Sonia Sotomayor presenta su libro infantil en la isla
Todos los estudiantes presentes recibieron una copia firmada y Sotomayor les insistió en que nunca dejen de soñar.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 años.
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La llave para abrir la puerta del futuro es la educación.
De eso es vivo ejemplo la jueza del Tribunal Supremo de Estados Unidos Sonia Sotomayor que esta tarde atendió a más de 800 estudiantes de diversas escuelas elementales del país, públicas y privadas, que cambiaron su aula para escuchar en la Universidad Interamericana de Puerto Rico, Recinto Metro, la experiencia de vida de esta puertorriqueña.
Algunos -todos hubiesen querido- tuvieron la oportunidad de preguntarle a la autora del libro infantil "Pasando páginas: La historia de mi vida", cómo logró alcanzar sus metas, quién fue su ejemplo para llegar a donde está hoy y si era puertorriqueña o americana.
Esta última fue la primera interrogante que contestó la jueza a la atenta audiencia que tenía todos los sentidos en sus palabras.
"Puertorriqueña", fue la respuesta de la jueza arrancando el aplauso de los cientos de niños y otros asistentes, convocados por la Fundación Kinesis.
La primera latina en el Supremo, nominada en el 2009 al cargo de juez asociada por el presidente Barack Obama, nació en Nueva York (de padres boricuas) donde se crio y estudió. “Nunca he vivido mi vida aquí…”, aceptó al mencionar que siempre visitaba a su familia en Puerto Rico.
“Yo soy muy, muy americana; es la vida que he tenido allá, pero la cultura… se la dan los padres; empieza con mamá y papá, y sigue con la abuelita… las amistades de ellos… y para mí, el corazón dice que eres puertorriqueña”, dijo al asegurar que otro ingrediente que la hace más boricua es nuestra música.
Arrancó el aplauso de los presentes cuando dijo que lo más importante es la familia, que le encanta el arroz con habichuelas, los pasteles y que come “mucho mofongo”.
“Sí, primero soy puertorriqueña”, reiteró la también autora de “The Beloved World of Sonia Sotomayor”.
Jetzier de León, quien cursa el quinto grado en la escuela Rufino Vigo de Humacao, al finalizar el encuentro, dijo de las preguntas que hicieron los estudiantes a Sotomayor, la más que le gustó fue: ¿para usted, qué es la justicia?
Sotomayor explicó que “la justicia de jueces y abogados no es la justicia personal…”, es lo que “dice la ley”.
Aceptó que la ley “no tiene ojos (y) cuando esta se escribe” se habla de los derechos de todos, pero no se toma en consideración cada persona individual.
Ante el tribunal, “no puedes decir si esa persona ha hecho una cosa bien o mal. Yo solo puedo decir si la ley le cubre lo que ha hecho esa persona… La ley son palabras que no han vivido la vida de (la) gente…”, argumentó.
La funcionaria insistió en que la ley no puede cambiarse “ella misma”, le toca a la gente.
“Si ven que está pasando una situación injusta, la gente tiene que cambiar la ley para cubrir esa injusticia. Para mí, como jueza, la justicia es seguir la ley, pero, como persona, la justicia es tratar cada día de motivar a gente como ustedes, y al mundo” de cambiar y mejorar “las leyes malas” que no cumplen con atender las situaciones particulares de la gente.
Mientras, y a otras preguntas de los alumnos, Sotomayor reconoció que su madre -cuyos padres (sus abuelos) se criaron en una pobreza peor que la suya- fue su principal inspiración, y que viéndola estudiar y luego trabajar como enfermera para servir a los demás fue una de sus mayores motivaciones.
Y como era una tarde de confesiones en el amplio recinto, que sin embargo se convirtió en un espacio íntimo y seguro, Sotomayor aceptó a preguntas de una estudiante que “la cosa más difícil es afrontar el miedo”.
“Ese miedo muchas veces nos para en hacer cosas importantes que debemos hacer… Cada vez que algo nuevo se me ha presentado yo estaba llena de miedo y algunas veces he pensado, ‘no lo voy a hacer’. Pero siempre ha habido… alguien que me ha dicho, ‘tú lo puedes hacer’ y eso me ha ayudado”, sostuvo.
Otro asunto que querían conocer los estudiantes era la experiencia de su primer caso como jueza en el Tribunal Supremo de Justicia.
Les dijo que fue el caso “Citizens United v FEC” en el que se resolvió que a las corporaciones no se le puede limitar su derecho constitucional a la libertad de expresión; por lo que les quitó el límite de financiación a las campañas políticas.
“Es uno de los casos más importantes de este siglo, porque cambió la política de los Estados Unidos. En ese caso, la corte permitió que la gente gastara todo el dinero que quiere en las elecciones”, les explicó.
Ejemplificó que esa decisión (5-4) es la que permitió que hoy tengamos como presidente de Estados Unidos a Donald Trump.
Reconoció que en ese momento (2010) todos los ojos estaban puestos en su decisión. Finalmente, le votó en contra.
Aceptó que la responsabilidad que tiene sobre sus hombros a veces es pesada, pero “cuando la nación le pide que uno haga algo por ellos, lo tienes que hacer”.
Todos los estudiantes recibieron una copia firmada del libro de Sotomayor, que les insistió en que nunca dejen de soñar y que la llave para cumplirlos esos ideales es la educación.