Un representante legal de la compañía Suiza Dairy indicó está tarde que la empresa no ve solución inmediata al conflicto laboral, a menos que los empleados acepten su propuesta de esperar seis meses a ver si la situación económica mejora y entonces estarían en posición de quizás discutir el reclamo de aumento en la aportación al plan médico que desató la huelga.

El abogado Luis Muñoz Noya indicó que Suiza Dairy no puede continuar operando como lo está haciendo, con pérdidas de $3 millones al mes.

De hecho, el portavoz de Suiza Dairy dejó saber que, efectivo hoy, la empresa cancela sus acuerdos de suministro con unos 900 clientes a través de la Isla, como parte de las medidas de ajuste económico.

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Sin embargo, descartó que la empresa tuviera intenciones de cerrar o acogerse a la quiebra, y aseguró que cuentan con el respaldo de su compañía matriz.

Entre la Central General de Trabajadores (CGT) y la Suiza Dairy hay un conflicto obrero-patronal, debido a que la CGT reclama un aumento en la aportación del plan médico de unos 160 empleados de $500 a $625 mensuales.

Esta huelga ocasionó en la primera semana una inestabilidad en el sector de la industria lechera, que llevó a que los ganaderos decomisaran unos 600,000 cuartillos de leche cruda. Pero, las medidas tomadas por el Departamento de Agricultura, que en esencia fue aumentar la producción de Tres Monjitas e Indulac, redundó a que hoy sea el cuarto día en que no se ha tenido que decomisar leche.

La huelga de empleados en la principal planta de Suiza, en San Juan, se extiende ya por dos semanas.

A preguntas de la prensa, el licenciado Muñoz Noya, indicó que “Suiza viene operando con pérdidas desde hace como cerca de un año. Está perdiendo $3 millones mensuales, y está subsistiendo en base a la contribución de la compañía matriz, el Grupo Gloria, que le está prestando ese dinero mensualmente”.

Explicó que, tomando en cuenta esa situación, la compañía había tomado la decisión, con respecto a la negociación de la contribución al plan médico que reclama la unión, de dejarles saber que “necesitamos seis meses para poder reevaluar la posibilidad de conceder alguna contribución adicional al plan médico”.

Indicó que, actualmente, Suiza paga una contribución al plan médico de $500 mensuales por empleado.

Muñoz Noya también explicó que las cesantías que anunció Suiza recientemente son un asunto “totalmente separado e independiente de la situación huelgaria”, y responden a ajustes económicos.

“La compañía ha determinado que, para hacer viable económicamente su operación, tiene que dejar de atender alrededor de 900 clientes a través de toda la Isla”, afirmó el abogado, agregando que se trata de “pequeños clientes, cuyo volumen de venta no es suficiente para cubrir el gasto operacional de servirlos”.

Agregó que, al dejar esos 900 clientes, la compañía tuvo la necesidad de “eliminar rutas de ventas”, y como consecuencia de eso “también hay que cesantear empleados de ventas. Y se cesantearon alrededor de 28 empleados en San Juan, 10 empleados de Aguadilla y 7 empleados en Ponce”.

Insistió en que esos despidos responden a razones económicas, y que “la compañía no ha tomado represalia alguna con empleados que estén en huelga en San Juan”.

Sostuvo que “la unión fue notificada de esas cesantías con anterioridad a que ellos se fueran a la huelga”, y se les proveyó la información del listado de antigüedad por clasificación, tanto de los vendedores como mercaderistas.

Tras esos despidos, la compañía se quedaría con 623 empleados, que están bajo cuatro convenios colectivos diferentes, uno que cubre a toda la planta de Aguadilla, otro en Ponce “para ventas y neveras”, otro en San Juan para “producción y acopio”, y uno más, también en San Juan, “para vendedores y el equipo de mecánicos de flota”.

Explicó que, de esos dos convenios de la planta de San Juan, que es donde está la huelga, el de producción, que administra el Fideicomiso de la CGT (Central General de Trabajadoras y Trabajadores), tiene una disposición que establece que la contribución al plan médico de la compañía se renegociaría para el segundo y tercer año. El convenio de venta, que administra la empresa, no tiene esa disposición.

El licenciado sostuvo que la empresa solicitó “a finales de marzo o abril” a la unión la información de utilización del plan médico del año de ese plan que administran a través del Fideicomiso de la CGT, “y no nos quisieron dar la información”. Agregó que, a raíz de esa negativa, radicaron una querella ante la Junta Nacional de Relaciones del Trabajo (JNRT) por “negociación de mala fe”.

De hecho, indicó que también radicaron cargos ante la (JNRT) por bloquear las entradas y salidas de la compañía, inclusive a empleados administrativos, y contra la unión para la unidad de ventas, “porque existe un artículo de no huelga en el convenio de ventas y ellos no tienen nada que ver con lo del plan médico, así que están en violación de convenio al irse a la huelga y serán responsables por los daños en su momento”. Asimismo, radicaron otro cargo este lunes porque “no han querido sentarse a negociar con la compañía con respecto a las cesantías” de los empleados antes mencionados.

