla publicitaria en Kissimee, una ciudad de gran población puertorriqueña del centro de Florida.