Lajas. ¿Cómo que no? Lanchas y botes son bien recibidos en Cayo Caracoles en La Parguera, sea este fin de semana o cualquiera otro.

Así lo reclamó el alcalde de Lajas, Marcos “Turin” Irizarry, quien desató una controversia con el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) luego de que la agencia anunciara multas a quienes anclen sus vehículos acuáticos en las praderas de yerbas marinas o arrecifes de coral en la Reserva Natural La Parguera.

Recientemente, la agencia advirtió que pondrá en vigor las disposiciones de uso y anclaje del Reglamento de Navegación, particularmente en cayo Caracoles, donde todo anclaje deberá hacerse en boyas de amarre o áreas con fondo en arena.

“Ya esto, por ser reserva, estaba implantado (en la Ley para la Protección, Conservación y Manejo de Áreas de Arrecifes de Coral de Puerto Rico). Pero en Caracoles hay áreas donde no hay Thalassia (hierba tortuga). Yo quiero que en esa área se haga una ampliación donde la gente pueda ir, aunque en otros cayos esta ley se aplique”, dijo el alcalde esperanzado en poder transar con el DRNA para que le permita seguir vendiendo ese destino como uno “amigable”, aunque continúe siendo impactado por el ser humano.

Mientras la agencia trabaja en una orden administrativa con medidas adicionales para cayo Caracoles, estableciendo un área segura para bañistas a la vez que se intenta conservar los recursos naturales de esa área, el alcalde trazó a lápiz y papel su plan ideado para ampliar el área para bañistas y colocar más boyas donde las embarcaciones se puedan anclar.

“Yo entiendo que lo que tenemos que hacer es delimitar e identificar las áreas y poner boyas adicionales para que Caracoles sea atendido como un polo económico para nosotros”, dijo, señalando que para una reserva como esta debería haber mayor señalización.

Irizarry destacó que Lajas -para bien o para mal- está delimitado por cinco reservas, entre ellas: La Parguera, la Agrícola del Valle de Lajas, Laguna Cartagena (bajo el gobierno federal), Sierra Bermeja, y la reserva de Piñas.

“El pueblo está prácticamente reservado y se me ha limitado mucho el desarrollo de proyectos. Pues entonces me voy por el turismo”, dijo, reiterando que las visitas al cayo Caracoles no están prohibidas.

Para el presidente de la Asociación de Comerciantes de La Parguera, Juan Carlos Irizarry, el hecho de que hace varias semanas se haya empezado a multar a los nautas por estar anclando en la arena cerca al cayo ha sido desastroso.

“Nosotros dependemos del flujo de botes para mover la economía. Miles de botes están en nuestras guarderías y si se los empiezan a llevar (porque no tienen dónde anclar cuando los saquen a pasear a cayo Caracoles) perderíamos ese flujo económico”, sostuvo el propietario de dos negocios en ese poblado.

“Las personas están preocupadas porque les van a dar multas y están dejando de venir. Se nota drásticamente como ha bajado la economía. Tratamos de explicarles que estamos trabajando en eso, para que no se vayan, pero la desinformación es mucha”, dijo.