Más de 200 familias quedaron sin luz en el municipio de Cabo Rojo, a consecuencia de un fallo en un transformador.

El alcalde Roberto “Bobby” Ramírez informó que en los sectores Las Palmas y en la carretera PR-300 cerca de la urbanización Monte Real, familias permanecen sin servicio de energía eléctrica desde anoche, debido a que un transformador dejó de funcionar. “Ya el director de energía eléctrica está trabajando con eso”.

 La oficina de prensa de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) confirmó una avería reportada en la urbanización Monte Real, y señaló que “hay personal atendiendo el asunto”. La AEE no ha podido precisar la magnitud del problema eléctrico, por lo que se desconoce cuándo será restablecido el servicio.

Mientras, los pescadores del Corozo se mantenían en la Villa Pesquera, donde aguardaban el paso del sistema y las lluvias que suele dejar este tipo de eventos atmosféricos.

“Gracias a Dios, no tuvimos los estragos que esperábamos. Ya mañana comenzaríamos a tirar las embarcaciones. Los que pescan en redes, ya mañana mismo pueden empezar a pescar”, indicó Alexander Hernández, pescador y buzo.

Hernández comentó que en su caso, como el de otros buzos, tendrían que esperar por lo menos dos o tres días más para aventurarse a volver a sus faenas. No descartó que se vean afectadas las ventas, si empeoran las condiciones del tiempo.

Para evitar que el producto de ayer se dañara, los pescadores adelantaron su ruta de los sábados y repartieron la pesca a los diferentes restaurantes que suelen comprarle. “Más allá de los gastos preventivos, porque nos preparamos para una semana sin luz, todo está bajo control”, concluyó, el pescador, quien reconoció que el evento les sirvió de ensayo para esta temporada de huracanes.

Las playas de Cabo Rojo lucían vacías temprano en la mañana, luego de que ayer en la costa del Combate, personal de Sea Grant y del municipio de Cabo Rojo se lanzara por esa costa en una campaña para orientar a los bañistas a abandonar los alrededores.

 Asimismo, el aljibe del sector de las parcelas del Corozo mostraba pocas pulgadas de agua, contrario a lo temido por los residentes de esa comunidad que cada temporada ciclónica recuerdan con temor las lluvias de octubre de 2008, cuando sus residencias se inundaron hasta el techo, porque la bomba del aljibe se tapó y dejó de succionar agua.