Decenas de conductores de guaguas de la Autoridad Metropolitana de Autobuses (AMA) permanecían en la mañana de este lunes en la sede principal de ese servicio de transporte público, a la espera que los autobuses pudieran recibir combustible para salir a recorrer sus rutas. Y es que el diésel que hay en tanques de la entidad se contaminó con agua.

Según denunció Ángel Torres Escribano, líder del sindicato TUAMA, la situación que afecta los tanques subterráneos de combustible responde al pobre mantenimiento que se les ha dado, un problema que, aseguró, ya la unión había comunicado.

“Hace más de una semana estamos confrontando problemas con las bombas de echar el diésel a las unidades (guaguas). Viene una compañía externa y limpia los filtros, pero vuelven y se tapan. Y se entiende que es que los tanques están llenos de sedimentación, y a la vez entra agua (a los tanques)”, indicó el líder sindical en conferencia de prensa.

Agregó que, con las abundantes lluvias de la semana pasada, “hay una contaminación de agua, y algunas bombas colapsaron”.

“La información exacta la AMA nunca la ha querido dar. Lo que se ha amparado a decir es que hubo sabotaje”, agregó, haciendo referencia a declaraciones emitidas por la secretaria del Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP), Eileen Vélez Vega, y la presidenta ejecutiva de la AMA, Karen Correa, en las que se mencionan “eventos inusuales” que habrían llevado a la contaminación del diésel, sin descartar incluso la posibilidad de un sabotaje.

De hecho, se radicó una querella ante la Policía y las autoridades estarían investigando la situación. En dicha querella por “destrucción, daño y vandalismo”, se alega que uno de los tres tanques de diésel fue dañado al mezclarle agua.

La comunicación del DTOP detalla que el sistema automático del tanque detectó 400 galones de agua, lo que no sería consistente con la posible entrada de agua de lluvia.

El tanque en cuestión tiene capacidad para unos 20,000 galones de diésel, y es uno de los cuatro que tiene la AMA en ese lugar, tres de los cuales se usan para almacenar diésel y el otro para gasolina.

El líder obrero sostuvo que las alegaciones de posible sabotaje han generado un gran malestar entre los trabajadores y exhortó a que la situación se investigue con rigor, incluso por autoridades federales, como la EPA (Agencia de Protección Ambiental).

Torres Escribano no descartó que pueda tratarse de una estrategia para intentar desacreditar a la unión buscando que luzca mal ante la gente que usa el servicio de las guaguas, con el fin ulterior de impulsar la privatización del servicio de transporte público.

“Y si hubo mano criminal, que yo me sostengo por fe que no, que pague quien tenga que pagar, sea gerencial, sea unionado, sea el que sea, o sea el que tuvo las intenciones para hacer ver a los trabajadores mal, porque ya yo no descarto nada”, afirmó.

Más allá de las alegaciones del DTOP y la AMA, Torres Escribano mostró un documento que describió como “evidencias que salen en el panel (del tanque), y ahí bien claro va a establecer que te dice la alarma que hubo una entrada de agua para el lunes a las 2:03 de la tarde”.

“La única persona de TUAMA que está autorizado a entrar ahí, ese día no tuvo trabajo. Pero hay seis gerenciales que pueden entrar ahí, porque son los que tienen llave”, afirmó, recordando que el área de los tanques está rodeada por una verja “de 14 pies de alto”, frente a las ventanas de las oficinas “de todos los directores”, en un área que tiene vigilancia todo el tiempo y donde “no hay tomas de agua cerca”.

Entretanto, Torres Escribano afirmó que los conductores están en su lugar de trabajo, en lo que se conoce comúnmente como el corral de la AMA, “listos para salir, listos para dar el servicio, esperando que le den unidades para irse a trabajar”, pero “muchas guaguas colapsaron”.

De hecho, unos pocos autobuses salieron temprano en la mañana y este diario pudo constatar que al menos uno de ellos tuvo que ser llevado de vuelta al corral, porque no funcionaba correctamente.

Torres Escribano explicó que cuando el diésel está contaminado con agua, “cuando es poca cantidad, los filtros se encargan de sacarla, pero cuando es exceso no, y colapsan y rompen las bombas”.

“Hubo unidades, que pasó esta semana, que las llenaron y así mismo se fueron a la carretera, y todas viraron. El combustible tiene que estar en óptimas condiciones, sin ningún contaminante”, afirmó.

“Hoy (lunes) mismo durante la mañana, habían enviado unas unidades que ya habían verificado, que incluso el jefe de operaciones envía que se le ponga un aditivo, y la unidad salió de aquí de Puerto Nuevo y ya en el expreso Las Américas, se apagó. Y el compañero (chofer) tuvo que maniobrar para echarse a una esquina. Si llega a andar con pasaje, o si no hubiese tenido el control, hubiese tenido un accidente”, condenó.

Reiteró que “esto se pudo haber evitado, porque tenemos evidencia donde le hemos dicho a la secretaria del DTOP, a la gerencia de AMA, ‘mira, tienen estos problemas’. Pero ciertamente parece que le molesta que les hagan señalamientos administrativos, y es fácil echarle la culpa al operacional, que no tiene que ver con ese asunto”.

El líder obrero repasó que, de los tres tanques de diésel, “el único que está limpio para usar es el 1. El 2 está con sedimentos. Y el 3, que no estaba tan sucio, irónicamente también colapsó”. Aseguró que la información detallada “la tiene la AMA y no la quiere dar”. Afirmó que si hay al menos un tanque limpio que se pueda usar, una vez se llena, “da para llenar servicio para cuatro o cinco días”.

Sostuvo, además, que lleva más de 20 años trabajando en la AMA y en todo ese tiempo solo ha visto “una limpieza de tanque, que fue en marzo 6 (pasado), el tanque 1 solamente”. Agregó que preguntó a otros compañeros, y tampoco recuerdan que se haya hecho limpiezas de mantenimiento a los tanques.

Primera Hora se comunicó con el DTOP para procurar una reacción por los señalamientos del sindicato y se espera por una respuesta.