La Corte Suprema está dejando en vigor una ley federal que prohíbe las peleas de gallos en Puerto Rico.

El martes, el tribunal superior rechazó una impugnación de la ley. Como es habitual, el tribunal superior no explicó por qué se negó a tomar el caso.

El Congreso en 2018 cambió una ley federal que permitía las peleas de gallos en el territorio. Las personas y organizaciones involucradas en las peleas de gallos desafiaron la ley, argumentando que el Congreso se había excedido en sus poderes al aplicar la prohibición a Puerto Rico. Señalaron que “las peleas de gallos están profundamente arraigadas en la historia, la tradición y la cultura de la isla”.

Las peleas de gallos fueron introducidas en el territorio por los españoles en el siglo XVI y la ley puertorriqueña lo llama un “derecho cultural de todos los puertorriqueños”.

Puerto Rico estima que las peleas de gallos respaldan más de 11,000 empleos y aportan aproximadamente $ 65 millones a la economía del territorio anualmente. Dos tribunales inferiores se habían puesto del lado del gobierno federal y dijeron que el Congreso actuó de manera apropiada.

También el martes, la Corte Suprema rechazó una impugnación de opositores sindicales organizados en Washington a una ley de registros públicos que permite a los sindicatos, pero no al público en general, obtener información de contacto para los trabajadores de atención médica a domicilio.

Un tribunal federal de apelaciones dictaminó que la ley no viola la Constitución, pero los impugnadores esperaban que el tribunal siguiera los recientes fallos contra los sindicatos al tomar su caso. La información de contacto permitiría a los opositores al sindicato tratar más fácilmente de persuadir a los proveedores de atención médica para que dejen de pagar las cuotas sindicales. Los jueces Clarence Thomas, Samuel Alito y Neil Gorsuch dijeron que habrían concedido el caso.