Trabajadora social cambia vidas desde la escuela
Marisol Pérez, de la Domingo Pietri Ruiz, en Adjuntas, crea un club de niños y padres voluntarios que colaboran con la comunidad
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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Marisol Pérez Pérez quedó prendada de la misión los voluntarios que integran la organización internacional Be The Change Volunteers, quienes llegaron a su escuela Domingo Pietri Ruiz, en Adjuntas, para trabajar en las áreas afectadas por el huracán María.
Sin embargo, jamás imaginó que el compromiso asumido en su pueblo la llevaría a viajar a una selva amazónica en Perú, donde ayudaría a construir un plantel escolar y que, además, le inspiraría a crear un club de niños y padres voluntarios que colaboran con la comunidad.
Desde entonces, esta “changer” de 51 años se dedica a transformar vidas a través del servicio al prójimo.
“El primer año hicieron una reconstrucción de salones, trabajaron área de juegos, trabajaron áreas afectadas después del huracán e hicieron donaciones de libros. Luego, vinieron nuevamente a restaurar un área donde había un drenaje obstruido, restauraron área de juegos y estuvieron dándole servicio a la comunidad”, confesó al hablar de las labores realizadas por la entidad en 2018.
“Es a partir de esa segunda experiencia que yo me identifico con la iniciativa y entonces comienzo a hacer voluntariado con ellos. En el verano (2022), viajé con ellos como voluntaria a El Chino, en Perú, a donde fuimos a construir una escuela en medio de la selva. Fue una experiencia extraordinaria. De ahí para acá, I’m a changer forever”, dijo con una amplia sonrisa.
La también madre de dos adultos de 28 y 25 años de edad resaltó el orgullo de colaborar con la organización, tanto en las misiones que realizan en Puerto Rico como en otras partes del mundo.
Así creó el club Be The Change Kids, con niños de cuarto y quinto grado. Esto sin dejar a un lado a sus progenitores que integran otro grupo con objetivos dirigidos al voluntariado.
“En ese grupo, tenemos 18 estudiantes de cuarto y quinto grado, sirviendo a la comunidad en la escuela. Además, estamos apoyando las iniciativas del proyecto realizado por Be The Change en la escuela; ellos están dándole mantenimiento a las áreas de juego y jardines que plantaron los mismos voluntarios que fueron inicialmente”, reveló.
“Estamos desarrollando un jardín, igualmente un área de huerto. Fuera de eso, estamos haciendo voluntariado con otras organizaciones, como la Sociedad Americana contra el Cáncer, la iniciativa de Samaritan’s Purse, que es la iniciativa de las cajitas que envían regalos alrededor del mundo”, manifestó al mencionar que el grupo Be The Change Parents, lo integran 11 madres.
De otra parte, la trabajadora social contó cómo el viaje a Perú cambió su vida.
“Saber que hay comunidades con tantas necesidades, mucho más allá de las necesidades que tenemos nosotros, porque aquí ellos hacen mejoras en las escuelas existentes. Allí, literalmente estamos construyendo una escuela de la nada. Ya se terminó la parte del proyecto de la escuela superior y se está trabajando ahora con edificar una escuela elemental que tendrá cinco salones”, relató.
“Es un proyecto espectacular en la comunidad El Chino en la selva de Perú, en medio del Amazonas, más allá de Quito. La escuela originalmente construida por el Estado se inundaba a donde estaba y se hizo un proyecto más atrás de la comunidad, donde se elevó la plataforma para que entonces, la escuela en la época de lluvia, donde literalmente hay que moverse en canoa de una estructura a otra, pues que ellos no tengan esa obstrucción y por lo cual se interrumpían las clases por meses”, agregó.
“Soy una changer”
Marisol detalló la importancia de transformar el entorno realizando acciones que beneficien a los más necesitados.
“Estoy haciendo los cambios en mi entorno. Si podemos hacer voluntariado fuera de Puerto Rico, mucho más lo podemos hacer con nuestras comunidades que también necesitan. Sobre todo, para la gente de la zona central en áreas que son poco accesibles, fuera de la zona metropolitana donde se concentran las ayudas”, puntualizó.
“Es impresionante que organizaciones como esta, vengan a darnos la mano con proyectos de infraestructura que, en ocasiones, toma muchísimo tiempo por la burocracia, falta de fondos y dificultad de accesibilidad, esto hace una gran diferencia para nosotros”, admitió.
Finalmente, la trabajadora social adjunteña adelantó su interés de fundar otros capítulos de niños y padres “changers”, en las escuelas a donde la organización trabajó, entre estas, la Angélica Toro Rodríguez de Jayuya y, Judith A. Vivas en Utuado.
“Ya lo hemos iniciado. Parte de lo que queremos hacer con Unidos por Utuado en las escuelas donde ya se han recibido los proyectos de Be The Change, empezar a levantar capítulos de niños y padres voluntarios que puedan continuar la labor y el legado que esta gente inició”, concluyó.