Sin embargo, más allá de todas esas explicaciones en torno al conflicto laboral, el abogado sostuvo que, incluso si la unión hubiese entregado la información, “no garantizamos” una propuesta al cabo de los seis meses que están pidiendo a la unión que conceda. “Solamente indicamos que estaríamos en posición de reevaluar la condición financiera de Suiza en seis meses y, si se puede, pues se reevaluaría y se ofrecería alguna propuesta adicional, si es que se puede”.

Muñoz Noya reconoció que, ante la huelga, sus competidores han ganado terreno. Admitió que, tan solo por decomiso de productos, han pedido alrededor de $1 millón, y varios millones más por posible ventas diarias y mercado cautivo que se perdió. De igual forma, reconoció que la operación en la planta de Agudilla también estaba afectada porque “depende en gran medida de las botellas plásticas que solamente se producen en San Juan”, donde la huelga mantiene paralizada las operaciones.

El licenciado también aludió a un recurso presentado ante el tribunal local, y sostuvo que están a la espera de una determinación, pero aclaró que no “vamos a provocar una acción de fuerza”.

“Entendemos que una vez el tribunal emita el interdicto preliminar, la Policía debe actuar de conformidad con la orden que emita el tribunal”, sostuvo.

En resumen, a la pregunta directa si consideraba que podría alcanzarse algún acuerdo a corto plazo para poner fin a la huelga, indicó que “En este momento es muy difícil pensar cómo podemos solucionar esta situación. Nosotros invitamos a la unión a que reconsidere, a que acoja la palabra de Suiza de que espere a los seis meses para ver qué pasa con la compañía, y entonces la disponibilidad en ese momento de revisar la contribución del plan médico”, dijo el abogado.

Unión condena postura de la empresa

Por su parte, la CGT reaccionó a las declaraciones del licenciado Muñoz Noya condenando que dijera “medias verdades y medias mentiras”, y reiteraron su disposición a dialogar para resolver el diferendo y dejar atrás la huelga.

José Adrián López, presidente de la CGT, sostuvo que el planteamiento del portavoz de Suiza, de que la única opción era esperar seis meses a ver cómo estaba la situación económica de la empresa y evaluar entonces si se podía aumentar la aportación al plan médico, “no va de acuerdo al comportamiento de los gastos en la gerencia con relación a lo que se le está pidiendo a la matrícula, que es sacrificio”.

“Y en esa posición, la matrícula está clara que lo que está pidiendo es justo y razonable”, agregó, al tiempo que condenaba que el conflicto “no puede solucionarlo imponiéndome lo que fue tu posición desde la mesa de negociación”.

“Estamos diciendo que tenemos la mejor fe del mundo para resolver el conflicto. Pero no puede ser el extremo que plantea la compañía. La compañía, de la misma forma que ha sido creativa para hacer otros desbarajustes, tiene que ser creativa para resolver el planteamiento de los trabajadores, en la mesa de negociación, como corresponde”, insistió.

López se refirió a los despidos de vendedores de los que habló el abogado, y comentó que lo que no había dicho es que los que quedan, que cobran por comisión según sus ventas, “ya hoy, sin restructuración, trabajan sobre 12 horas todos los días, 60 horas a la semana, cobrando menos del salario mínimo federal”, y cubriendo “rutas humanamente imposibles” desde las 2:00 de la mañana.

Agregó que tampoco hizo referencia a la subcontratación con una empresa para acarreo de carga de la empresa, y cuestionó “por qué voy a permitir que tengan un subcontrato cuando me estás reduciendo plazas unionadas”, agregando estaba seguro que había trabajo suficiente para los compañeros cesanteados con la carga que movía ese subcontrato.

Condenó además que el licenciado Muñoz Noya había acudido en dos ocasiones ante la mediadora del Departamento del Trabajo y Recursos Humanos sin llevar propuesta alguna, “y a la tercera ni llegó al proceso de mediación”.

“Ellos apuestan a que sea el tribunal del Puerto Rico, mediante la Policía de Puerto Rico, los que rompan la huelga”, comentó, recordando que “hay un derecho constitucional a la huelga, eso no es ilegal, eso no es un crimen”.

Comentó que el abogado había hecho solicitudes de información a último momento relacionada al plan médico, como táctica dilatoria, sin presentar propuesta o contraoferta alguna, y suspendiendo las reuniones bajo esa excusa. Condenó además que la empresa no cumpliera el acuerdo al que llegaron al firmar el convenio, cuando se les concedió un año para poder negociar los aumentos de aportación al plan médico para el segundo y tercer año de convenio, y sostuvo que era “totalmente injusto que la matrícula tuviera que absorber ese aumento”, tan pronto como el 1 de julio próximo cuando se renueve el plan médico.

“No se ve arreglo, porque hay una de las dos partes que sencillamente no quiere moverse a llegar a un acuerdo”, insistió el líder obrero.