Sin un esfuerzo concertado del gobierno para lidiar con los cambios poblacionales
Demógrafa indica que no sorprende que comunidades completas queden despobladas.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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No es de sorprender que con la histórica pérdida de población que se ha registrado en la Isla, los múltiples azotes de desastres naturales y los efectos económicos de la pandemia del COVID-19 cada vez más se observen comunidades completas despobladas, a juicio de la demógrafa y excatedrática del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico, Judith Rodríguez Figueroa.
“Es un fenómeno que están confrontando todos los sectores en Puerto Rico, especialmente el sur y la parte central de Puerto Rico, porque no hay duda que la gente joven no encuentra trabajo en esos lugares y son más dado a una migración interna o migración externa, que son aquellos que salen de Puerto Rico”, precisó.
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Según el reciente Censo, Puerto Rico perdió 440,283 habitantes entre la década del 2010 al 2020 para un 11.8%.
Comparado con el Censo del 2000, la baja poblacional fue de 13.8%. Sin embargo, en una revisión del 2021, ese porcentaje aumentó a 14.3%, llevando la pérdida de población a sobre 500,000 personas, dijo Rodríguez Figueroa.
En medio de la fuga de población, cuando casas y comunidades ya están quedando deshabitadas, el presidente de la Junta de Planificación, Julio Lassus Ruiz, reconoció a Primera Hora, que no hay un análisis o evaluación que estipule si verdaderamente existe un esfuerzo concertado por parte del gobierno de Puerto Rico para lidiar con el cambio poblacional y sus efectos. De hecho, reconoció que ya hay muchas viviendas deshabitadas, que podrían convertirse en estorbos públicos.
En su explicación, el funcionario estipuló que la agencia desarrolló el Plan de Reto Demográfico del 2020, que según describió no está ni completado ni actualizado.
“Hay una información, un estudio, donde se plantea cómo se debe atender, que es el Plan de Reto Demográfico y ese es el lineamiento para las agencias de gobierno y todas las instrumentalidades públicas”, expuso, al explicar dicho documento.
Pero, la Junta desconoce qué han hecho las agencias con ese primer plan. Es que Lassus Ruiz reconoció que no se ha evaluado. Llegó a decir que recientemente se le dio dicha encomienda a una división de la Junta.
“Eso es precisamente lo que está ahora mismo haciendo el Programa de Planificación Social y Económica para finalmente establecer unas políticas públicas y recomendar un plan con respecto al gobierno, en cuanto a este asunto del reto demográfico y poder actualizar el Plan de Reto Demográfico que fue publicado en el 2020″, dijo.
Pero, los trabajos están retrasados. Alegó a que se debe a que el Censo no ha publicado toda la información referente a la encuesta realizada en el 2020.
“Como país, primeramente, (se debe) utilizar el dato del Censo 2020, ya que esta es la última información que tenemos y es la primera vez que tenemos una merma tan grande en población. Precisamente, partir desde ese punto de vista, una vez ya hayan terminado el Censo, actualizar lo que son los planes, hacer un análisis y hacerlo a través de los planes (de ordenamiento territorial) que se den en cada municipio y de esa forma poderlo actualizar conforme a la realidad que vamos a tener de menor población”, explicó.
Mientras este aspecto de planificación unitaria todavía está en un limbo, la demógrafa Rodríguez Figueroa aseveró que cada día se sigue perdiendo población en la Isla. Insistió en que la causa principal es la falta de empleo.
Afirmó que Puerto Rico ha arrastrado años de mala planificación que ahora comienzan a dar alertas. A modo de ejemplo, se sabía que la población conocida como “baby boomers” envejecerían para convertirse en gran parte de la población, pero no se actuó para atenderlos. También comentó que por años se ha hablado de la baja en nacimientos, pero tampoco se actuó. La situación llevó a reflejar en este Censos del 2020 que ya hay pueblos en los que se registran más muertes que nacimientos.
Otro de los aspectos que subrayó es que la gente joven y profesional es la que predominantemente ha decidido marcharse a los Estados Unidos en busca de un mejor bienestar económico. Esto ha aumentado la disparidad poblacional, ocasionando que cada vez hayan más envejecientes que personas disponibles para trabajar.
“¿Qué se ha planificado aquí? Nada nada se hizo”, enfatizó la demógrafa.
De hecho, Rodríguez Figueroa no cree que ni la Junta de Planificación o los municipios estén capacitados para desarrollar planes de acción para atender estos cambios poblaciones, pues no cuentan con demógrafos u otros expertos que dirijan los esfuerzos correctamente.
Por otro lado, la demógrafa alertó que se está observando “un cambio en la modalidad de la gente convivir”. Se trata de que cada vez son más las personas que viven solas, especialmente envejecientes.
“Esa persona tienen unidades de vivienda, enviudan o queda el nido vacío y se queda viviendo solas”, precisó.
En su alerta, demarcó que estas son las propiedades que luego de un fallecimiento van quedando deshabitadas y provocando la disminución de personas en las comunidades.
Para exponer la situación en datos, indicó que el Censo del 2020 establece que en la Isla hay 1,569,976 unidades de vivienda, de las cuales 1.3 millones están ocupadas y 258,000 vacantes.
Al analizar los casos de Yauco y Utuado, donde ya se observan comunidades completas despobladas, Rodríguez Figueroa apuntó a que son pueblos con alto nivel de casas deshabitadas y altos niveles de fuga de personas.
En Yauco, por ejemplo, se registró una baja población del 25.82% entre el Censo del 2000 al 2020 y un 14.7% de casas vacantes.
En Utuado, la baja poblacional fue de 20.64% entre los Censo del 2000 al 2020, mientras hubo un registro de 17.4% casas vacantes.
La experta apuntó a que ambos pueblos registran un porcentaje mayor de pérdida poblacional que la Isla completa entre 2000 al 2020, que fue de un 13.8%.
Asimismo, demarcó que ambos municipios presentan un perfil de población “vieja”, en donde se registran más decesos que nacimientos. En el caso de Yauco, para el 2020 se registraron 171 bebés y 234 muertes. Mientras, en Utuado hubo 203 nacimientos y 424 muertes, según el registro que proveyó del Censo.
“Han sido de municipios que han tenido gran pérdida de población”, afirmó Rodríguez Figueroa, al no mostrarse extrañada por el hecho de que ya se registren síntomas relacionados a la baja poblacional.