El Sindicato de Trabajadores de la Universidad de Puerto Rico llevará a cabo una investigación independiente sobre dos supuestas muertes y varios contagios de COVID-19 que habrían ocurrido en el Jardín Botánico en Río Piedras; situación que ha generado “miedo” entre la matrícula del gremio.

Los fallecidos fueron identificados como Carlos Rubén Cáceres Pizarro y Wilfredo López Berríos, ambos conductores en la Oficina de Servicios Generales del Colegio de Ciencias Agrícolas. El Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR), informó de los decesos el 29 de agosto y el 10 de septiembre, respectivamente.

Aunque la administración indicó que no han recibido confirmación que las muertes fueran a consecuencia del nuevo coronavirus, el presidente del Sindicato, David Muñoz Hernández, dijo que tienen evidencia que confirma su alegato.

En un boletín emitido por la organización el pasado 30 de agosto, alertaron a su matrícula del posible caso positivo a coronavirus de Cáceres Pizarro.

“Como resultado de las informaciones preliminarmente recibidas por el Sindicato, todo parece indicar que la causa de muerte pudo haber sido COVID-19, luego que mostrara signos atribuibles al virus. Sin embargo, la administración fue negligente al no poner en cuarentena al fenecido compañero Cáceres, sino, por el contrario, y en crasa violación a los protocolos de salud y seguridad, lo envió a todas las Estaciones Experimentales, en ocasiones acompañado por otros compañeros de labores; que diariamente daban cuenta a la administración sobre las sospechas de que el compañero Cáceres sufría de COVID-19, siendo acentuado ante el hecho que había estado de viaje recientemente, además de otras personas que laboran en el área administrativa, que habían dado positivo al virus”, lee el folleto enviado a Primera Hora.

No obstante, Muñoz Hernández no pudo concretizar cuáles son las evidencias que poseen y tampoco ofreció un número exacto de la cantidad de contagiados.

Los trabajadores que perecieron laboraban en la Estación Experimental Agrícola, un centro de investigación adscrito al RUM, pero que ubica en los predios del Jardín Botánico en San Juan, donde también se encuentra la Administración Central de la UPR.

“Han sido negligentes con los protocolos que son reglas para controlar la propagación del coronavirus. No se siguen los protocolos como deben ser. La UPR ha sido crasamente negligente”, sostuvo vía telefónica el presidente del Sindicato.

Entre los errores en los protocolos, el líder gremial destacó fallas en la toma de temperatura corporal, el cese de labores para aquellos trabajadores que presenten síntomas, la falta de realización de pruebas moleculares y la entrega de hasta tres mascarillas por semana.

“Un empleado salió con la temperatura alta y le dijeron: ‘Date una vuelta por ahí a ver si te baja’. Tuvimos que pelear con ellos para que le dieran las mascarillas necesarias. Esto no debería ocurrir. La UPR tiene que ser el ejemplo de la rigurosidad”, señaló Muñoz Hernández.

Es por esto que, próximamente, el Comité de Salud y Seguridad del Sindicato realizarán la pesquisa en la que entrevistarán al personal del Jardín Botánico.

Por la pandemia, el número de empleados en los recintos y unidades del sistema universitario es reducido. No obstante, el personal que se encarga de las plantas físicas –algunos de ellos miembros del Sindicato– deber personarse a sus puestos.

“En mayo, el Sindicato tuvo que pelear para que se les hicieran las pruebas a todos los empleados porque ellos decían que eso no era necesario, que eso no era ley. Hace unas horas atrás [ayer], me llamaron que una persona en la Extensión Agrícola en Mayagüez dio positivo y al trabajador nuestro no le dieron instrucciones para que se retirara y se fuera”, denunció.

Salud de empleados como tema “prioritario”

Por su parte, el rector del RUM, Agustín Rullán Toro, expresó sus condolencias por los fallecidos y negó la falta de protocolos en la institución universitaria.

“Para el RUM, la seguridad de nuestro capital humano es un tema prioritario. Tan pronto nos enfrentamos a esta pandemia, establecimos protocolos puntuales para atender el reingreso a las labores con el fin de garantizar la salud y seguridad de toda nuestra comunidad universitaria, particularmente la del personal. Entre las medidas implantadas, previo a que los empleados reiniciaran sus labores presenciales, se les adiestró sobre este protocolo y se les proveyó tanto del equipo necesario de seguridad personal como de los materiales de higiene personal y de desinfección necesarios para sus respectivas áreas”, manifestó en declaraciones escritas.

Además, destacó que establecieron un “task force” compuesto por profesionales de la salud y quienes les guiaron en el proceso para establecer los protocolos.

“Particularmente, se les orientó a todos los empleados que si presentaban algún síntoma o sospecha de COVID-19, no se presentaran a laborar. Igualmente, se les instruyó sobre los pasos a seguir en caso de que fueran de viaje, así como su obligación de informar ambos escenarios”, dijo.

Rullán Toro manifestó que Universidad del País no identifica públicamente a las personas contagiadas o bajo sospecha de contagio de COVID-19, amparándose en la Ley HIPPA [Ley de Transferencia y Responsabilidad de Seguro Médico]. Sin embargo, sí remiten un informe con los casos confirmados o sospechosos al Departamento de Salud.

“No hemos recibido confirmación de fallecimientos a consecuencia del nuevo coronavirus. Sin embargo, tan pronto supimos de la sospecha de la posibilidad de COVID-19, activamos el plan establecido en nuestro protocolo para la prevención de contagios; de inmediato se le encomendó al empleado que acudiera a su médico, se informó al personal, se ordenó el cierre de las oficinas y se realizó la desinfección de las áreas. Además, se instruyó al personal para que se realizaran las pruebas correspondientes y tomaran las medidas de rigor. Para que los empleados se reintegren a las labores, deben presentar la prueba negativa molecular y un certificado médico. Una vez se reintegren, se volverá a dar la orientación de protocolo actualizada”, señaló el rector.

De acuerdo a Rullán Toro, todos los empleados recibieron una orientación en los meses de junio y julio, cuando se reintegraron a las labores presenciales.

“Me es menester reafirmar que bajo ninguna circunstancia tomamos la seguridad de nuestro capital humano de forma liviana, para esta Administración, es una prioridad constante. Hemos establecido los protocolos, hemos dado los adiestramientos, hemos provisto material, hemos implementado nuevos esquemas de supervisión, estamos atentos a las situaciones que puedan surgir en este ambiente fluido para manejarlas y hemos estado disponibles para atender todas las inquietudes de nuestros empleados. En fin, tomamos la salud y seguridad de nuestros empleados como un tema prioritario”, comentó.