La exgobernadora Sila María Calderón sentenció hoy que urge encarar la realidad de que Puerto Rico es uno de los países con mayor desigualdad en el mundo y que la mitad de su población vive en pobreza, según los estándares federales.

“No vemos o no queremos ver, o no queremos sentir el jalón en la conciencia”, expuso Calderón en su ponencia ante cientos de educadores reunidos en el hotel Sheraton, del Centro de Convenciones de Miramar, como parte del Segundo Congreso Latinoamericano de Investigación Educativa.

“Siendo esta la realidad desgarradora de Puerto Rico, me pregunto si no tenemos todos un imperativo espiritual de dar la mano a aquellos que todavía esperan de modo que ellos mismos puedan labrarse una nueva vida”, dijo al lanzar, tanto al gobierno como a la sociedad civil, el desafío de actuar para combatir la desigualdad.

Durante su discurso, Calderón planteó que los proyectos de Península de Cantera, Comunidades Especiales y el Centro para Puerto Rico han sido modelos que aún generan transformación personal y comunitaria.

Además, recordó cómo, luego del azote del huracán Hugo en 1989, Cantera le abrió los ojos a un lado de San Juan que hasta entonces le era ajeno. En ese momento, Calderón se desempeñaba como alcaldesa capitalina.

“Lo que confronté allí fue una desolación de tal magnitud, como no podría imaginar en nuestro país. Niños jugando en las aguas contaminadas del Caño (Martín Peña), con sus piernitas llenas de llagas, una cara de Puerto Rico que no sabía que existía”, sostuvo.

Gracias a un largo proceso de autogestión comunitaria, a partir de 1990, y a un esfuerzo continuo desde adentro, “hoy Cantera es un lugar irreconocible”, afirmó al destacar la transformación positiva de esa comunidad.

La Península de Cantera le sirvió de semilla a Calderón para impulsar el proyecto de Comunidades Especiales, que impactó 53 vecindarios sanjuaneros durante su gestión como alcaldesa de San Juan de 1997 a 2000 y 686 durante su gobernación de 2001 a 2004.

“Terminado mi término no se le dio al proyecto la prioridad que se merecía”, opinó sobre la iniciativa de $1,000 millones, que atendió necesidades socioeconómicas y de infraestructura de costa a costa, en consulta con cada una de las comunidades y su liderato.

“Esa llama de fortaleza y responsabilidad que se encendió en Puerto Rico en todos nuestros sectores marginados aún no se ha apagado. Millares de personas de escasos recursos conocen hoy día su valor personal y su responsabilidad ante la vida”, afirmó.

Mediante el Centro para Puerto Rico, brazo operacional de la Fundación que lleva su nombre, Calderón procura atizar esta llama, con programas de desarrollo económico y formación en empresarismo.

Destacó que el Centro, cuya sede está ubicada con toda intención cerca del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico, ya tiene presencia en 68 municipios, ha graduado a casi 900 personas de sus cursos, generado 426 nuevos trabajos y ayudado a crear 288 microempresas e iniciativas comunitarias.

“En otras palabras, la iniciativa comunitaria de empresarismo y creación de empleo tiene impacto en nuestro País y es una fuerza en el desarrollo económico para la reconstrucción de Puerto Rico”, sostuvo la exgobernadora.

“Estamos atravesando por un momento en el que la prioridad es salir del problema económico. Una vez que eso resuelva, entonces hay que volver a enfocar la atención en esa mitad de la población (bajo los niveles de pobreza) que pide a gritos ‘dame una oportunidad’, ‘me quiero educar’”, urgió Calderón en un aparte con la prensa.