Son jóvenes, han participado de programas del gobierno, han sido custodiados por el Estado y hoy viven en la calle.

Un 20% de las personas sin hogar, entre los 18 y los 24 años de edad, proviene de un hogar de crianza bajo la tutela del Estado y un 31.3 % en alguna institución juvenil o centro de detención o cárcel, según el Conteo de Personas sin Hogar cuyos resultados fueron presentados ayer.

Esto pone en tres y dos a los programas del gobierno que, en teoría, buscan en un caso otorgar mayor calidad de vida a los niños con problemas familiares y, en otros, “rehabilitarlos” en situaciones de incidencias criminales. 

“Si ya sabemos que eso es una tendencia, pues tenemos que ver qué otras herramientas vamos a estar utilizando para que, finalmente, no sean parte de estas estadísticas tan lamentables”, dijo la secretaria de la Familia, Glorimar Andújar Matos.

Según Belinda Hill, del Centro de Cuido Continuo PR 502, como parte de los planes estratégicos se establecerá un programa conocido como “Cero Funcional” para atender esta población juvenil con el fin de manejar con inmediatez estos casos y reducir el tiempo que permanecen en la calle.

Han ejecutado programas similares con la población de veteranos y, según Hill, “la persona promedio estaba en la calle un año, dos años. Teníamos veteranos hasta 10 años en la calle. El Cero Funcional requería que un veterano no estuviera en las calles más de 90 días”.

El conteo fue un esfuerzo interagencial de la mano de voluntarios. Se lleva a cabo cada dos años como parte de los requisitos del Departamento federal de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD, por sus siglas en inglés) para otorgar los fondos a los Programas de Cuido Continuo que en Puerto Rico tienen dos centros.

Aunque los números no dejan de ser alarmantes, se registró una disminución de 19% en personas sin hogar, incluyendo a las que están en un albergue, que apenas son un 27% de las 3,501 personas identificadas.

A grandes rasgos, cuatro de cada 10 personas sin hogar tienen 50 años o más, y siete de cada 10 son hombres. 

En las calles, como en los hogares, es la mujer quien carga con el peso familiar. Un 2% de los hombres indicó deambular solo, frente a un 27.9 % que deambula en familia.

Las mayores razones por las que esta población no cuenta con un techo es por el uso y abuso de drogas (30.6%), problemas familiares (23%), problemas financieros (15%), uso y abuso de alcohol (6.4%) y problemas de salud mental (5.6%).

Ante este panorama, el secretario de Vivienda, Fernando Gil Enseñat, urgió a elaborar una estrategia interagencial, esfuerzos tanto de Vivienda como de Familia, Educación y Salud.

Como es de esperarse, los municipios con mayor densidad poblacional son también aquellos con las cifras más altas de personas sin hogar: San Juan (877), Ponce (207), Arecibo (200), Caguas (175) y Mayagüez (157). 

En todos se observó una disminución, excepto en Mayagüez, donde el número permaneció igual.

Por el contrario, los municipios con menos personas sin hogar contabilizadas son Dorado (0), Adjuntas (2), Hatillo (2), Orocovis (2) y Las Marías.