¿Tendremos nuestro lechoncito en Navidad?
Porcicultores enfrentan nuevos retos asociados al coronavirus.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
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El Covid-19 ha puesto en peligro la disponibilidad del sabroso lechoncito puertorriqueño en las cenas y jolgorios de la Navidad, pues los porcicultores tienen que salir en estos días de los cerdos que tienen aguantados en los corrales y que por la cuarentena no han podido vender a lechoneras, restaurantes y otros comercios.
Los criadores tienen que abrir espacio en las granjas para que las cerdas puedan preñarse en estos últimos días de abril y principios de mayo, de manera que puedan parir entre agosto y septiembre y ya en el mes de diciembre, el lechón del País “esté en peso”. El cerdo para la venta tiene que pesar entre 165 a 170 libra y tiene un costo de entre $1.80 a $1.90 la libra.
“Si se resuelve el Covid vamos a tener unas Navidades buenas, pero puede haber poco lechón del País y en Estados Unidos también han cerrado como trece plantas”, dijo el presidente de la Cooperativa de Porcicultores, Ángel Rodríguez, en entrevista con Primera Hora.
“Nosotros, en la Cooperativa, estamos tomando todas las previsiones para que ese lechón esté disponible en Navidad. Estamos teniendo pérdidas, pero estamos esperanzados en que esas lechoneras que venden cerdo americano compren cerdo del País, que es de mucho mejor calidad y así ayudamos a que la industria porcina se vaya recuperando”, expresó el líder del gremio, que tiene su sede en el Centro de Servicios Agropecuarios, en Cayey.
Rodríguez explicó que después del huracán María, hubo una reducción de lechoneras en la Isla y dijo que de unas 47, que se estima que hay actualmente, solo el 25 a 30%, vende cerdo del País. La mayoría utiliza “cerdo americano”.
Detalló que la Cooperativa, que tiene unos 70 miembros, en estos días tenía un excedente de más de 300 cerdos en inventario. Bajo la marca “Cerdo Rico”, explicó que suplen semanalmente un centenar de animales a una docena de lechoneras y a la cadena de restaurantes Metropol.
“Esa cantidad se ha ido acumulando y van cuatro semanas en las que tenemos de 300 a 400 cerdos que están ocupando espacio y además, tenemos que seguir invirtiendo dinero en ellos, pues hay que alimentarlos”, precisó el porcicultor con 35 años de experiencia en la crianza doméstica de cerdos.
Además de esta cooperativa, otros porcicultores de distintos puntos de la Isla venden cerdos a ganaderos y empresas grandes de distribución de carnes, quiénes a su vez, los venden a supermercados. También agencias del gobierno como Comedores Escolares del Departamento de Educación, compran cerdo del País a otros grupos pequeños de porcicultores.
Rodríguez reconoció que “en términos generales”, ha habido un leve incremento en la compra de carne de cerdo del País en los supermercados, pero destacó que cuando se compara la compra con lo que han perdido “volvemos a quedarnos igual”.
“Hay pequeñas empresas como la Cooperativa que nos hemos visto perjudicados porque nuestro mercado son las lechoneras”, sostuvo para estimar en unos $70 mil las pérdidas en ventas.
No obstante dijo que en días recientes lograron que la empresa de distribución de carnes, Caribbean Products les procesara unos 70 cerdos para venderlos a los supermercados. “Estamos en negociaciones con ellos para ver si podemos seguir disminuyendo el exceso de inventario”, añadió.
También, dijo que algunas lechoneras “se están reiventando” y están vendiendo lechón asado y carne frita del País, mediante “servi carros” o carry outs”. Señaló, sin embargo, que para muchos estas ventas les permiten seguir operando, pero no les generan ganancias.
“Este fin de semana algunas lechoneras han comenzado a trabajar”, indicó y mencionó entre éstas a “El Cuñao”, en la carretera a Aibonito, El Mojito, en Guavate, La Nueva Tinajita en Yabucoa, El Rancho de Apá en Guaynabo, Lechonera Maldonado, en Orocovis y Los Flamboyanes, en Toa Baja. Añadió que otras, se preparan para reabrir la semana próxima.
“Se vislumbra que desde la semana que viene las cosas puedan ir mejorando y puede ser que se subsane parte de la pérdida”, dijo para agregar que con el cierre de plantas en Estados Unidos, “tanto las lechoneras, como supermercados van a estar más atentos al producto local para no quedarse sin carne”.
Insistió sin embargo, en que si las lechoneras que compran cerdo americano, compraran el de aquí, crecería la industria porcina en el País. “Eso es ganar y ganar, se queda todo aquí. Eso es lo que están haciendo casi todos los países. Antes se criticaba el proteccionismo y eso es lo que se está haciendo. Los grandes exportadores están exportando menos, porque necesitan más para alimentar la población de su país”, indicó el porcicultor.
Rodríguez dijo asimismo, que la venta de carne al detal, por entrega en las casas, puede ser una alternativa, pero sólo para aquellos porcicultores que tengan acceso a una planta procesadora porque el Departamento de Agricultura Federal requiere que la carne del País tenga dos sellos, el del matadero y el de inspección. “Esta es una alternativa bien limitada, no es para todos los porcicultores porque hay poquitas plantas procesadoras”, explicó.
¿Cómo pueden garantizar que en la época navideña no nos falte el lechoncito de aquí?, preguntamos.
“En la cooperativa estamos explicándole a los porcicultores, que perdemos ahora que tienen las granjas llenas, pero tenemos que programarnos para recuperar en la Navidad y no perder en las dos épocas. Lo estamos trabajando con educación, que el porcicultor comprenda que lo perdido ahora se puede recuperar en el periodo de Navidad. La cooperativa está tratando de ayudarlos a salir del inventario”, indicó Rodríguez.
Dijo que hasta su conocimiento, no se ha reportado ningún porcicultor contagiado con el coronavirus. “Gracias a Dios no, pero el cerdo es un animal bien delicado y hay que tener unos cuidados y mucha higiene para que no se enferme. Nosotros usamos mascarillas y guantes”, expresó.
“Tengo fe de que vamos a salir de todo esto. Muchos supermercados se han dado cuenta de la importancia de auspiciar al agricultor y al porcicultor del patio… No podemos sobrevivir solo con la producción local, necesitamos también los productos importados, pero siempre tiene que haber un balance”, subrayó el porcicultor.