Sin probar segundo milagro del beato "Charlie" Rodríguez -VÍDEO
Mientras crece la devoción a Carlos Manuel Rodríguez, mañana se realizan diversas actividades
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 12 años.
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Es santo en el corazón de los puertorriqueños, pero el reconocimiento de su santidad a través de la canonización todavía está pendiente de la confirmación de un milagro.
La Iglesia Católica de Puerto Rico le presentó a la Congregación de los Santos, en Roma, el segundo milagro del beato puertorriqueño Carlos Manuel Rodríguez, pero fue rechazado.
“No lo aprobaron... Estamos insistiendo en que los medicamentos no explican la curación que se le atribuyó a Carlos Manuel”, dijo el abad Oscar Rivera, propulsor diocesano de la causa del beato.
El milagro de Carlos Manuel que se quiere probar es el de José Antonio Crespo Muñoz, que en 2008 sufrió de gangrena en un pie, tuvo una visión del beato la noche antes de ser operado y, en esa visión, él le dice que no iba a perder su extremidad.
Crespo Muñoz se negó a que le amputaran la pierna y siguió recuperándose luego que su médico le practicara unos tratamientos sencillos, entre ellos un raspe. “Luego le hicieron un bypass, pero ese bypass no se le hubiese podido hacer del enfermo no haber tenido circulación”, dijo el religioso de Humacao.
Confirmar un milagro es un proceso sumamente estricto. Los médicos son citados a testificar y en este caso, que fue juzgado en la Congregación de los Santos, se entendió que fueron los tratamientos que recibió Crespo Muñoz los que lo curaron. “Esperamos que el caso se estudie en toda su profundidad”, dijo Rivera, quien precisó que ellos conocieron la decisión de Roma en el 2012 inmediatamente se presentó el milagro.
Este caso no es el único que se le atribuye a la intercesión del beato.
Otro señor de Ponce también habría sido sanado por mediación de Carlos Manuel de otra gangrena, informó Rivera.
¿Le van a presentar este otro caso a Roma?
No, porque se va a insistir en el milagro anterior, respondió el abad, quien lamenta que los milagros se reduzcan a los médicos, ya que la inmensa mayoría de las sanaciones de hoy día coexisten con los tratamientos de profesionales de la salud.
En el caso de Carlos Manuel, católicos como el rector de la catedral de Caguas, Campo Emilio Ariza, y Marina Torres Rodríguez, seguidora de los discípulos del beato, destacan que a Roma hay que enviarle un mensaje diferente.
Explicaron que, en el caso particular del puertorriqueño, el milagro a considerarse debe ser cómo se transforman las vidas de otros, milagro que admiten que es difícil de probar.
“A Carlos Manuel no hay que presentarlo como un santo milagrero. Él es un santo de nuestra época. La carencia de nuestra gente, de la Iglesia, no es la salud física; no es lo material. Este hombre tenía una visión extraordinaria de que la gente debía retomar el Evangelio. Él vivió lo que predicaba; él es un ejemplo de vida”, dijo Ariza.
Torres Rodríguez y Ariza recordaron que Carlos Manuel luchó además por que la liturgia en Puerto Rico se ofreciera en español en vez de latín, un idioma que él había aprendido a hablar perfectamente.
Carlos Manuel incluso les escribirá a cardenales y al propio papa haciéndole esa recomendación.
¿Crece la devoción por Carlos Manuel luego de su beatificación de 2001?
A 50 años de la muerte del beato –aniversario que se celebra mañana con múltiples actividades en la catedral de Caguas–, lo cierto es que el pueblo de Puerto Rico lo va acogiendo como su propio santo.
Se le dedican movimientos, capillas y también comienzan a representarlo en tallas de palo, como a los santos tradicionales.
Reliquias de su cuerpo y piezas de tela que él tocó se distribuyeron en parroquias de toda la Isla y hay gente que busca acercarse a estas para brindarles tributo y pedirle sanación.
Gaspar Encarnación, presidente del Círculo de la Causa de Carlos Manuel, dice que esa organización recibe entre 30 y 40 cartas mensuales solicitando la intercesión del beato o enviándoles donativos.
“Él es un modelo a imitar, no es solo para pedirle”, destaca el médico.
A Carlos Manuel lo van conociendo también fuera de la Isla.
El abad Oscar Rivera cuenta que estuvo en Nueva York en mayo y que llevó una reliquia del beato a la parroquia San Pablo y allí la estuvieron venerando más de 300 personas, una hora completa.
En República Dominicana también hay interés en el boricua y en Colombia también se guarda una de sus reliquias.
Encarnación reveló que también hay reliquias en México, Italia y Brasil, y que han pedido de estas hasta de los Emiratos Árabes.
Ariza, quien es rector de la catedral de Caguas, dijo que todos los domingos, a través de Radio Isla 1320, se está transmitiendo una misa con 20 minutos de catequesis sobre Carlos Manuel, que se escucha en Atlanta, Nueva York, Nueva Jersey, Connecticut, Pensilvania, y a través de 49 emisoras de América Latina.
La iglesia de Caguas compró hace tres años un edificio en la zona urbana de la ciudad para un santuario, pero Ariza aclaró que su apertura depende de que la devoción popular la respalde.
“Su prestigio no es de una Miss Universo, ni el de una gran figura deportiva, ni la flor de un día. Es el hombre auténtico al que la historia le dará siempre el nombre de Puerto Rico”, sentenció el rector de la catedral de Caguas, hogar de siempre de nuestro beato.
Ariza insiste en que este es el siglo de los laicos, de los laicos como nuestro Carlos Manuel.
El hoy beato Carlos Manuel Cecilio Rodríguez Santiago nació en Caguas el 22 de noviembre de 1918, y sus padres, Manuel Baudilio Rodríguez y Herminia Santiago, fueron personas sencillas y de gran arraigo cristiano.
Su abuela materna, Alejandrina Esterás, era una mujer de oración prolongada y profunda, y dedicaba varias veces al día a estar frente a un crucifijo.
Todos fueron ejemplo de vida para Carlos Manuel, quien luego llenó de amor por la iglesia y por la eucaristía a todos los que le conocieron.