Silenciosa llegada de condiciones cardiovasculares a través de la tiroides
Expertos en endocrinología urgen a la población, y a la comunidad médica, a educarse más sobre el posible impacto de esas condiciones de alta incidencia.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Las condiciones de tiroides tienen una alta prevalencia e incidencia en Puerto Rico, de 20% a 23% de la población, con un impacto significativo en enfermedades cardiovasculares, que son una de las principales causas de muerte en la Isla y el mundo.
Tomando en cuenta esos factores, y aprovechando la celebración del Mes de la Prevención y Tratamiento de Enfermedades de Tiroides, un grupo de doctores especialistas en endocrinología coincidió para llevar el mensaje sobre la necesidad de que, ante la presencia de síntomas que puedan indicar problemas de tiroides, los pacientes trabajen junto a sus médicos para hacerse las pruebas indicadas y, en caso que sea necesario, proveer el tratamiento más indicado para cada paciente, lo antes posible.
La glándula tiroidea es un órgano que se encuentra en la base del cuello y produce hormonas que intervienen en la regulación del ritmo cardiaco, la presión sanguínea, la temperatura del cuerpo, el sistema reproductivo, el metabolismo de las grasas, y otros aspectos del metabolismo.
Los trastornos más comunes de la tiroides son el hipertiroidismo y el hipotiroidismo.
Según explicó la doctora Leticia Hernández, endocrinóloga y presidenta de la Sociedad Puertorriqueña de Endocrinología y Diabetología (SPED), lo que ven con más frecuencia son casos de “hipotiroidismo, causado en este caso, en nuestro lado del mundo, por una condición autoinmune llamada enfermedad de Hashimoto, donde nuestro propio cuerpo ataca la tiroides y se reduce la producción de hormonas”.
Resaltó que las condiciones de tiroides “pueden tener unas manifestaciones a nivel cardiovascular”, sobre las que se debe prestar atención, tanto por parte de médicos como de los pacientes.
“En el caso del hipertiroidismo, o tiroides hiperactivo, usualmente nos damos cuenta de esas manifestaciones cardiovasculares, porque el paciente, al presentar palpitaciones, está consciente de que algo no anda bien con su sistema cardiovascular, su corazón está latiendo más rápido de lo usual”, explicó.
“Sin embargo, en la persona que vive con hipotiroidismo, estas manifestaciones no se perciben tan fácilmente y muchas veces pueden pasar inadvertidas tanto para el paciente como para el médico”, afirmó, agregando que el hipotiroidismo afecta entre otros aspectos, las contracciones del corazón, la resistencia de los latidos del corazón y el manejo del corazón de baja densidad o colesterol malo.
El tema cobra aún más pertinencia al tomar en cuenta que se estima que un 40% de las personas con hipotiroidismo también tienen hipertensión.
En particular, “la presión que se afecta es la presión diastólica, o la presión de abajo, porque ese corazón no se relaja adecuadamente para recibir la sangre que está de vuelta a este corazón”.
La clave, insistió el doctor José García Mateo, endocrinólogo y presidente electo de SPED, “es tener un juicio clínico adecuado, una educación temprana tanto para los pacientes como los médicos, mayormente aquellos médicos primarios que ven la mayoría de estos pacientes que tienen problemas de tiroides, y saber cuándo esos pacientes tienen condiciones cardiovasculares que podrían estar asociadas a problemas de tiroides”.
Insistió en el “buen juicio clínico”, sobre todo cuando “los síntomas, mayormente los de hipotiroidismo, son bien inespecíficos”, así como en la importancia de “ese cernimiento temprano” si hay el paciente tiene problemas de hipertensión, arritmia o dislipidemia.
Comentó que hay casos que el paciente llega con la lipoproteína de densidad baja (LDL) o colesterol malo alto y “cuando hacemos un buen historial y buen físico vemos que el paciente está hipotiroideo y muchas veces se puede tratar el hipotiroidismo y no necesariamente un tratamiento directamente a la dislipidemia”.
La doctora Marielly Sierra, endocrinóloga y secretaria de la Junta de Directores de SPED, abundó que, en caso del hipotiroidismo que “es una condición más bien de índole inmunológico, tiende a ser hereditario y es más común en las mujeres”.
La también paciente de hipotiroidismo, “bien controlado, gracias a Dios”, reiteró que los síntomas pueden ser poco específicos, “bien sugestivos, que se pueden confundir con cualquier otra condición o un mal estilo de vida. Pero realmente entiendo que, dondequiera que haya este historial familiar, necesitamos hacer esta medicina preventiva”.
Los posibles síntomas relacionados al hipotiroidismo incluyen: cansancio, frío excesivo, aumento de peso de cinco a diez libras relacionadas mayormente a retención de líquido, estreñimiento, pelo y uñas se pueden tornar más quebradizos, pobre concentración, depresión.
En caso de hipertiroidismo, los síntomas pueden incluir: palpitaciones, mucho calor, baja de peso excesivamente sin ninguna causa, insomnio, ansiedad, problemas de comportamiento, problemas de concentración, problemas de humor, temblores, hipertensión, va al baño con frecuencia, cambios en los ojos que se ven como hacia afuera (orbitopatía, enfermedad de Graves).
Pero, con educación y cuidados adecuados se puede convivir lo mejor posible con ese hipotiroidismo o algún otro trastorno tiroideo. Y un buen ejemplo de es la cantante Nydia Caro, quien ofreció su testimonio como persona que vive con enfermedad de Hashimoto.
Relató que supo que tenía la condición gracias a un examen de rutina que le recomendó su médico. Como no experimentaba síntomas en ese momento, buscaron en su familia para ver si era hereditario, y detectaron que su mamá también tenía la enfermedad.
“Gracias a Dios que los médicos explican bien. Y con ellos aprendí a buscar información sobre lo que tengo que comer, cómo tengo que manejar esto, lo que no tengo que hacer, etcétera. Me ayudó un montón”, explicó.
“Creo que, obviamente uno tiene que trabajar con un médico, pero el trabajo más grande lo tienes que hacer tú”, afirmó, agregando que sigue las instrucciones médicas, y una dieta específica, “a base de lo que te funciona y lo que no”.
Aseguró que “todos los síntomas que puede tener la Hashimoto, me han dado”, tales como el cansancio, o sentir frío. “Pero, como sé reconocerlo, pues intento hacer lo que tengo que hacer. Hacerme análisis, ver cómo está esa tiroides, si tengo que subirla, bajarla”.
Sin embargo, la cantante aseguró que trabaja mucho también con la parte emocional, incluyendo ejercicios de yoga para trabajar con su respiración. Además, en busca que cuidar su voz, lleva “una dieta básicamente vegetariana que me ayuda muchísimo”.
“Esa ha sido mi experiencia. Y sigo aquí, y sigo cantando. Obviamente con la ayuda de los médicos”, afirmó Caro.
En la actividad participaron también el doctor Félix Rodríguez Smith, subsecretario del Departamento de Salud y quien tuvo a su cargo la lectura de la proclama oficial del Mes de Alerta sobre las Enfermedades del Tiroides en Puerto Rico, así como la doctora Nancy Agront, director médico de AbbVie Puerto Rico, empresa que está colaborando con SPED en labor educativa.
Los especialistas indicaron que la SPED tendrá este mes varias actividades dirigidas a educar a la comunidad y a la comunidad médica, incluyendo educación a los médicos primarios.
Quienes estén interesados en obtener información sobre este tema, está invitado a participar de las actividades educativas para el público en general que se llevarán a cabo del 9 al 12 de marzo en Plaza Las Américas, y del 24 al 26 de marzo en Plaza del Caribe.