La memoria cultural de un país se venera a través de sus reliquias históricas, y cuando alguna de ellas es hurtada o violentada, la indignación del pueblo se hace patente.

Eso es, precisamente, lo que hace más despreciable el hurto, el domingo pasado, del bastón de don Ramón Emeterio Betances, conocido como el “Médico de los pobres” y una de las figuras claves del Grito de Lares.

Al momento, no hay pistas del paradero de la valiosa reliquia, cuyo valor sentimental supera por mucho su valor material.

“Mucha gente allegada a la institución está indignada”, comentó María Ángela López Vilella, directora ejecutiva del Museo de las Américas, en el Viejo San Juan, donde el bastón estaba en préstamo de la Universidad de Puerto Rico. “Tengo mucha esperanza de que la persona (que se lo robó) se arrepienta y lo deje en algún lugar seguro donde, a lo mejor, lo podamos encontrar... espero que esto se solucione de la mejor manera para todos”, señaló.

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Del caso llama la atención que la persona que hurtó el bastón no dañó la urna en la que se encontraba. “El lunes en la mañana entré a la sala de exhibición a buscar una información y siempre observo las cosas, y me percato que no está el bastón”, narró López. “Primero,  verifiqué con todos los empleados, no fuera que lo habían removido para hacer algún tipo de limpieza, y luego llamé a la Policía”, explicó la directora.

La sala de exhibición permaneció cerrada dos días, pero ya está abierta al público, aunque la urna fue retirada.

La pieza histórica mide 34 y 1/4 de pulgadas de largo, y una pulgada de ancho. Está hecha en madera y tiene la empuñadura y la base en metal, mientras que, en la parte superior, están grabadas las iniciales R.E.B.

Al momento, no se ha dado con ningún sospechoso. La agente Cindy Rodríguez, de la División de Delitos contra la Propiedad y Fraude del CIC de San Juan, indicó que “todavía falta que Servicios Técnicos haga las gestiones para ver si hay alguien fichado (que coincida con las huellas tomadas en el museo), y entonces habría un sospechoso... no se descarta nada”, indicó.

Más información

Si tienes alguna información sobre el paradero de esta reliquia histórica, no dudes en comunicarte al 787-793-1234, extensiones 2310 y 2062. También se está recibiendo información en el Museo de las Américas, en el 787-724-5052.

“Es un crimen cultural”

El hurto de piezas históricas o representativas de una cultura no es algo nuevo, y muchas son robadas con la intención de venderlas en el mercado negro o por encargo de coleccionistas particulares, según destaca el historiador Francisco Moscoso.

“Quienes lo hayan hecho tienen que ser conocedores de Betances y del valor único que tiene una pieza como ésta”, indicó el experto. “Son pocos los objetos de Betances que han sobrevivido, y me imagino que intentarán venderlo, como hicieron en una ocasión con unos documentos de los archivos de Cuba, y hasta por Internet estaban saliendo”, comentó.

Según Moscoso, “Betances es uno de los seres humanos más grandiosos que tuvo Puerto Rico en el siglo XIX, y trasciende como un ser universal, sobre todo por el ejemplo de vida que dio, tanto por su amor a su familia, como por la medicina, luchando contra la epidemia de cólera y, por eso, se ganó el lema de ‘Médico de los pobres’ en Mayagüez”, destacó.

Éste es un buen momento para repasar la vida y obra del líder boricua, de acuerdo con Moscoso. “Por su práctica revolucionaria, tanto en la lucha por la abolición de la esclavitud, el régimen de la libreta de los jornaleros y por la libertad de Puerto Rico, estoy seguro que Betances, si estuviera hoy, no estaría en su casa, sino a la cabeza de las luchas contra la opresión que, en tantos sentidos, arropa a la Isla”, sentenció.

Sobre el robo, añadió que “al final de cuentas, al robar lo que es patrimonio de los pueblos le están hurtando al pueblo mismo... es un crimen cultural”, aseguró.

Otros robos culturales

Oscar de José Ferrer

La estatuilla otorgada al actor puertorriqueño por su papel protagónico en la película Cyrano de Bergerac, en 1950, fue sustraída del Teatro de la UPR en 2000. Su hijo, Miguel Ferrer, ofreció $10 mil por su regreso.
Estatua de Betances

La estatua de bronce del prócer, creada por el escultor José Buscaglia en 1969, pesaba cerca de media tonelada y medía unos 10 pies. Fue robada en 2006 por desconocidos.

Faroles del caño Martín Peña

Diez de los 12 faroles que ornamentaban el puente que cruza dicho caño fueron robados en el 2008.  Se presume que contenían piezas de aluminio y cobre que databan de 1929. Además, también sustrajeron una placa  que estaba en el puente desde 1939.

Hurto en taller de Osiris Delgado

Obras de la colección privada del conocido artista, ensayista e historiador fueron robadas en 2009. Entre lo que fue hurtado había manuscritos de Eugenio María de Hostos, valorados en casi $1 millón, además de la escultura La suerte de la cuerda, de Delgado, y el manuscrito original del poema El Contemplado, de Pedro Salinas.
Hurto de espejuelos de esculturas de Tommy Olivencia y Héctor Lavoe

El hurto de metales parece haber sido el motivo del robo de las gafas de las dos esculturas que adornan la Plaza de los Salseros en San Juan. Las obras tienen un costo estimado de unos $20 mil, y su reparación conlleva semanas.